
CTIC Centro Tecnológico convierte su sede en Gijón en un entorno de pruebas para explorar cómo interactúan las personas con vehículos autónomos industriales. La iniciativa forma parte del proyecto nacional MEDUSA, que apuesta por una tecnología ética y centrada en las personas.
CTIC Centro Tecnológico ha transformado su sede en el Parque Científico Tecnológico de Gijón en un espacio de validación avanzada para probar nuevas formas de teleoperación de vehículos autónomos industriales. Durante tres días, se realizan demostraciones que analizan cómo las personas interactúan, supervisan y controlan remotamente estas máquinas en situaciones críticas, un paso clave hacia la industria 5.0.
El proyecto se enmarca dentro de la Red de Excelencia Tecnológica MEDUSA, una iniciativa nacional que reúne a los centros tecnológicos IBV, IKERLAN, TECNALIA y CTIC. Las pruebas se centran en evaluar la usabilidad y fiabilidad de una interfaz inmersiva desarrollada por CTIC, que permite controlar vehículos autónomos sin contacto visual o físico directo. El objetivo: garantizar que el diseño tecnológico se adapte a las necesidades reales de los trabajadores del futuro.
Jimena Pascual, directora de Innovación Organizativa y Social de CTIC, destaca que "la tecnología no debe ser una barrera, sino una herramienta inclusiva que mejore la empleabilidad y facilite la adaptación a los nuevos entornos laborales". El enfoque ético y el diseño centrado en las personas son claves en este proceso, subraya.
Los experimentos no solo miden la eficiencia técnica de los sistemas, sino también cómo los operadores perciben la interacción: el nivel de confianza, la carga mental, el control que sienten durante la operación y la capacidad de tomar decisiones en tiempo real. Para ello, se emplean sensores biométricos que registran parámetros como la respiración, el movimiento ocular, la conductividad de la piel o la actividad cerebral, datos que TECNALIA analiza para aportar una visión completa del estado físico y emocional del operador.
El ensayo busca validar los sistemas en escenarios realistas, reforzando la confianza del usuario a través de la transparencia y la adecuación del diseño. Esta experiencia también pretende avanzar en la creación de entornos laborales seguros, sostenibles y respetuosos con el bienestar del operario.
Además de su participación en MEDUSA, CTIC forma parte de otras Redes de Excelencia CERVERA como IBERUS (digitalización del sector sanitario), CEL.IA (aplicaciones prácticas de inteligencia artificial) y ARQA (innovación en computación cuántica para la empresa). Todas ellas comparten una visión de transformación digital comprometida con la sostenibilidad y las personas.
El proyecto MEDUSA cuenta con financiación del Ministerio de Ciencia e Innovación a través del CDTI, en el marco de los fondos europeos Next Generation EU del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de la UE.
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