Cristina Coto: “Los socialistas incumplen sus propias normas desde el más puro clientelismo, suspendiendo la carrera profesional y endosando a los empleados públicos su propia ineptitud para negociar acuerdos en la Junta General”
“Sr. Fernández, al despreciar la Función Pública se desprecia Vd. a sí mismo, aunque tal vez después de tantos años de excedencia, pero sumando trienios, ya se olvidó de que es funcionario”
“El problema es que esta actitud produce desmotivación; al quedar en evidencia su intención de desmantelar la Ley de Ordenación de la Función Pública Asturiana solo deja constancia de su propósito de mantener un edificio clientelar”
“Basta con escuchar a los funcionarios, cosa que ustedes no hacen y de la que ellos se quejan, para darse cuenta de que se sienten absolutamente abandonados por su gobierno”
En la mañana de hoy, la presidenta de FORO, Cristina Coto, en el turno de Preguntas al Presidente que tuvo lugar en el Pleno de la Junta General del Principado de Asturias formuló la siguiente:
“¿Cómo justifica el Presidente del Principado su regresiva propuesta de ‘congelación’ transitoria del complemento de carrera profesional, tal y como recoge el Proyecto de Ley del Principado de Asturias de medidas retributivas remitido a esta Junta General y admitido por la Mesa de la Cámara en sesión del pasado 29 de marzo de 2016?”.
Y a continuación, realizó la siguiente réplica:
“Sr. Fernández, cuando vino usted a salvar a Asturias, allá por 2012, para ‘pasar la página de la extravagancia, el desgobierno y la soberbia’, ofreció ‘convicción democrática, humildad y sentido común’, cualidades que lucen por su ausencia clamorosa en un gobierno como el suyo, poco democrático, ensoberbecido y amigo de las ocurrencias sin sentido; y con Vd. a la cabeza, que aborrece y desprecia las reglas elementales del parlamentarismo democrático, considerablemente vanidoso, pagado de sí mismo, y que sobrevive a la deriva, sin mayoría estable y sin programa, dedicado a gobernar a base de contratos menores a dedo.
En aquel discurso de investidura de 22 de mayo de 2012, que hoy se nos muestra como una más que frustrada carta a los Reyes Magos, aparte de muchas lecciones de moral comprometió usted su palabra hasta el absurdo; recordará aquello de que ‘estamos en condiciones de convertirnos en la Alemania de España’; después y echando algunas cuentas, vimos que para alcanzar la tasa de paro de Alemania, por ejemplo, que es del 6,7% Asturias necesitaría 127 años y medio.
Pero hoy le pregunto por la función pública porque usted también en este punto se llenó la boca, y dijo:
‘Mi gobierno defenderá a los empleados públicos de quienes pretendan convertirlos en chivos expiatorios de la crisis. Los defenderá consciente de que si se desprestigia a los empleados públicos es porque se busca el desprestigio de lo público; si se cuestiona la reputación de los servidores del Estado es porque se quiere cuestionar la reputación del Estado mismo, la solución no es debilitar la administración sino fomentar su innovación’.
Ya había hecho apelaciones en 2015: a reducir la reducción de la libre designación, también la temporalidad e interinidad, diferenciar el ámbito administrativo del político. Y su consejera de Hacienda predica reiteradamente el mantra de ‘su compromiso con la recuperación de los derechos perdidos por los funcionarios’. FALSO, tanta palabrería no se corresponde con la realidad, y basta con escuchar a los funcionarios, cosa que ustedes no hacen y de la que ellos se quejan, para darse cuenta de que se sienten absolutamente abandonados por su gobierno.
Y ahora remite a esta Junta General un proyecto de ley que pretende congelar la carrera profesional, la que anunciaron ustedes a bombo y platillo en 2007, año electoral, modificando después la Ley 3/85 de Ordenación de la Función Pública, y generando unas expectativas de progreso que ahora se ven frustradas, mientras muchos funcionarios han venido cumpliendo con sus obligaciones de trabajo y formación para poder beneficiarse de ella.
Así pues incumplen ustedes, los socialistas, sus propias normas, seguramente porque las hacen desde el más puro clientelismo, escondido en la propaganda del engaño, suspendiendo la carrera y endosando a los empleados públicos su propia ineptitud a la hora de negociar y alcanzar acuerdos en el seno de la Junta General, me refiero a los Presupuestos. Es usted, Sr. Fernández, y no sus empleados públicos, los que no superarían la evaluación del desempeño.
Pero es que al margen del capítulo retributivo, se niegan a aplicar la normativa autonómica, los principios de igualdad mérito y capacidad, y lo hacen deliberadamente, y aquí no puede poner excusas presupuestarias pues el cumplimiento de la legalidad no implica coste. Y mire:
- Siguen sin incluir en las RPT’s las funciones de los puestos de trabajo y los correspondientes méritos, posibilitando así la manipulación de los concursos.
- Siguen sin convocar las Jefaturas de Servicio y las Intervenciones Delegadas responsables de garantizar la legalidad, pese a que dijo usted hace más de dos años que acataría la sentencia que anuló TODAS las libres designaciones.
- Siguen cubriendo a su antojo todos los puestos de trabajo pues utilizan las comisiones de servicios para colocar a sus afines.
- Como no convocan los concursos, los funcionarios no pueden consolidar grado personal, vaciándose, también, su carrera profesional vertical.
- Sin concursos tampoco puede haber Oferta de Empleo Público, y sin Prepuesto tampoco, porque podría ser puesta en cuestión, y no hay Presupuesto, de mano porque usted lo trajo a la Junta pero después marchó con él, antes de que pudiera ser votado.
- Sigue utilizando al Adolfo Posada para manipular, con una elección de los funcionarios que imparten los cursos, cuando menos opaca, así como los funcionarios escogidos para asistir a los cursos de formación.
- Deniega sistemáticamente prolongaciones en activo a los funcionarios de carrera so pretexto de que sobran.
Qué decir de la eliminación de la exigencia de ser funcionario para acceder al cargo de director general; de la supresión del complemento de alto cargo, que discrimina a los funcionarios del Principado con los de otras Administraciones y que desincentiva a aceptar estos cargos por las posibles represalias posteriores; qué decir de la introducción de la figura del personal directivo que atenta claramente contra una función pública profesional y seria, o de la supresión de la posibilidad de prolongar la situación activa de los funcionarios de los 65 a los 70 años, haciendo de peor condición, también, a los empleados públicos del Principado frente a los de otras Administraciones e incluso frente a los de las Administraciones Locales y la Junta General.
Sr. Fernández: Vd., al despreciar la FUNCIÓN PÚBLICA se desprecia a sí mismo, aunque tal vez después de tantos años de excedencia, pero sumando trienios, ya se olvidó de que es funcionario.
El problema es que esta actitud produce desmotivación y más: al quedar en evidencia su intención de desmantelar la Ley de Ordenación de la Función Pública Asturiana, y de desconocer las reiteradas sentencias judiciales, que cuestionan la aplicación personal que hace de las normas solo deja constancia de su propósito de mantener un edificio clientelar”.
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