En una rueda de prensa, el portavoz parlamentario Rafael Palacios y la portavoz de Podemos Asturies Ana Taboada, han recordado que al plan le quedan dos años y un 66% de la inversión comprometida por cumplir. “Eran 178 millones para la red de ancho métrico y 228 para la red de Cercanías Renfe, con 121 actuaciones identificadas. ¿Cabe esperar que con este nivel de incumplimiento acumulado empecemos a ver desmoronarse también el servicio de Cercanías Renfe? ¿Cuántas mejoras que se estimaron necesarias cuando se firmó el acuerdo se han dejado de ejecutar?”, han advertido.

Todo esto en un contexto en el que las infraestructuras ferroviarias asturianas “son un desastre como consecuencia de una mala gestión”, han criticado. Y en referencia al problema de los trenes con los gálibos mal calculados han explicado que “no nos puede distraer de las carencias a gran escala que tenemos en Asturies con el tren”. Así, lo ocurrido “es solamente el síntoma de una grave enfermedad: la gestión cortoplacista y errática, basada en ir gestionando la ruina y la decadencia”, han señalado.

Además, para los dirigentes morados “una gestión en la que no hay rastro de la visión a gran escala que resulta imprescindible en algo tan fundamental como el transporte público, la vertebración del territorio y las conexiones de Asturies al exterior. El Gobierno asturiano no está a la altura de las circunstancias cuando se trata de defender nuestros intereses en Madrid.

Según Palacios y Taboada, “la chapuza constatada, en realidad, tendrá como consecuencia que se retrase lo que no es otra cosa que un parche, insuficiente para recuperar un servicio útil y fiable en la red de la antigua FEVE. Repetimos, los trenes comprometidos y ahora retrasados ya eran insuficientes para cubrir las necesidades de la red. Es decir, hablamos de un parche que ya llegaba tarde, mal y nunca y ahora va a llegar más tarde aún”.

Además, han apuntado que los problemas no pasan solo por la carencia y la obsolescencia de material rodante, “siguen faltando por un lado maquinistas y por otro, grandes mejoras de infraestructura. Esta tormenta perfecta nos condena a tener actualmente tiempos de viaje similares a los de 1960”. En ese sentido, han recordado que “hay otros problemas persistentes que están afectando a los viajeros y que deberían ser solucionables sin falta de grandes inversiones, como la falta de billetes y abonos integrados entre las dos redes de Cercanías que, a todos los efectos, son parte de la misma empresa pública desde hace diez años”.

Para Palacios y Taboada, que esto siga así “solo se puede achacar a la desidia y la falta de voluntad por parte de los gestores de Renfe para prestar un mejor servicio a la ciudadanía, ante la indolencia del Gobierno de Asturies”. Además, han criticado el hecho de que los y las viajeras entre Asturies y Madrid y otros destinos no puedan disfrutar de abonos y, por tanto, se vean excluidos a su vez de “una medida tan importante en la actual coyuntura económica como han sido los descuentos en abonos de transporte, que sin embargo sí están disponibles para viajar con una empresa privada de autobuses”.

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