El festival, que fue presentado ayer martes en Oviedo, Este martes día 31 de mayo se presentaba en la oficina de turismo del Principado en Oviedo, la edición de este festival, con la presencia de José Antonio Martínez, Presidente de la Asociación Cultural Incós y del Alcalde de Cabranes, Alejandro Vega Riego.

El pueblo de Torazu (Cabranes), será escenario para la gastronomía más tradicional de Asturias, con el festival de la boroña de forna, que alcanza así su decimotercera edición.

El Campu de la Capilla de La Sienra, acogerá un intenso programa.

  • Desde las 11:00 h y durante todo el día, se celebrará un mercáu tradicional de artesanía y productos agroalimentarios.
  • Desde las 12:00 h habrá numerosas actuaciones de música tradicional del grupo folclórico Los Yerbatos y del Corriellu La Pandorga.
  • A las 12:30 h, llegará el momento del pregón a cargo del piloñés, Manolo Marina.
  • A partir de la 13:30 h comenzará el reparto de raciones.
  • Tras la comida, a partir de las 16:30 h.  Teatro costumbrista asturiano, a cargo del grupo En sin reparu de Sevares (Piloña)

El menú se compone de:

  • Ración de boroña con jamón, chorizu y panceta, hecha en forna 
  • También existe la alternativa de parrillada de costilles, chorizu criollu y pollo.
  • De postre, arroz con leche de Cabranes y se incluye vino, sidra o refresco, al precio de 18€ ración.

Las raciones son limitadas, por lo que se aconseja la compra anticipada de vales en los establecimientos colaboradores.

Bar-tienda Joanna (Torazu); Casa Joselu, Casa Suarez, La Lonja, y El Rincón de Cabranes en Santolaya de Cabranes y Casa Mary (Arboleya); Bar La Encrucijada y Bar-Restaurante Camás; Cafeteria Denver (Infiesto), La Bolera de Anayo, Bar Areñal de Coya Cafetería Montserrat, Café de Vicente y Sidrería La Bayera (Villaviciosa); Casa Ferino (Gijón).

O también reservar  a través de la  Asociación Cultural Incós, o por email: info@torazo.es.

El festival está organizado por la Asociación Cultural Incós, que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Cabranes, el Gobierno del Principado, Cajastur, y de la Asociación El Berizu y la Asociación de Mujeres de Torazu.

Torazu

El pueblo cabranés de Torazu, ha logrado en los últimos años una transformación que es evidente nada más llegar al precioso paraje que domina las praderías y bosques que lo rodean bajo la atenta mirada del Monte Incós. Pero, a la vez, el pueblo conserva la esencia de los pueblos tradicionales asturianos. Y una de estas tradiciones es la gastronómica, con la boroña de forna como reina.

El Festival de la boroña de forna de Torazu.

La iniciativa, ha alcanzado en los últimos años gran éxito desde que 2004 se trasladara a una carpa que se instala en el Campu de la Sienra. Se promociona así una tradición de Torazu, donde, además del domingo de Pascua, se prepara también boroña en la llamada Pascuina, cuarenta días después de la pascua. Y desde hace diez años, también para el festival de la boroña, gracias a que en Torazo se conservan en uso, les fornes  tradicionales, y los vecinos conservan el secreto de amasar y roxar les boroñes como en ningún otro sitio.

Pueblo ejemplar de Asturias 2008

La boroña tuvo un papel destacado en los actos organizados con  motivo de la entrega del Premio Pueblo Ejemplar de Asturias a Torazo en 2008. De hecho, los Príncipes pudieron visitar una forna, recibieron explicaciones del proceso y por supuesto probaron la boroña, acompañada de buena sidra. Les encantó y las imágenes de los Principes degustando boroña dieron la vuelta al mundo

La boroña

La historia de la boroña como elemento de la gastronomía tradicional de Asturias, se remonta a la llegada del maíz llega a Asturias a finales del s. XVI. Para la boroña, se emplea harina de maíz blanco, que se trabaja con agua caliente  añadiéndose conforme la masa se hace más grande. Una vez lograda, se emplea como recipiente del  compangu (chorizos, jamón, panceta, lengua, tocino). Se cierra con el resto de la masa, es decir se pone la tapa. Todo ello se envuelve con hojas de berza, que se sujetan con tiras de espadaña . Todo este proceso es cosa de las amasadoras y cada una tiene su estilo que las define claramente. Unas más picudas, otras más aplastadas, pero siempre han de respetar el tamaño de la boca de forna.

Y llegamos a uno de los elementos que hacen a la boroña de Torazo especial: les fornes. En este pueblo se ha logrado conservar estos elementos del patrimonio etnográfico de Asturias.  Es el horno donde se cuecen las boroñas, el pan o incluso asados de carnes.  Los encargados de tal menester, son los roxadores. Resulta ser de forma cilíndrica y de construcción sólida –sin chimenea para que no haya pérdida de calor- con piedra al exterior y en la base y teja o ladrillo macizo recubriendo la parte interior.

El laborioso proceso hasta lograr la boroña de forna, que se hace durante todo el días antes, lo resume José Antonio Rozas, de la Asociación Cultural Incós del siguiente modo:  encender la forna sobre la una de la tarde; las seis, meter las boroñas;  las nueve, palpar. A partir de  las doce de la mañana del día siguiente, ya se pueden empezar a sacar en función de la hora de la comida.
Y llega el momento de  la alegría, la desilusión o la rabia. Son las horas de la incertidumbre para los roxadores. Sacarlas y quitarles las berzas que las recubren y ver su estado, lo dice todo. O mandas corriendo a la gente que prepare nueva comida o por el contrario el ver su color o textura, aplacará los nervios de comensales, amasadoras y roxadores