Cuando las urnas arrojaron sus resultados en la noche del 26 de mayo de 2019, y quienes habíamos sido merecedores de la confianza de la ciudadanía nos preparábamos para afrontar cuatro años de trabajo de mejora y avance de nuestros municipios, nadie podía imaginar lo que estaba por venir y que nos ha cambiado la vida a todos. Una pandemia que nos obligó a ver las cosas de otro modo, en lo personal y en lo profesional, pero que a los alcaldes y alcaldesas no nos ha apartado ni un ápice del objetivo que asumimos cuando fuimos elegidos: trabajar para mejorar la vida de nuestros vecinos y vecinas.

Y no ha sido fácil. Hemos tenido que redefinir las prioridades, sin olvidar aquellos compromisos que asumimos en nuestros programas electorales, pero anteponiendo lo urgente, la respuesta a una emergencia sanitaria sin precedentes. Como la administración más cercana al ciudadano, hemos trabajado para atender las necesidades de las familias más vulnerables y para apoyar a nuestro teijdo económico: al comercio, a la hostelería… Hemos tratado de ser una administración en la que nuestros vecinos y vecinas puedan confiar, hemos escuchado sus problemas y hemos trabajado para ofrecer soluciones. Ante una situación difícil que nadie esperaba y para la que nadie estaba preparado, hemos estado al pie del cañón.

El esfuerzo de todos, de las distintas administraciones, de los asturianos y asturianas que han actuado con sacrificio y ejemplaridad en estos difíciles meses, de un enorme esfuerzo de vacunación que comienza a dar sus frutos, permite ver ahora la luz al final del túnel y pensar en un horizonte de optimismo y esperanza. Y los ayuntamientos no somos ajenos a esta nueva realidad. Los alcaldes y alcaldesas tenemos ganas e ilusión por reactivar todos los proyectos y actuaciones que en la pasada campaña electoral trasladamos a nuestros vecinos y vecinas y a los que nunca renunciamos, aunque la pandemia nos obligara a redefinir nuestro esquema de prioridades.

Y vamos a trabajar con más fuerza que nunca porque esos proyectos se conviertan en una realidad. Es verdad que los recursos son finitos y las necesidades tienden al infinito, pero contamos con alguna baza a nuestro favor. Por fin podemos utilizar nuestros remanentes, esos ahorros que hasta ahora teníamos en el banco y que una ley del PP, allá por el año 2012, nos había confiscado. Gracias al actual gobierno de Pedro Sánchez podemos movilizar esos recursos, como también contamos con un incremento de las transferencias por nuestra participación en los tributos del Estado, aumento que ya se dio en 2020 y que se repite también en 2021.

Desde la prudencia, porque la pandemia ha mejorado pero el virus sigue ahí, los alcaldes y alcaldesas confiamos en un futuro mejor y vamos a trabajar decididamente por ello. Quedan dos años para hacer realidad esos proyectos que la pandemia ha ralentizado, pero que siguen muy vivos. Y vamos a poner todas nuestras ganas, nuestra voluntad y nuestro esfuerzo para que, en el plazo más breve posible, puedan convertirse en realidad.