El secretario general de la FSA-PSOE y presidente del Principado, Adrián Barbón, ha hecho hoy balance de su primer año al frente del Gobierno asturiano. Una etapa marcada por la crisis sanitaria del coronavirus y por la gestión de la misma, que Barbón resumió en una frase contundente: “Asturias ha estado a la altura”.
En su comparecencia, Barbón destacó que su Ejecutivo ha trabajado para llevar adelante los compromisos anunciados en su discurso de investidura. Citó los logros conseguidos en distintos ámbitos como la economía (la aprobación de los presupuestos de 2020 o el acuerdo sobre financiación autonómica), el apoyo a la industria (la creación de la oficina de atracción de inversiones o la defensa del arancel ambiental europeo), la defensa de los intereses de Asturias en materia de infraestructuras, el fortalecimiento del estado de bienestar (el plan para la reducción de las listas de espera en dependencia o salario social), el impulso decidido a la ciencia, la lucha contra la violencia machista y para que Asturias sea una comunidad libre de LGTBIfobia o la apuesta por el medio rural como clave de futuro. Ámbitos, dijo, en los que se han dado pasos adelante y sobre los que se actuará “con esfuerzo y trabajo compartido” en los tres próximos años de legislatura.
Con todo, Barbón recalcó que la crisis del coronavirus ha marcado un antes y un después. “¿Y cómo no vamos a estar orgullosos de la respuesta que ha ofrecido Asturias?”, reflexionó, destacando la “anticipación” con que ha actuado el Gobierno en todo momento, lo que ha permitido una “incidencia menor” de la pandemia en la comunidad. Incidió en la reacción sanitaria pero también en la respuesta económica al impacto de la crisis, con una movilización de recursos de 75 millones de euros.
“Asturias ha estado a la altura y tenemos que seguir estándolo, demostrando coraje y valentía y dando la cara ante los problemas”, remarcó el secretario general de la FSA-PSOE y presidente del Principado, que además de hacer balance del ejercicio transcurrido puso también la vista en el futuro inmediato, señalando una serie de retos a afrontar.
Retos para los que apeló al “acuerdo” de los partidos, dejando claro que la sociedad “no entendería” que se antepusiera el tacticismo político y llamando al “diálogo” y la “altura de miras”. Aludió, por ejemplo, a los presupuestos del próximo ejercicio, a la reforma de la administración para hacerla “más ágil y moderna”, a la combinación de “la tradición y el futuro industrial” o al fortalecimiento del estado de bienestar y, singularmente, del sistema sanitario.
Retos que Barbón ve factible alcanzar actuando “con valentía y hambre de futuro”, para que Asturias orille el mensaje de la decadencia y afronte un futuro marcado por la esperanza y la prosperidad.
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