Historia de la Cofradía de Pescadores Santa María de Sábada de Lastres hasta 1944

Francisco Jesús Menéndez Busta, que fuera presidente de dicha Cofradía de Pescadores y, actualmente, Concejal delegado de Lastres en el Ayuntamiento de Colunga, muestra la Historia de esta entidad lastrina, hasta 1944, esperando poder contar, en breve, con la historia de 1944 a la actualidad.

INTRODUCCIÓN.


Son las cofradías de pescadores desde sus orígenes, el embrión de una sociedad marítima que necesita de organizarse para conseguir su desarrollo y existencia, documentando su origen en el siglo XIII y perviviendo en intrincados caminos de historia e intereses hasta nuestros días.

Cierto es, que en la actualidad el mundo de la mar ha ido perdiendo protagonismo y presencia en nuestra sociedad. Pero no es menos cierto, que la cofradía de Pescadores, como institución, ha mantenido su presencia ligada al devenir de la vida cotidiana, participando de la historia de los pueblos pesqueros y de sus hombres, generando solera y reciedumbre entre sus gentes, marcado por el espíritu de autonomía e independencia en que desde antiguo ha ido ejerciendo sus funciones, manteniendo vivo su carácter social, humano, patrimonial y cultural frente al meramente económico.



NOTAS HISTÓRICAS.

Aun cuando es difícil precisar cuando y como fueron creadas las primeras cofradías de pescadores, es durante el reinado de Fernando I de Castilla, cuando aparecen las primeras Cofradías de Pescadores con el fin de mantener la Unidad Laboral y de Socorro de estos hombres ante el rey y sus señores. A medida que se creaban cofradías fue necesaria la constitución de Hermandades o Federaciones.

Así, 1295 es una fecha de referencia para el gremio de pescadores de Lastres. Es el año de la aparición de la Hermandad de las Villas y Marismas de los Reinos de Asturias. Es en estas fechas lejanas cuando se crean las primeras sociedades gremiales asturianas como las de Gijón, Cudillero, Candás y Lastres.

Estas sociedades mantienen tres frentes de desarrollo. Uno ligado a su carácter económico, de otro lado mantienen marcado contenido y dependencia religiosa, y un tercero, el contenido asistencial y mutualista. Tienen como cometido fijar las condiciones retributivas a los pescadores, así como las ventas de sus pesquerías; restringir y controlar el acceso a los recursos pesqueros y mantener la solidaridad entre sus miembros.

A medida que pasan los tiempos las sociedades gremiales pesqueras fueron adquiriendo presencia e importancia hasta el punto de alcanzar el privilegio de resolver litigios entre sus cofrades. Esto ocurre en el reinado de Fernando III el Santo en el año de 1237. Esta jurisprudencia se mantiene a lo largo del tiempo, de igual modo que se regula la pesca de la ballena e incluso otras pesquerías.

En el siglo XVI se mantiene en el Concejo de Colunga el derecho consuetudinario relativo a la pesca en las costas y aguas de la zona marítima de tal modo que las licencias se otorgan conforme a derecho a todas aquellas personas que en él estuviera avecindada.

Son muchos los cambios que estas sociedades han de sufrir a lo largo de los siglos. Son profundos en tiempos de Carlos I y Felipe II desapareciendo y apareciendo numerosas cofradías, al tiempo que perduraban aquellas a las que se les reconociera su labor social. En el año 1610, en Lastres se funda con un marcado carácter religioso y asistencial la cofradía de Nuestra Señora del Rosario. Son tiempos de prosperidad económica y desarrollo de la sociedad lastrina..

Pero sin lugar a dudas el siglo XVIII es cuando, afectadas por los nuevos aires de libertad que vive Europa, animan a estas sociedades a buscar la ruptura con las limitaciones que imponía el antiguo régimen, adquiriendo cada vez más presencia e importancia y generando por ello entre los mandatarios de aquellos tiempos un mayor recelo ante estas organizaciones acusándolas de obstaculizar la entrada de nuevos empresarios o manipular los mercados en perjuicio de la sociedad. Sin embargo nunca habían mantenido su carácter institucional como algo cerrado, todo lo contrario, las cofradías tenían su base en el espíritu asociativo abierto y asistencial.


En 1809, Carlos IV, decide la disolución de los gremios y sociedades de pescadores. Es un acontecimiento que no es acatado por la mayoría de estas sociedades. Braulio Vigón en su obra Folklore del Mar, hace referencia a los Estatutos del Gremio de Mar de la Matrícula de Lastres, aprobados en Junta General el día 3 de junio de 1829. La Real Orden de 24 de diciembre de 1865 las disuelve definitivamente. Se constituyen entonces las Sociedades de Mareantes y Socorros Mutuos quedando relegado su carácter religioso y prevaleciendo el económico y asistencial de las nuevas sociedades. Un año antes, en 1894, el 8 de diciembre, se suprime el Gremio de Lastres que cuenta por entonces con 125 miembros y el segundo capital de Asturias tras el de la sociedad de Gijón con 12496,65 reales conseguidos con las aportaciones de sus socios.


El Gremio de Sábada aparece en 1889 con un carácter totalmente mutualista y en el que coexisten diversos estamentos sociales y profesionales que complementan el meramente de pesca. En1911, aparece en Lastres una nueva sociedad bautizada por sus fundadores como “ Unión de Lastres”, que será la base para el nacimiento del Pósito primero y de la propia Cofradía como hoy la conocemos después. La Real Orden de 5 de enero de 1918 se organiza las viejas sociedades de mareantes en lo que llegamos a conocer como Positos de Pescadores, con carácter laico y semejanza al sistema cooperativista. Son años para el cambio, 1919 es el año en el que la Ley de 10 de octubre crea la Caja de Crédito Marítimo y Pesquero organismo que antecede al hoy conocido como ISM (Instituto Social de la Marina.).

En 1925 se crea el Posito de Pescadores la Unión de Lastres.

Sociedad “ La Unión de Lastres” y el Pósito de Pescadores.

La Sociedad “La Unión de Lastres”.


En los inicios del siglo XX son muchos los puertos de Asturias que crean nuevas sociedades para regular la convivencia entre los pescadores y otros órdenes socio- económicos de los pueblos, esencialmente pesqueros. De este modo, pescadores de Lastres, fabricantes de conservas y labradores del pueblo de Luces fundan la sociedad La “Unión de Lastres” para cubrir importantes carencias sociales y especialmente asistenciales que padece el pueblo por aquellos días. De las primeras actas de la nueva sociedad se desprende el gran interés mostrado en la contratación de un médico para la asistencia a los socios de La Unión, así como a los pobres y viudas de aquella sociedad.

De este primer inicio y a medida que la sociedad va haciendo camino se toman nuevos retos, que en gran medida, tienen gran relevancia a la hora de evaluar la importancia de la pesca en la nueva sociedad.

De tal manera, las decisiones para la construcción de la “rula vieja”, la normativización del funcionamiento de la misma, la creación de la denominada Junta de pesca que se ha de encargar de la relación entre pescadores y la propia actividad de compra-venta, adquieren el mayor de los protagonismos, y se inician los primeros contactos con distintas sociedades, como es el caso de la sociedad “ El Germinar” de Gijón para mediar en asuntos de pesca, comercialización y caladeros para los socios pescadores y aquellos, que aún no siéndolo, pretenden participar de los nuevos cometidos.

Por lo que se desprende estas actas, ha habido momentos de auténticas necesidades económicas entre los socios de la Unión. Por eso se toma contacto con la banca local (Banca de don Braulio Vigón) para crear una línea de crédito que permita dar préstamo a los miembros de la sociedad que así lo necesitasen. Estos mini créditos, no serían superiores a las 25 pesetas y, conforme a una instancia y el compromiso personal de pago, se les otorgaba este préstamo cuyo plazo de pago terminaría a 31 de diciembre del año corriente.

Otros muchos acuerdos tienen carácter asistencial a enfermos, viudas o disminuidos.
Asistencia farmacéutica, etc.

De todos es conocido que uno de los valores más significativos de los pueblos pesqueros es el arraigo a las tradiciones. Quizás la más importante es la que generan los valores religiosos de sus habitantes. De todo esto se desprende la participación de la “Unión de Lastres” en la organización de festejos, especialmente San Roque, y de la participación en obras que como la Capilla de San Francisco de Asís, situada en la Colegiata, fueron necesarias para su restauración.

El “Pósito de Pescadores La Unión de Lastres”.


La Real Orden de 5 de enero de 1918, se pone en marcha una gran reforma de las sociedades de pescadores. Ésta, basa sus fundamentos en un modelo civil y laico, con marcado sentido cooperativista y mutualista como intentaré dejar reflejado a continuación.

Ante este cambio normativo y la creación de diversos positos de pescadores por Asturias, la Junta General de la Unión decide nombrar entre sus miembros un comité que estudie la posibilidad de cambiar a esa nueva fórmula asociativa, como así consta en el acta del 16 de enero de 1921.


Siendo D. Desiderio Roza presidente de la Sociedad la “Unión de Lastres” se convoca Junta General de la misma con el fin de aprobar la reforma de su Reglamento y adoptar la nueva personalidad de la asociación como Pósito de Pescadores la Unión de Lastres, para lo que contaron con la participación del Ayudante Militar de Marina de Villaviciosa.

El 1 de marzo de 1925 se constituyen las presidencias y representantes de las distintas secciones que se han de constituir conforme a los nuevos reglamentos. Presidirá la Junta Directiva el entonces Patrón Mayor, y la Junta de Inspección el Sr. Ayudante Militar de Marina. De igual modo, se crean las Secciones de Socorros Mutuos, Sección de Ventas, Sección Cooperativa de Efectos Pesqueros, así como la Sección de Crédito.

El día 5 de abril de 1925 la Junta General Extraordinaria modifica los artículos 1 y 4 del reglamento de Pósitos a fin de poder depender de la Caja Central de Crédito Marítimo, por entonces fundada, y los artículos. 45, 55 y 58 para incluir nuevos detalles para el funcionamiento de la nueva institución.

Para comprender el alcance de la importancia de la recién nacida asociación, a continuación se hace mención a las distintas modificaciones que por su importancia nos divulgan las nuevas reglas y que nos circunscriben a las nuevas tendencias sociales, económicas y culturales que toma como base principal y entendiendo que surge en estos años un nuevo entorno político que queda perfectamente reflejado en este articulado. Y de este modo queda reflejado:
Artículo primero: “…Este Pósito de Pescadores es una asociación cooperativa de pescadores que persigue la completa redención de dicha clase, extendiendo la cultura a sus asociados, estableciendo en su favor los distintos seguros sociales y explotando sin auxilio de intermediarios la industria pesquera.


Artículo cuarto: “….1º.Organizar convenientemente la venta de los productos de la pesca de sus asociados. 2º. Procurará adquirir embarcaciones y artes para la explotación por la asociación de la industria pesquera. 3º. “…Establecerá entre sus asociados los distintos seguros sociales. 4º. Aumentará su cultura general y profesional. 5º. De los beneficios que se produzcan el funcionamiento de cualquiera de estas secciones, la parte que no se precise para el sostenimiento o desarrollo del Pósito se destinará a fines de previsión a favor de los asociados.
Artículo cincuenta y ocho. Además de lo que dice hay que agregar: “los que solamente deseen adquirir derecho a la asistencia médica, pagarán la cuota mensual de dos pesetas (o cincuenta céntimos si fuesen pobres de solemnidad).
Artículo cuarenta y cinco. Se agregó: “…o adquirir derecho a la asistencia solamente.
Artículo cincuenta y cinco. “… Los mareantes que siendo vecinos de esta localidad pesquen en otros puertos naveguen en buques, o residiendo en la localidad dejen de ejercer a la pesca, pagará para sostener sus derechos y a la familia, 5 pesetas mensuales.


De 1930 a 1944.


Sólo cabe una breve reseña:
Este es un periodo del que carecemos información veraz, en tanto que no existen actas que recojan la actividad social del Posito de Pescadores. Los relatos de las personas que recuerdan aquellos años, nos dan a entender que la actividad del Posito seguía manteniéndose tal y como funcionaba anteriormente, aunque recuerdan aquel tiempo como conflictivo y expectante, especialmente duro en los años de contienda. La guerra civil española planteó por sí misma numerosas dificultades para el ejercicio de la actividad pesquera y para mantener las acciones socio económicas de la sociedad.