Daniel Ripa señaló esta mañana, tras la decisión de los demás grupos políticos de paralizar las labores de la comisión de investigación sobre fondos de formación sin llegar a debatir y votar el dictamen, que «es un día negro para el Parlamento asturiano, porque se mira para otro lado con cosas que no interesa remover. Nos hemos encontrado con un pacto de todos los partidos, con algunos que han cambiado su posición en el día hoy, para no investigar qué pasó con esos 351 millones de euros de formación». El diputado y secretario general de Podemos Asturies denunció que «si la primera medida de Adrián Barbón como secretario general de la FSA fue subirse el sueldo a 4.500 euros, la primera de Juan Vázquez como candidato de Ciudadanos ha sido parar la investigación en los cursos de formación y cambiar el voto para que no se investigue la corrupción del PSOE asturiano. Obviamente no es por regenerar; es por anticipar, probablemente».

El representante del partido morado aseguró que «toda Asturias sabe que esos 351 millones no sirvieron para que cualquier persona pudiera encontrar trabajo, sino para que se crease una estructura de fondos de formación con redes de liberados, medios, locales y operaciones inmobiliarias que se sostenía porque había dirigentes políticos que miraban para otro lado». Añadió que «hay indicios suficientes para decir que hubo presuntas irregularidades. Una decena de comparecientes han relatado, con pelos y señales, el desvío de dinero de fondos de formación para contratar gente, gastos de lujo y operaciones inmobiliarias, y cómo se accedía a cursos de formación privilegiados por afinidad y no por una convocatoria pública, cómo se doblaba el precio de libros de texto, ordenadores y materiales para obtener beneficio…».

Todo esto, recalcó, «ha ido dando la razón al procedimiento judicial que ha habido. ¿Y por qué a pesar de que había indicios de presunto desvío de fondos el Gobierno asturiano no hizo nada, ni siquiera cuando la Guardia Civil entró en la sede de UGT?». En su opinión, «ha habido intereses y presiones muy fuertes sobre esta comisión de investigación, muchas llamadas de representantes sindicales y de la patronal, de dirigentes políticos y de empresas de formación para decirles a algunos partidos que tenían que dejar de investigar. Y lo que ha pasado hoy es que se han plegado a esos intereses».

Daniel Ripa saca en conclusión que «hay partidos políticos que no quieren remover, quieren esconder la basura debajo de la alfombra. Es una vergüenza, una indecencia democrática, y así lo he dicho en la comisión. Porque ha habido gente que ha venido a la comisión de investigación jugándose su calidad de vida, su bienestar psicológico, su futuro profesional, que han recibido amenazas, y es vergonzoso cómo responde el Parlamento ante la gente que da un paso para denunciar la corrupción». Dejó claro que «si ganamos las elecciones en mayo reabriremos esta comisión de investigación y llegaremos hasta el final, caiga quien caiga. Ese es nuestro compromiso desde Podemos Asturies».

Por su parte, Emilio León, presidente de la comisión de investigación, señaló que «lamento que no se hayan podido concluir los trabajos, era un dictamen sólido, ningún grupo se ha opuesto. No se ha votado contra el dictamen sino contra la continuidad de la discusión, y creo que un Parlamento tiene que estar abierto a la discusión para rematar un trabajo como este, de varios meses». El diputado de la formación morada afirmó que «hoy los grupos parlamentarios, a excepción de Podemos Asturies, han decidido dejar de discutir sobre un dictamen que contenía más de ochenta páginas de diagnóstico, tanto sobre la situación laboral y el fracaso de las políticas de empleo como sobre el presunto desvío de fondos destinados a la formación para el empleo. Los mismos indicios que justificaron la entrada de la Guardia Civil en la sede de un sindicato parece que no son suficientes para los parlamentarios».