En segundo lugar, el diputado ha criticado la actitud del PSOE y de Izquierda Unida en el transcurso de la comisión de investigación. “Sabíamos que había partidos que no querían que se celebrase esta comisión, que hicieron todo lo posible por que no se investigase la formación para el empleo, que intentaron que no se constituyese la comisión y que no se celebrasen las comparecencias, pero tras diez días de sesiones estamos convencidos de que PSOE e Izquierda Unida tienen las conclusiones ya redactadas: un folio en blanco. Esas son las conclusiones que PSOE e IU han preparado para esta comisión de investigación, y parecía que las tenían preparadas de antemano”.

Ripa les ha afeado que, durante las comparecencias, “atacaran a las personas que aportaron pruebas y acusaciones, mientras que por el contrario no realizasen preguntas o incluso defendiesen a otros comparecientes. Ha habido preguntas exculpatorias para la gente que incluso está imputada por presunta corrupción, ausencia de preguntas en otros casos, y las únicas preguntas incisivas eran para las personas que venían a denunciar los presuntos delitos. Es increíble que las personas que han sido acosadas durante años por denunciar prácticas irregulares hayan sido quienes han tenido que escuchar cosas como que ‘por qué la Xunta Xeneral paga el viaje a un compareciente que venía de Andalucía a explicar la similitud de las presuntas prácticas de corrupción’. Es una vergüenza. Antes y durante las comparecencias hemos visto una actitud obstruccionista indignante, y esperemos que esto no suceda en la realización de las conclusiones”. En ese sentido, el parlamentario ha instado a Izquierda Unida a “quedarse en las conclusiones en blanco o a ponerse del lado de quienes investigan e intentan saber por qué hubo una presunta corrupción”.

Asimismo, Ripa se ha referido a las “severas dificultades” a las que se ha enfrentado la comisión de investigación. Ha criticado que “varios altos cargos de UGT que ocupaban puestos de responsabilidad no han comparecido, como Eduardo Donaire. Donaire, uno de los máximos responsables y a quien se vincula con la creación de Infastur, la empresa pantalla de la que presuntamente se desviaron fondos para comprar un local en una operación inmobiliaria en La Felguera o para comprar el coche personal de Justo Braga, con fondos de formación, no vino a dar explicaciones. Tampoco muchos otros responsables de UGT. Y los que han venido se han negado a hablar, como es el caso de Justo Braga, Carmen Caballero, Julio Zapico o Wenceslao López. O no han venido, o no han hablado o los que han hablado han dicho que no sabían nada, como Marina Pineda, que sistemáticamente se le apuntaba un rol importante en el asesoramiento de la ejecutiva de UGT, y dijo que no sabía nada. Estamos ante una omertá en UGT que lejos de despejar las dudas provoca el efecto contrario. Si los altos cargos vienen acompañados de su abogado o no aparecen, todo apunta a que en realidad o no quieren colaborar o no quieren contar cosas que son difícilmente explicables”.

Por otra parte, el secretario general de la formación ha hecho referencia a “una realidad paralela del resto de agentes sociales de la administración que han circulado por la comisión, donde sistemáticamente han repetido el mantra de que los controles eran más que exhaustivos. En realidad, lo que sabemos es que nada cambió en las prácticas de control después de que la policía entrase en la sede del sindicato, algo inconcebible. Lo que había es un cierre de filas tanto de otros agentes sociales como de la administración, y esto es preocupante”. A pesar de ello, “se ha constatado que había un mecanismo que permitía el fraude. La Sindicatura de Cuentas dijo que el mecanismo de subcontratación era legal en ese momento. El Síndico dijo que en 2009 IFEX era una entidad muy prestigiosa y que le creían. No se exigían las facturas, no se comprobaba que el gasto fuese real y ese mecanismo permitió durante varios años el fraude, entre 2009 y 2013”.

Además, ha añadido, “también ha quedado constatado que había una insuficiente evaluación de los resultados, como explicaremos en el informe de conclusiones de la comisión. El único indicador era la tasa de inserción, es decir, que después de la formación se encontrase un empleo, pero no se detallaba qué clase de empleo ni sus condiciones. No se podía saber si una acción formativa era eficaz en el medio plazo. En la comisión de investigación nos encontramos con una paradoja: la formación era útil cuando no era necesaria pero cuando era necesaria no era útil”.

Por último, Ripa ha anunciado que además de estar a la espera de recibir más información relativa a los cursos del carnet de conducir, “hemos solicitado más información relativa a las cooperativas de vivienda que realizó UGT, a cursos como el de cortadores de jamón, a los viajes institucionales en los que participaron los agentes sociales, etc. El buzón para aportar información a la comisión sigue abierto e insistimos en la necesidad de que la ciudadanía colabore”.