La Unesco ha decidido incluir la técnica de construcción de la piedra en seco asturiana en la lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, en respuesta a una candidatura conjunta promovida por ocho países europeos y en la que ha participado activamente el Principado, además de otras ocho comunidades españolas.

Es la primera vez que la Unesco incorpora un bien del patrimonio cultural inmaterial asturiano a esta lista. El Ejecutivo autonómico, a través de la Consejería de Educación y Cultura, impulsó la participación de la comunidad en esta candidatura internacional. Por esta razón, el consejero Genaro Alonso ha explicado hoy en el Museo Arqueológico las características de la propuesta reconocida por la Unesco, la naturaleza del bien patrimonial distinguido y su relevancia en las formas de vida tradicionales.

La propuesta fue promovida en un principio por Grecia y Chipre y, posteriormente, se sumaron a ella Croacia, Francia, Italia, Eslovenia, Suiza y España. Junto con Asturias, la participación nacional la completan Galicia, Baleares, Cataluña, Comunidad Valenciana, Aragón, Extremadura, Andalucía y Canarias.

La inclusión de esta técnica en la lista mundial de la Unesco fue decidida recientemente por el comité intergubernamental de salvaguarda del patrimonio inmaterial del organismo, en su reunión anual, celebrada en Port-Louis, en la República de Mauricio. Este acuerdo lleva aparejado fundamentalmente el compromiso de los países que integraron la candidatura de ejecutar medidas de salvaguarda específica para el mantenimiento y la difusión del trabajo con la piedra en seco.

La Unesco destaca en su resolución que las estructuras construidas mediante este procedimiento son “un ejemplo de relación equilibrada entre el ser humano y la naturaleza”, además de reconocer que sirven “en la prevención de desastres naturales” y contribuyen “a luchar contra la erosión y desertificación, a mejorar la biodiversidad y a crear condiciones microclimáticas propicias para la agricultura”.

La Dirección General de Patrimonio Cultural incluyó la técnica constructiva de la piedra en seco en el censo de patrimonio cultural inmaterial de Asturias en agosto de 2016, poco después de constituirse el grupo de trabajo que, coordinado por el Ministerio de Cultura, iba a elaborar la parte española del expediente de la candidatura.

Durante el proceso de preparación de la propuesta, el Principado llevó a cabo el trabajo de documentación sobre esta técnica tradicional en la comunidad y elaboró una memoria que constata que la piedra en seco está presente en todo el territorio, aunque es mayoritaria en la zona rural y en lugares de difícil acceso, como las brañas y majadas.

El procedimiento consiste en construir elementos piedra sobre piedra, sin emplear morteros o argamasas de unión, y aprovechando su peso y su forma para equilibrar y estabilizar los muros. Su sencillez tecnológica, instrumental y formal ha permitido ponerlo en práctica tradicionalmente de manera autónoma, sin necesidad de contratar a un especialista.

Las personas portadoras del conocimiento sobre esta técnica y que la practican responden a dos tipologías. Por una parte, aquellas que la han aprendido mediante la experiencia y la oralidad, como los propietarios de caserías, que son capaces de mantener y reparar elementos de piedra en seco, y los mamposteros o canteros, profesionales de la construcción que comenzaron a trabajar muy jóvenes. Por otro lado, hay un grupo que ha aquirido habilidades en escuelas-talleres o mediante otro tipo de formación estandarizada, pero no reglada ni académica. Estos últimos, al igual que los mamposteros, son quienes actualmente aplican sus conocimientos en la creación, rehabilitación o restauración de arquitecturas en piedra seca, estrechamente relacionadas con las políticas de conservación patrimonial.

 

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