El Picu Pienzu, también es cumbre de emprendimiento

El Picu Pienzu, con sus 1161 m de altitud, no solo es el más alto de la Sierra del Sueve, si no que desde hace un tiempo es el nombre de una actividad emprendedora digna de elogio, máxime en los tiempos que corren.

Con este nombre, un joven llastrín, se ha lanzado al mundo emprendedor y empresarial, luchando contra viento y marea -nunca mejor dicho-, con el apoyo de su pareja.

Hablamos de OSCAR CAICOYA GALLEGO, natural de Lastres, de 38 años de edad y de su pareja, ANDRESSA GONÇALVEZ CALAZANS, de 24 años, nacida en Brasil y residente en Asturias desde hace 9 años.

La trayectoria laboral de Óscar es amplia. Comenzó con los estudios de formación profesional de Grado Medio de soldadura y calderería en La Universidad Laboral.

A partir de aquí comienza a trabajar en una empresa dedicada al mantenimiento de plantas de Hormigón y a la construcción de hormigoneras, en la que estará tres años.

A continuación empieza a trabajar en mantenimiento en las obras del Musel, donde permaneció cuatro años hasta que finalizaron las obras, pasando a engrosar las listas del paro durante un año.

Su afán trabajador y las ganas de revertir esa situación, le impulsaron a emigrar hasta la isla Reunión, que es una isla situada en el Océano Índico occidental, al este de Madagascar , de influencia francesa. Allí permaneció un tiempo, trabajando en una empresa dedicada a montar andamios.

Ahorrando, lo más que pudo, vuelve a Lastres y convence a sus padres para que le ayuden a emprender en la actividad que más le gusta desde pequeño, la misma profesión que tuvo su abuelo Simón Gallego, superviviente a cuatro galernas: La pesca.

Vuelve a formarse, en este caso en la actividad pesquera, y con la ayuda familiar decide convertirse en armador de pesca y construir una lancha.

Esa lancha será bautizada con el nombre de "El Picu Pienzu"- Contrata personal de abordo y comienza a pescar. Todo va bien pero el personal falla con frecuencia en esta actividad dado que la mayor parte son personas de otros países y culturas ya que los jóvenes lastrinos han ido abandonando la actividad pesquera para dedicarse a otras labores, a lo que ha ayudado mucho, por un lado, positivamente, la implantación en el concejo del IES Luces y por otra, totalmente nefasta, la política pesquera comunitaria con sus trabas y cuotas, principalmente a los pescadores asturianos y a su línea de subvenciones al desguace de la flota artesanal que hizo que muchos armadores desguazasen sus embarcaciones, consiguiendo un buen precio por ello, pero condenando el futuro de la pesca en nuestros puertos.

A pesar de esto, Óscar no se desanima y sigue la estela de otros jóvenes patrones y armadores asturianos que quieren revertir la situación y conseguir más cupos de cuota y nuevas pesquerías adquiriendo embarcaciones de segunda mano en puertos vascos, que son los grandes beneficiarios de las cuotas europeas.

Así, años más tarde de la construcción de su lancha nueva, adquiere una segunda lancha de segunda mano, en el puerto de Pasajes, para poder disponer de mayor cuota de pesca de La Xarda, pero pasados unos meses, decide venderla debido a que la Gobierno Vasco, ante la proliferación de embarcaciones vascas en manos de armadores no residentes, decide imponer los puertos vascos como puertos base, expulsando a los asturianos, entre otros. El eterno problema de las distintas Españas.

Una vez en Asturias decide diversificar la faena de sus dos lanchas, dedicándose, además de a la pesca, a la recolección de ocle. También en esta actividad ha habido recortes, por lo que decide vender la segunda lancha.

Actualmente, según la época del año, su buque insignia, El Picu Pienzu, se dedica a la pesca de la Xarda (Caballa), al palangre, a la Merluza y al ocle.

Con el fin de sacar mayor rentabilidad y valor añadido a su pesca, decide hacer venta directa de la misma y la de otros compañeros, compitiendo con menores precios.

Para ello, con el apoyo de su pareja Andressa Gonçalvez Calazans, que compagina el nuevo negocio con los estudios de derecho, del que tan solo le falta superar un par de asignaturas para finalizar, decide alquilar un local en el puerto de Lastres, en un viejo almacén pesquero, y superadas innumerables trabas, como es norma en todo emprendimiento en nuestro país, acondiciona el local de pertrechos y lo convierte en una coqueta y moderna pescadería a pie de mar, para comercializar el pescado directamente y, también, para distribuirlo en bares y restaurantes a un precio competitivo, eliminando intermediarios, labor en la que está abriendo mercado.

Como no podía ser de otra manera, la nueva pescadería lleva el nombre de su embarcación, El Picu Pienzu, iniciando su singladura hace unas pocas semanas.

Pues bien, el Puerto de Lastres tiene un nuevo servicio para sus visitantes, una hermosa pescadería donde adquirir pescado de venta directa, a buen precio y frescura imposible de superar. Marisco, Salmonetes, sardinas, calamares, pulpos, merluzas, bonitos......todo un mundo de especies recién pescadas, listas para deleitar los paladares más exigentes.

Les deseamos lo mejor en su nueva actividad y que resistan. Es digno de elogiar el dedicarse a la pesca hoy en día. Lastres ha pasado de ser de ser uno de los puertos asturianos con más pescadores y embarcaciones con mayor número de tonelaje de capturas a ser una actividad residual, donde las embarcaciones deportivas superan con mucho a las de pesca, uniéndose a ello los numerosos recortes en capturas año tras año, especialmente en Asturias, y todo el tema de autónomos que está asomando por la puerta de atrás.

No obstante les damos nuestra más sincera enhorabuena y animamos a otros jóvenes del concejo a seguir su ejemplo emprendedor. ¡¡Bravo por ellos!!