EMPRESARIOS COLUNGUESES.

Ars longa vita brevis

Pues, sí, empresarios de nuestra localidad, sí, en efecto, muchos y poco conocidos por lo general.

Claro que también por norma general todo tiene su explicación, pues casi todos ellos desarrollaron sus proyectos bien lejos de nuestro entorno, en lo que también por norma general se denominaban hasta hace nada “Las Américas”, puesto que cuando aquí apretaban los zapatos en exceso, y este es nuestro caso, una población creciente (No debemos olvidar que en el primer cuarto del siglo XX la población colunguesa llegó a rondar los 10.000 habitantes reales, frente a los poco más de tres mil de ahora) cimentada fundamentalmente en un sector primario agrícola-ganadero – pesquero, pues había momentos en que la cosa no daba para más y como bien suele decirse, “a la fuerza ahorcan”, puesto que otra vez por norma general también de todos es sabido que a nuestros paisanos eso de coger la maleta no era algo que les hiciera demasiada ilusión, y la prueba está en que nada más que se hacían con cuatros duros volvían al terruño a establecerse más que a paso y ahogar así la nostalgia hartas veces expresada en multitud de publicaciones ultramarinas en las que se idealizaba un terruño que en la mayoría de las ocasiones bien poco tenía de entrañable y acogedor, aunque eso es otra historia.

Caso excepcional fue el de “Los Pablos” , que de Indianos nada, puesto que procedían de la vecina parroquia de Sales y en estas tierras desarrollaron y dirigieron fundamentalmente siempre sus múltiples actividades empresariales, comerciales y financieras que tuvieron ramificaciones por todo el país y el extranjero, incluso, por mucho que los actuales cutre-folletos de copia y pega financiados para atraer turismo y con pocas ganas de complejidades históricas se empecinen en denominar “Arquitectura Indiana” a la Casa Comercio de los empresarios colungueses que jamás vieron América ni en fotografía – otra cosa es que sus productos se comercializaran, y con gran éxito por cierto - allí.

Algo parecido ocurre con D. Luis Montoto, cuando las mismas fuentes catalogan su casa de Loja también como "clara muestra" de Arquitectura Indiana , aunque nada de eso, puesto que D. Luis fue un destacado profesional liberal (Abogado) con despacho en Sol (Madrid) que amasó en el ejercicio de su profesión un considerable patrimonio que nada tenía que ver por otra parte con actividad Empresarial alguna, aunque si es verdad que financió algunas empresas, con un objetivo bien distinto del primario en estas lides - benéfico sin ánimo de lucro - en detrimento de su propio patrimonio, como cualquiera con ciertas raíces en esta localidad bien sabe.

Así que familia de Los Pablos aparte, alguna pequeña conservera de Lastres y otras familiares industrias de variopinto jaez, bien es verdad que el grueso de la actividad empresarial colunguesa (mayoritariamente de Libardón, como ven) se desarrolló en tierras Americanas, es el caso de Los Victorero - Lucio de Lastres en México, de los Polledo Massini en la República Argentina, de los de La Presa - Casanueva en Chile, de los Pérez - Caravera también en México o de los Cueto en la actualidad en Chile asimismo.

De ello trataremos de hablar en posteriores “post”, por entender que es de fundamental importancia si de dar una explicación medio razonable a nuestro presente se trata.

Claro que no esperen gran cosa, puesto que al que suscribe esto del mundo empresarial nunca le ha llamada la atención en demasía, ignoro el motivo, quizá sea que esto de la actividad empresarial esté fuertemente vinculada a eso que llaman Liberalismo económico, y al que suscribe, como ya he indicado, eso del “laissez fair” nunca le atrajo gran cosa, claro que quizá ande descaminado pero desde que oí aquello que alguien, creo que con muy buen criterio dijo de que el Liberalismo saca al mercado lo mejor de los productos y lo peor de las personas, pues , no sé…