Cristina Coto: “Los asturianos nos merecemos comenzar 2016 con la esperanza de que sea el año de la inflexión en nuestro imparable declive, para encarar por fin un futuro mejor para todos nosotros y, especialmente, para nuestros hijos”

“Los asturianos no podemos dejar pasar la oportunidad de superar la marginación, la crisis y la decadencia. Nos lo debemos a nosotros mismos para hacernos merecedores del progreso de Asturias con nuestro propio esfuerzo”

“No caigamos en el conformismo, enfrentémonos a las manipulaciones, desterremos  la resignación y el fatalismo, recuperemos de nuestra historia el coraje, y enarbolemos la bandera de la valentía para poner en marcha todos los cambios necesarios, sin excepción”

La presidenta de FORO, Cristina Coto, ha dirigido en la mañana de hoy un mensaje, a través de los medios de comunicación, con motivo del Año Nuevo 2016.

El texto completo del mensaje de Cristina Coto es el siguiente :

“Los asturianos nos merecemos comenzar el Año Nuevo 2016 con la esperanza de que sea el año de la inflexión en nuestro imparable declive, para encarar por fin un futuro mejor para todos nosotros y, especialmente, para nuestros hijos. Pero no debemos de esperar que la magia sustituya a la obligación de cumplir con nuestros deberes como ciudadanos responsables del destino de nuestro país. Por eso es imprescindible que reconozcamos la naturaleza de los problemas que nos aquejan.

La profunda crisis económica que atraviesa España desde 2008, con efectos dramáticos para quienes aquí trabajamos y vivimos, no ha sido de la misma intensidad en todas las Comunidades Autónomas. Desgraciadamente Asturias es la que más ha retrocedido, la que más ha decrecido entre 2012 y 2014, dejándose en el trienio nada menos que un 13% de su Producto Interior Bruto; con un profundo retroceso de nuestra industria, comercio, hostelería, construcción; un mal que requerirá de años para revertir esa tendencia, de años y de acierto en las políticas.

Estamos ante una década perdida, pero ante una década que, insisto, en Asturias costará mucho más tiempo recuperar que en otras Comunidades Autónomas, tal y como acaba de advertir el gobierno de España en base a los datos que refleja el Instituto Nacional de Estadística. ¿Por qué Madrid volverá este año a la situación de 2008 y en Asturias aun tendremos que esperar a 2019 o 2020? Sencillamente porque otras CC.AA. han sabido abordar esta crisis con más acierto que Asturias; por eso nuestra recuperación, tan necesaria, urgente, se retrasa. Pero con un matiz que hasta pone en tela de juicio incluso esa fecha de recuperación, y es que las previsiones de crecimiento para el año que comienza vuelven a situar a nuestra región en el vagón de cola, con el tercer peor dato del conjunto de España.

Durante estos años, los sucesivos gobiernos socialistas nos han contado muchos cuentos, me atrevo a decir que nos han intentado engañar desde el primer momento, primero Areces negando la crisis, después afirmando que Asturias estaba más preparada que el resto de las regiones para resistirla, y por fin Javier Fernández llegando al desvarío en su discurso de investidura de 2012, en el que llegó a afirmar que ‘Asturias está en condiciones de convertirse en la Alemania de España’, olvidando que nada hay más deshonesto que trasladar el mensaje esperanzador de que todo es posible, a sabiendas de que no es así, justamente porque se van a aplicar las viejas, idénticas y fracasadas políticas de siempre.

Hoy Asturias presenta, en la parte más dolorosa de la política, que son las personas un balance de 92.000 parados, 34.000 más que al inicio de la crisis. De ellos la mitad no cobra ninguna prestación; y quiero recordar hoy la tasa de pobreza asturiana, ese dato que se oculta de manera reiterada porque sonroja a cualquier gobierno: un 23’4% de los asturianos, 248.451 personas se encuentran en nuestra región en riesgo de pobreza o exclusión social. 

Para que el comienzo del nuevo año sea tiempo de esperanza, no podemos dejar de lado –es imposible- la situación en la que nos encontramos y, a partir de aquí, es irrenunciable buscarle remedio, un remedio que en democracia siempre está en manos de los ciudadanos.

Recientemente y casi en paralelo hemos vivido dos acontecimientos políticos. A nivel nacional, unas elecciones que han configurado el Parlamento mas fragmentado de la democracia, las urnas han mandatado a las diferentes fuerzas políticas al dialogo, al entendimiento, siempre constructivo, lo que implica poner el interés general de España por encima de cualquier otro esencialmente personal. Y los ciudadanos deberán juzgar la responsabilidad de cada dirigente, deberán valorar si se está a la altura de las circunstancias o si optan por la indolencia o, tan malo como ésta, por el puro exhibicionismo.

En el caso de Asturias, hemos visto al gobierno de Javier Fernández retirar sus Presupuestos, faltándole siquiera el valor de defenderlos, si realmente creía en ellos. Unos presupuestos cuyo fracaso es el propio de un presidente que con tan solo 14 diputados no ha querido negociar sino imponer, porque negociar suponía ceder, suponía renunciar a una parte de los propios prejuicios, suponía pasar la página de la soberbia infundada en aras del bien de Asturias.

En este primer mensaje de Navidad como presidenta de FORO no quiero dejar de citar a Francisco Álvarez-Cascos, el hombre que sembró para Asturias la semilla del cambio en 2011, que representó y representa, frente a lo que hoy padecemos, el espíritu del trabajo, la rebeldía para defender a Asturias, la brillantez para construir, por un camino diferente, un futuro para nuestra tierra. Aquella semilla fue arrancada sin llegar a germinar, faltó altura democrática para permitir la alternancia y sobró el peor partidismo, el que vive por y para destruir al adversario.

Nuestro secretario general lo dijo hace un año: no podemos quedarnos quietos; esforcémonos por identificar los problemas sin dejarnos engañar ni engañarnos a nosotros mismos; atrevámonos a denunciar sus causas y a actuar exigiendo soluciones adecuadas; y, si es preciso, rebelémonos cívicamente ante tratamientos desiguales entre comunidades autónomas que siempre marginan a Asturias. Creo firmemente que somos los asturianos quienes tenemos que dar pasos adelante y comprometernos aún más en la tarea de asumir activamente nuestra defensa, a través del cauce democrático de la formación política que cada uno considere, pero que haya predicado con el ejemplo la defensa de Asturias, porque se trata de Asturias, de esta tierra asolada también, estos días, por los incendios.

Los asturianos no podemos dejar pasar otro año más la oportunidad de superar la marginación, la crisis y la decadencia; no caigamos en el conformismo, enfrentémonos a las manipulaciones y a los engaños con los datos implacables de la realidad, desterremos  de Asturias la resignación y el fatalismo eligiendo el camino del acierto personal y del éxito colectivo, recuperemos de nuestra historia el coraje que galvanizaron con su trabajo muchas generaciones de asturianos, y enarbolemos la bandera de la valentía para poner en marcha todos los cambios necesarios, sin excepción.

Nos lo debemos a nosotros mismos para hacernos merecedores del progreso de Asturias con nuestro propio esfuerzo.

Deseo lo mejor en el Año Nuevo 2016 a todas las asturianas y a todos los asturianos”.