Cristina Coto: “Los sindicatos de la función pública ponen en evidencia las mentiras de Javier Fernández, que lleva años negando recortes en la administración autonómica”

“Se han recortado 1.000 puestos de trabajo en sanidad y de 2.000 jubilaciones en educación solo se han repuesto 400”

“El deterioro de nuestro estado del bienestar es obvio, mientras Javier Fernández sigue autoproclamándose como garante de lo público”

“El varapalo a la Consejera de Hacienda es igualmente brutal, al atribuirle una mínima voluntad de diálogo, incluso para introducir mejoras que no tienen coste económico”

La presidenta de FORO y portavoz en la Junta General, Cristina Coto, ha considerado hoy “demoledoras las afirmaciones vertidas en la Comisión de Hacienda por los diferentes sindicatos de la función pública en su comparecencia para analizar el Proyecto de Ley del Principado de Asturias de Medidas Retributivas”. Un proyecto que, a juicio de Coto, “es una ley trampa, al mezclar el incremento de un 1% en la retribución de los funcionarios, una medida pírrica pero que no se puede despreciar, con la barbaridad de congelar la carrera profesional”.

“Ha quedado claro que los socialistas llevan años pervirtiendo el modelo de carrera profesional para darle ahora la puntilla final, tras ser creada a bombo y platillo por Areces con fines electorales”, dijo.

“Los sindicatos de la función pública –señala Cristina Coto- ponen en evidencia las mentiras de Javier Fernández, que lleva años negando recortes en la administración autonómica; hoy, por el contrario, han quedado confirmados, especialmente en materia de empleo público, donde se han recortado 1.000 puestos de trabajo en sanidad, y de unas 2.000 jubilaciones en educación solo se han repuesto 400”.

Para la presidenta de FORO “resultan igualmente alarmantes los datos de precariedad en la función pública. El deterioro de nuestro estado del bienestar es obvio, mientras Javier Fernández sigue autoproclamándose como garante de lo público”.

Cristina Coto concluyó afirmando que “el varapalo a la Consejera de Hacienda es igualmente brutal, al atribuirle una mínima voluntad de diálogo, incluso para introducir mejoras que no tienen coste económico, como por ejemplo la asunción de las escalas a extinguir, desligar la promoción interna de  la oferta de empleo publica, articular una promoción interna temporal o la funcionarización de los trabajadores”.