Las obras de renovación de pavimento de la antigua carretera entre Corigos y Cabañaquinta, y de la travesía de esta última localidad, en el concejo de Aller, están ejecutadas en un 95% y se prevé que concluyan a mediados de este mes.

La consejera de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Belén Fernández, ha visitado hoy el municipio para comprobar la marcha de los trabajos junto con el director general de Infraestructuras, Juan Fernández Pereiro, y el alcalde de Aller, David Moreno. La actuación se centra actualmente en poner a cota los 23 pozos y sumideros de la travesía de Cabañaquinta afectados por la intervención. Seguidamente, se repintarán las marcas viales.

Las obras, adjudicadas a la empresa Tratamientos Asfálticos S.A en 529.200 euros, consisten en la reparación del firme de la AS-112ª, la antigua carretera entre Corigos y Cabañaquinta, de 4.760 metros de longitud, y de la travesía de la capital del concejo, de 1.180 metros.

La actuación ha incluido la limpieza general de la carretera, el saneo de blandones y la mejora del drenaje, con la construcción de casi un kilómetro de cuneta de dren. La pavimentación se ha realizado con una capa de mezcla bituminosa en caliente de 4 centímetros de espesor, previa regularización del firme donde ha sido preciso.

Por otra parte, en el punto kilométrico 14+700 se ha construido un zuncho de hormigón de 10 metros para sostenimiento de la carretera. También se han repuesto 20 señales verticales.

La consejera de Fomento ha señalado que las obras de renovación de pavimento de la carretera AS-253, que comunica Cabañaquinta con el puerto de San Isidro, se adjudicarán previsiblemente esta semana. De acuerdo con el plazo de ejecución, de cinco meses, finalizarán antes de la próxima temporada de esquí.

Los trabajos, que fueron licitados con un presupuesto de 824.984,06 euros, consistirán en renovar el pavimento de 6.610 metros de carretera y reparar una escollera deteriorada en el punto kilométrico 5+600, en la margen derecha de la vía. Para ello, se construirá un muro de escollera de 35 metros de longitud y 6 de altura, sobre una base hormigonada.

Las obras incluyen también la limpieza previa de la vía, la mejora del drenaje con 60 metros de cuneta con bordillo y la colocación de 40 metros de barrera de seguridad, así como el repintado de marcas viales en todo el tramo afectado por las obras.

 

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