La consejera de Educación, Cultura y Deporte, Ana González, ha indicado hoy que el objetivo de los bancos de libros es avanzar en la gratuidad de la enseñanza obligatoria y ha asegurado que la mayoría de los centros educativos coinciden con esta finalidad. La consejera, que ha hecho estas declaraciones tras participar en la inauguración de la Semana Negra de Gijón, ha recordado que su departamento ha flexibilizado su posición inicial y ha planteado que sean los centros de manera voluntaria quienes decidan si gestionan el préstamo de material escolar.

“Su preocupación es porque consideraban que en el mes de junio no podían articularlo y nos han escrito. Hemos flexibilizado la postura para que sea voluntario y no tenga carácter obligatorio como habíamos pensado inicialmente. Entre las razones que arguyen es que algunos ya tienen uno y no hemos logrado compatibilizarlo, hemos admitido esa flexibilización e iremos trabajando ya durante el próximo curso todo lo que tiene que ver con la construcción de los bancos de libros de texto”, ha explicado.

La responsable de Educación también ha insistido en que la mayor parte de los centros coinciden con el objetivo y que el siguiente paso es ver cómo se articula el sistema. “Cuando hablamos de libros de texto, hablamos de una decisión de los centros educativos, los que ponen o no libros de texto no es la Consejería, sino cada colegio o instituto. Hay centros y profesorado que no trabajan con libros de texto”, ha asegurado.

La consejera ha añadido que la cuestión final es cómo avanzar en la gratuidad de la enseñanza obligatoria, donde cobra un peso específico no solo el libro de texto, sino el material didáctico. Además, ha señalado que todos los años se dedica una cantidad económica a las ayudas a libros de texto, que se gasta y se agota, ya que es una ayuda individual que posteriormente no revierte en el sistema educativo.

Asimismo, ha asegurado que la propuesta de la Consejería parte de ideas recogidas por profesorado, centros educativos y asociaciones de madres y padres, y que la intención es desarrollar un sistema para poder llevarlo a cabo.

 

En lo que respecta a la posibilidad de abrir los comedores escolares en verano para los menores con una situación económica desfavorecida, la responsable de Educación ha recordado que el Principado considera que cuando hay un menor con problemas de alimentación por cuestiones económicas, también hay una familia con problemas económicos y que, por tanto, hay que intervenir con el conjunto de la familia.

Por ello, ha añadido, la Consejería de Bienestar Social ha articulado un plan para atajar estas cuestiones y dar respaldo no solo a los menores, sino también a todas las personas con necesidades. “Creemos que hay que trabajar con toda la unidad familiar y que debe pilotarse desde Bienestar Social”, ha apuntado.

 

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