La consejera de Servicios y Derechos Sociales ha entregado hoy el Premio José Lorca a la Promoción y Defensa de los Derechos de la Infancia a la Fundación Cruz de los Ángeles, por sus 55 años de trabajo con menores en Asturias. Pilar Varela ha valorado la labor de la entidad, con gran implantación y reconocimiento social en el ámbito de la infancia, y su capacidad para renovarse y adaptarse a los cambios sociales desde una perspectiva innovadora y de cooperación leal con la Administración.

El Premio José Lorca está dotado con 6.000 euros y una cerámica donada por la Fundación Vinjoy, titulada Amistad y elaborada por Noemí Fernández Lorences en el marco del programa Modelando ilusiones, en el que también participan la Factoría Cultural de Avilés y la Universidad de Oviedo.

A esta undécima edición del galardón, que reconoce aquellas actuaciones que contribuyen a la prevención, promoción, atención, defensa y difusión de los derechos de los menores, han concurrido cuatro aspirantes. La distinción se entrega coincidiendo con la conmemoración del Día de la Infancia y admite candidaturas de trabajos de investigación o estudio, iniciativas formativas o divulgativas y de sensibilización social, así como actividades, programas o proyectos.

Al acto de entrega celebrado en Oviedo han asistido también la directora del Instituto Asturiano para la Atención Integral a la Infancia, Ana Farpón; la secretaria del jurado y viuda del fiscal José Lorca, Rosario Arenas, y otros miembros del jurado, además de premiados en anteriores ediciones, representantes de asociaciones y técnicos que trabajan en el ámbito de la infancia. Por parte de la fundación, ha recogido el galardón su directora, Maria Teresa Estrada.

La Fundación Cruz de los Ángeles surgió en Oviedo en 1962 como asociación destinada a la acogida de niños, jóvenes y adultos desamparados que carecían de recursos. Posteriormente, en 1965, la entidad, que toma su nombre del escudo de la capital asturiana, abrió las primeras casas para menores como alternativa a entornos familiares deteriorados, en graves dificultades o inexistentes.

Su principal transformación llegó en el año 2000 con su reconversión en fundación, momento en que se modernizó su gestión y acompasó su actividad con las nuevas necesidades sociales. Actualmente, trabaja con menores en situación de desamparo o conflicto social desde una intervención especializada y centrada en la innovación que abarca desde la prevención a la integración social. Cuenta con centros distribuidos en diversos puntos de la geografía española, si bien es en Asturias donde tiene mayor implantación y reconocimiento social.

La fundación colabora con el Principado en el acogimiento residencial de niños y adolescentes de 0 a 18 años y desarrolla programas de apoyo e implantación comunitaria para infancia, juventud y familias. En concreto, gestiona dos centros de día de menores y una unidad de 0 a 3 años. También impulsa iniciativas como Sol a sol, de apoyo a menores y sus familias; Con mi familia, para jóvenes de entre 12 y 18 años, y otros de apoyo a necesidades educativas especiales y soporte a la emancipación.

En 2016, 187 menores participaron en los planes que ejecuta la fundación en Asturias.