La cría de oso cantábrico recogida a finales de mayo en las inmediaciones del cercado de Proaza, conocida como Saba, fue reintroducida ayer en la vertiente asturiana de la zona occidental del Parque Nacional de los Picos de Europa. Se culmina así un trabajo coordinado del personal del parque en el que han participado las tres comunidades autónomas que cogestionan el espacio protegido, Asturias, Cantabria y Castilla y León, bajo supervisión del Ministerio para la Transición Ecológica.

La zona donde fue liberada se eligió teniendo en cuenta numerosa factores, entre los que destacan la disponibilidad de alimento y la escasa presencia humana. Su traslado al núcleo oriental de la cordillera cantábrica podría contribuir a conectar la población osera de esta área, no muy numerosa, con la del occidente, mucho más estabilizada.

La Guardería de Medio Natural del Principado recogió la cría a finales de mayo en las inmediaciones del cercado osero de Proaza. Padecía desnutrición, deshidratación y alteraciones neurológicas y fue enviada a un centro veterinario para estabilizarla. Tras su ligera mejoría, se trasladó al Centro de Recuperación de la Fauna Silvestre, en Cantabria. Durante los tres meses que permaneció allí alcanzó un desarrollo óptimo, hasta llegar a los 23 kilogramos de peso. En ese momento, en septiembre, se trasladó al recinto de Valsemana, en León, donde permaneció mes y medio de adaptación para su reintroducción en el medio natural.

Con su reintroducción en un entorno favorable para su desarrollo ha concluido sólo una parte del proceso. A partir de ahora comienza la fase de seguimiento, en la que se utilizará tecnología de geolocalización y monitorización en tiempo real y continuará el trabajo coordinado de las tres comunidades del Parque Nacional de Picos de Europa.