EL Ayuntamiento de Colunga repara los destrozos causados en los parques infantiles.
Son relativamente jóvenes pues el más antiguo, el dedicado a D. Hernán Pérez Cubillas en Colunga fue remodelado en 1997 y restaurado en 2002 y 2005. Contaba un viejo asíduo de este parque, el ya fallecido constructor Asenjo, que él lo había construido por orden de D. Hernán y que estaba asentado sobre el escombro de la antigua casona que había donde ahora está el Centro ded Recepción de Visitantes.
Segun Asenjo, antaño poseía una gran jaula de pájaros de todos los tamaños y colores, e incluso unas jaulas en las que se exhibían animales salvajes. También gustaba de recordar como el viejo Cordero ejercía de vigilante, lo que se llamaba Vallaurón, que portaba un gran correaje y era el terror de los gamberros que osaban poner la planta de su pie sobre el cuidado parque.
Siempre animó a defender este viejo parque, no sólo de gamberros, sino también de los especuladores que poco a poco se iban haciendo con terrenos públicos a base del quita y pon, corre muros, cierra caminos. Bien sabe Dios que a día de hoy se está intentando cumplir con la palabra dada a aquel colungués sabio, amante de su concejo que fue Asenjo, aunque también cada día se pone la cosa más difícil pues los okupas mueven hilos y tratan de ganar en los despachos lo que la razón les niega. Por lo pronto ya se han cerrado caminos, realizado asientos escriturales de 6ª inscripción y taponadas tajeas de desagüe con derechos ancestrales, y todo ello con la anuencia y permisividad de algún político amigo. Quienes conocieron de mano de Asenjo las verdaderas escrituras y linderos saben que eso está ahí y que el principio básico de la legalidad reside en que lo público es imposible de subrogarse, aunque si echamos un vistazo a la zona de La Griega, parece que algo no nos cuadra ya que ahí, supuestamente había unos terrenos con unas instalaciones cedidos por 50 años y que deberían haber vuelto a manos municipales. ¿Por qué no vuelven?. Algo similar ocurre en San Roque, en Lastres. Cuando el arzobispado, la Cofradía y el Ayuntamiento cedieron al Principado los terrenos para construir el Área Recreativa, al medir el área se echaban en falta gran número de metros cuadrados, perdidos en linderos que cada vez avanzan más.
Operarios restauran el parque de Colunga (4.400 €)
Ahora dejamos el gamberrismo de guante blanco y nos fijamos en el más cotidiano y cercano. Actualmente el Ayuntamiento ha encargado a la empresa saregana Rierastur la reparación del mobiliario de los parques del C.P. Braulio Vigón y el Parque de D. Hernán Pérez Cubillas en Colunga y del de la Iglesia de Lastres. El importe de los daños de los tres supera los 1.500 €, es decir, los DOS MILLONES y MEDIO DE PESETAS, a los que habrá que sumar la reparación de alumbrado y del estanque. Con los 3.400 € que cuesta reparar los daños del parque de la Iglesia de Lastres se podrían instalar varios pasamanos y barandillas solicitados, quizás, por los abuelos de quienes destruyen el mobiliario público y a quienes no se puede satisfecer en su justa medida por carecer de presupuesto por falta de fondos, que tienen que ser destinados a reparar lo que destruyen sus nietos.
Un Ayuntamiento pequeño como éste no dispone de presupuesto suficiente. Esta inversión va a suponer el tener que recortar severamente otras partidas. ¿Nos estaremos volviendo locos?. Cuando no se tienen un parque o un servicio público, vienen las demandas, las exigencias, las protestas, y los organismos oficiales tratan de sacar fondos de donde sea, pero qué cuerpo se le tiene que poner a las personas que tienen que sacrificar partidas necesarias para la atención de los vecinos, todo ello para reparar algo roto sin sentido común y restablecer un serrvicio que ya estaba cubierto, para que en pocos días -ni ya meses- vuelvan a romperlo todo sólo por el placer de romper... y sin ningún tipo de coste
Volvemos a repetir que el problema no está en la falta de actividades o dinamización de los chavales, aunque también tienen su porcentaje de culpa, el problema real está en sus hogares donde es mucho más cómodo para muchos padres el tener a los chavales en la calle rompiendo y haciendo el canelo que preocuparse por que estudien, respeten lo ajeno, sea público o privado y se labren un futuro, del cual carecen por lo que tratan de pagar su frustración luego con lo público y con las personas que les rodean.
Es bien triste que para que no rompan, posiblemente haya que recurrir a vallar los parques. Es muy penoso que por los excesos de colectivos concretos se quiera castigar a todo loa ciudadanos
La gente se pregunta, nosotros nos preguntamos ¿Para qué necesitamos fuerzas de seguridad con tanta inseguridad y tanta falta de soluciones?
Como decía hace años el título de un programa de televisión dirigido por Usía, Este país necesita un repaso.
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