Vozpópuli:  Los sindicalistas mineros premiaron a Jesús Caldera por impulsar el geriátrico VIP.

 En Derecho suele decirse que a confesión de parte, sobran pruebas. En diciembre de 2011, los sindicalistas mineros que encabezaba José Ángel Fernández Villa entregaron al exministro Jesús Caldera la Medalla de Honor de la Mutualidad y Montepío de la Minería Asturiana. Una condecoración con la que agradecían al Gobierno del PSOE dirigido por José Luis Rodríguez Zapatero las modificaciones legales hechas ad hoc para pagar los 31 millones de euros que costaba la Residencia de Mayores SPA La Minería ubicada en Felechosa (Asturias). Un escándalo que ha aflorado durante la comisión de investigación sobre el patrimonio oculto de Fernández Villa en el Parlamento asturiano. Este miércoles termina dicha comisión y resulta previsible que PSOE y PP mirarán para otro lado mientras UPyD intentará aclarar estas espinosas cuestiones.

Lógicamente la concesión de esa medalla a Caldera pasó casi inadvertida en su momento, pero cobra un significado especial ahora, teniendo en cuenta que el Gobierno del PSOE dirigido por Zapatero cambió por Real Decreto la legislación para que el Estado se hiciera cargo de las obras de ese geriátrico VIP. Más en concreto, el Ministerio de Industria que entonces dirigía Miguel Sebastián modificó en verano de 2009 otro decreto de 2007 para que el Instituto del Carbón, dependiente de Industria, pagase los 31 millones que cuesta la obra. Así, posteriormente el Estado firmó un convenio con el Principado de Asturias para sufragar el total de las obras.

Tal y como consta en la propia web de la citada mutualidad, conocida como Montepío a secas, en diciembre de 2011 el ya exministro de Trabajo y Asuntos Sociales Jesús Caldera, que ocupó dicha cartera en el primer Gobierno de Zapatero, visitó Asturias para recibir la Medalla de Honor de esta entidad privada. En concreto, se destacaba “la decisiva labor realizada por don Jesús Caldera en su etapa como ministro de Trabajo y Asuntos Sociales de España, para que pudiera hacerse realidad el proyecto de la Residencia de Mayores La Minería”. Una residencia que en aquel entonces ya se estaba terminando de construir.

De hecho, el presidente del Montepío, José Antonio Postigo, que llegó a ese cargo gracias a su cercanía al omnipotente y omnipresente Fernández Villa, fue muy claro en sus agradecimientos a Caldera. Destacó “un apoyo político, administrativo y social vital para que la Residencia de Mayores comenzase a andar como proyecto y posterior inclusión como obra singular en el Programa Estatal de reactivación de las Comarcas Mineras (2006-2012) y como Obra de Utilidad Pública y Social en Asturias dado su carácter histórico para el mutualismo minero y las acciones dirigidas a elevar el listón de los servicios residenciales a personas mayores”.

“Desde entonces este proyecto -decía Postigo-, con un presupuesto aproximado de 31 millones de euros, genera en el Principado de Asturias, y en particular en las comarcas mineras, ilusión, expectativa y empleo”. Con una gran sonrisa, Caldera, entonces responsable de la Fundación Ideas, recogió su galardón. En román paladino, los sindicalistas mineros del citado Montepío, dirigidos por Fernández Villa, premiaron a Caldera por su contribución a impulsar ese geriátrico VIP que, según dice en su publicidad, “es uno de los centros gerontológicos más modernos de Europa y una de las obras sociales de más envergadura en Asturias en los últimos años”.

Las posibles irregularidades en la construcción de la Residencia de Mayores SPA La Minería, gestionada por el citado Montepío, han estallado en la comisión que investiga en el Parlamento asturiano el patrimonio oculto de Fernández Villa. Diversos comparecientes han especulado con la posibilidad de que finalmente la entidad privada gestionada por los sindicalistas mineros tenga que devolver los 28 millones de euros que ha recibido para construir el geriátrico (los otros 3 millones están bloqueados precisamente por las deficiencias mencionadas).

Precisamente este miércoles termina dicha comisión por la que curiosamente no ha pasado el propio investigado. Y es que el histórico sindicalista y miembro del PSOE, un hombre tan poderoso durante tantos años, padece una “demencia frontal de grado leve-moderado con probable componente degenerativo asociado“. Al parecer, Fernández Villa, que vive recluido en su domicilio de Oviedo desde que estalló el escándalo que acabó con su carrera política, sufre una suerte de depresión, con trastornos obsesivos incluidos y con “descuido de su aseo personal”.

Además, sus familiares directos, esposa y dos hijos, se negaron a declarar cuando acudieron a la cámara regional. Como ha publicado la prensa asturiana, durante las sesiones tanto el PP como el PSOE han ninguneado la existencia de la propia investigación. En cambio, el portavoz de UPyD, Ignacio Prendes, que además preside la comisión, se ha mostrado combativo, incluidos varios enfrentamientos a algunos de los comparecientes, para intentar aclarar los mil y un puntos oscuros de la política asturiana que han aflorado en sede parlamentaria.

Consulta aquí las preguntas de Ignacio Prendes a los distintos comparecientes.