La incidencia de la tuberculosis en Asturias se sitúa actualmente en 10,4 casos por cien mil habitantes, un 56% menos que hace una década. No obstante, pese al descenso del número de afectados, que se inició hace dos décadas y que continúa a un ritmo anual del 6,7%, esta patología se mantiene como un serio problema de salud pública en la comunidad.

En 2017 se contabilizaron en el Principado 107 casos, frente a los 257 registrados en 2007. La tasa de incidencia se redujo en esos diez años de 23,9 a 10,4 casos por cada 100.000 personas.

Estas cifras son similares a las de los países más avanzados de Europa y se sitúan ligeramente por encima de la media nacional, igual que ocurre con las demás comunidades de la cornisa cantábrica y con Cataluña.

Estas son algunas de las conclusiones del informe Once años de tuberculosis en Asturias: 2007-2017, presentado hoy por el director general de Salud Pública, Antonio Molejón, y el jefe de servicio de Vigilancia y Alertas Epidemiológicas, Ismael Huerta. El estudio refleja que la enfermedad es más frecuente en hombres que en mujeres, con porcentajes del 65% y del 35%, respectivamente, y que las mayores tasas de incidencia se concentran en el grupo de más de 75 años (37% del total) y sobre todo en zonas rurales y semiurbanas.

El 90% de los nuevos casos se dan entre personas de nacionalidad española, frente a un 10% de extranjeros afectados que, en su inmensa mayoría (82%), se infectan en España.

La tuberculosis pulmonar exclusiva se mantiene como la más común (69% de los casos). Además, aunque se trata de una enfermedad de declaración obligatoria, el 28% de las afectaciones no se declaran, por lo que resulta necesario el apoyo y esfuerzo de los servicios sanitarios para completar la información real sobre la enfermedad en Asturias.

Salud Pública ha participado en el período analizado en 227 alertas y 14 brotes de tuberculosis que han afectado a 3.583 personas con riesgo de contraer la infección y 286 personas con tuberculosis confirmada, de las cuales 232 precisaron hospitalización y entre las que hubo 11 fallecimientos.

Los factores de riesgo más frecuentes son el tabaquismo (21,3% de los casos), el contacto con otros afectados por la enfermedad (14%), la diabetes (11,5%), el alcoholismo (9,4%) y la neoplasia, la silicosis y la inmunosupresión, cada uno de ellos con valores cercanos al 8%.

La tuberculosis se produce por un tipo de bacterias (micobacterias), afecta principalmente a los pulmones y se contagia básicamente por vía aérea. Sin embargo, tras la infección, solo el 10% de las personas desarrollarán la enfermedad; la mitad de ellas, en los dos primeros años.

Esta patología se puede curar si se siguen correctamente las pautas médicas y se completan los tratamientos, que suelen durar varios meses. Para lograrlo, son muy importantes varios factores: la detección temprana, el seguimiento intensivo de los casos y el estudio riguroso de las personas que mantienen contacto con enfermos.

El informe completo se puede consultar en el siguiente enlace:

https://www.astursalud.es/documents/31867/220709/Informe+TB+Asturias+2007-2017_web.pdf/5a88731f-8403-29bb-a3dd-a9955ebd8cc8

 

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