Trabajo extraordinario de D. Francisco-Javier Fernández Alvarez que mos ha enviado Omar Pardo Cortina.

A la hora de conversar con las gentes del pueblo de Llue, parroquia del concejo de Colunga, me sorprendió la abundancia de términos castellanos que mostraba su vocabulario. Esa primera impresión, desechada la posibilidad de que un cambio en el registro habitual de los hablantes fuese la causa de la presencia de tales términos, se acentuó al plantear diversos cuestionarios a los lugareños.
Comparadas las respuestas entre sí y cotejadas con el Vocabulario Dialecfológico del Concejo de Colunga, de Braulio Vigón, (revista de Filologia Española, anejo LXIII, Madrid 1955), obra siempre presente en la realización de este estudio, se comprobó que muchos de los términos que allí se dan como autóctonos del concejo y que
cabían esperarse como los informantes y solamente unos pocos de ecos términos eran recordados por éstos cuando se les mencionaban.
A partir de ahí el trabajo se encaminó a comprobar hasta qué punto alcanzaba el influp castellano en la zona y si éste afectaba únicamente al plano léxico, o si por el contrario se extendía a otros planos de la lengua. Fruto de ese trabajo se estudiarán a continuación los niveles fónico, morfosintáctico y léxico, respectivamente.

Por último, cabe señalar que el estudio fue realizado teniendo presentes las divergencias que por razones de edad se reflejaban en la lengua de los distintos informantes. Así distinguimos, básicamente, tres grupos: un Grupo A, en el que se incluyen los hablantes de más pureza; en segundo lugar, un Grupo B, constituido por aquellos hablantes que sin llegar a ese grado de "pureza·, conservan una lengua que podemos considerar el estándar; y finalmente, un Grupo C, el de aquellos que bien por su menor edad, su actividad laboral, bien por otras causas más particulares, presentan el mayor grado de castellanización. Esta división tripartita se verá reflejada a lo largo del trabajo y será mantenida siempre que las diferencias existentes así
lo hagan posible.

Partiendo de los rasgos consonánticos propios de la zona que nos ocupa, observaremos a continuación en qué grado se conservan y hasta qué punto han sido influidos por los castellanos.

1. El fonema /f/ en posición inicial: La /f/- inicial ha sufrido una pérdida casi generalizada. Su mantenimiento solamente es regular en palabras aisladas, bien pertenecientes a campos semánticos muy concretos, (por ejemplo, las tareas agrícolas /faeína, foeéta/), vien por tratarse de términos muy comunes en la lengua asturiana:
/fáme, fábes, fártu, fartúra .../.

Sin embargo, las formas del asturiano cuya única diferencia fónica con sus correspondientes castellanas es la propia /f/-, tienden asiduamente a perderla. Muy escasos ejemplos rompen esta tendencia:
/tá féta úna panderéfa/, (1)
/si fágo kásu dé1 bu eca·me -al dmentériu/
Ikítarnelu pavá kei desfágo la kabétul
/yo dakéya ya rnenfilábal
Grupo B
Frente a estos minoritarios ejemplos, (dos de ellos en verbos prefijados), se recogen abundantes casos en que la /f/- inicial se ha perdido. Siguiendo con ejemplos del verbo "hacer":
labía ke a& la %fa i abh ke aeélal
/lttes éstos guébos i áeesi un fortz$/
Grupo C
(1) Este ejemplo puede ser poco significativo, pues al tratarse de una frase hecha se tiende a conservar sus rasgos fónicoc intactos. Tar fechu una pandereta (o un panden?): Ser un necio.
/ya ia·ste la mz7i (¿?)/
/aií no se aaá nádal
/lo ke fiénes ke a& e Ipmár .../
Iófra kósa no áaes así ke .../
Incluso en el Grupo A tienen preponderancia los ejemplos donde la /f/- se
ha perdido:
laóra dlgo yo ke les móees pondrán guánfes paa7o/
Por lo tanto, ciñéndonos a los ejemplos con el verbo "hacer··, del que aparecen múltiples personas y tiempos, a veces en contextos castellanizados, pero otras claramente asturianos, es evidente que la /f/- inicial tiende a desaparecer bajo el influjo castellano.
2. La palafalización del fonema /l/ en posición inicial: Este fenómeno común a toda la lengua asturiana y que en la zona en cuestión ofrece un resultado /$/, ha sufrido una regresión más espectacular aún que el anterior: solamente documentamos un único término en el que la palatalización sea regular, /lambión/. Sorprende sobremanera esta ausencia casi absoluta de palatalización de h/-, cuando no sólo
se constaba en términos comunes del vocabulario, sino también en topónimos y antropónimos. Y así, del mismo modo que se recogen ejemplos tales como:
llinpiái algúna vee les bófesl
/ni féngo gána meféles pórke tú la fiérá ligál
lfába alj de láu .../
Jlebanfé fres ar&/
/a$= msmo fue dónde se ieuantó/
de igual forma aparecen estos otros:
lúno baxó con nosófros, el ótru ye de luéJ
Ipéro les de lásfres ánden kon múta fálfa péfes, les de lásfres, mekágon (!)/
/aké@ éren les de luisínl
Ante la ausencia de ejemplos que a pnori eran lógicamente esperables, se preguntó de forma directa a los informantes si en alguna ocasión decían /bue/ o /pstres/, a lo que la respuesta general fue que todavía podía escucharse a algunas pocas personas la variante palatalizada, pero que cada vez era más infrecuente,
aunque:
3. El fonerna /#L La situación de este fonema es muy similar a la que se ha descrito para /f/ en posición inicial. En efecto, se conserva sin problemas en palabras de mucho uso y fuerte arraigo en asturiano, por ejemplo /%tu/, pero se ve claramente desplazado por el castellano /x/ en la mayoría de los casos. Tampoco aqui es sigiiificativa la división iliptiitiiti que seBa:amos el coliUenzo, pies a todu.s los hablantes, frente a la aparición generalizada de /x/, se les observa algún uso aislado de /g/. Sin embargo, es en le Grupo A donde éste último tiene mayor  presencia; palabras como:
son habituales en los hablantes de este nivel e incluso se producen afirmaciones tan expresivas como:
/la palábra berdá e kósu, no kóxu/
Ahora bien, en ningún caso puede considerarse este fonema no ya como exclusivo sino tan siquiera como dominante. Ahí están formas tales:
/Tar xúnfo a, xarnás, báxo.. ./
donde el fonema /S/ ya ha dejado paso a /x/.
En los grupos B y C, /S/ tiene una pervivencia aún más restringida. Los cjzínplos doc~~entadopsr esentm e:: SU grar. muyeria e! fenema /x/:
/el dorníngo xugásfe kol fu konpagrul
/ásfa kolúnga (i?), h e en segía/
/yo, ke téngo arnisfá kon ésa xénfe, .../
ldinéru ke teniá pólos kaxónes.. ./
También en los topónimos se prefiere el castellano /x/:
/ke ye, a# dónde san xuán (i?)/
(2) Puede observarse que muchos de los habitantes del pueblo alternan una pronunciación bisilábica /lué/, con otra monosilábica /he/.
/el xixón báxa ésti Úgu, rnanín Fenómeno curioso es el que ocurre en algunos de los informantes, en los que, predominando el resultado castellano, el autóctono asturiano /S/ altema con aquel en la misma palabra y en ocasiones seguidos en el decurso:
ldexái el goc^u, &moc el g&u en b&, tú sábes lo ke ye tirár el g&u en @u, de la @a en báxu ... (¿?)/
En definitva, aun gozando de cierta vitalidad, el fonema /g/ ve ésta claramente menguada y ni siquiera en los hablantes más conservadores se libra del dominio del castellano /x/. (3)
4. El fonema /y/ como continuador de los grupos latinos /l), kl, gll: Amenazado igualmente por el resultado castellano /x/, su conservación es también escasa y se limita casi exclusivamente a términos muy concretos, (ltrabayár, biéyu, muyér ... /) , en
que todos los informantes emplean con regularidad la solución asturiana. Al margen de éstos, se producen por lo general altemancias en el uso de uno y otro sonido, de tal forma que el empleo de /y/ es más habitual, que no predominante, en los hablantes menos castellanizados, y muy minoritario en el resto, (
/pe@u-pe&xu/) , con
la particularidad de que son abundantes las palabras que en todo informante presentan el mridc / x / :
lk~xár, nabáxa, estruxár, moxár, páxa, ... / (4)
5. Otros rasgos consonánficos: En otras características fónicas propias del consonantismo, que podríamos considerar "menores" por no ser tan significativas como las precedentes, la presión ejercida por el castellano parece ser menos relevante.
Veamos algunas particularidades:
(3) Es significativa la pérdida del sonido /:/ en palabras que Brauiio Vigón da como autóctonas del concejo, y que en este caso no caen bajo la presión de /x/, sino de /S/. Con ejemplos como /gusvánu,
gdanár/, documentados como /gusánu, gusanár/.
(4) Respecto de la oposición fonológica /l/-/y/, se trata de una zona distinguidora. Pero con matices:
los hablantes del Grupo A lo son claramente. El resto, ya por razones contextuales, ya por rapidez de la elocución u otras circunstancias, parecen en algunos cacos perder la distinaón. En úitimo término,
también se hallaron hablantes yeístas, (ya se ha citado algún ejemplo de ese tipo), si bien minoritario y entre la población m& joven.
A) Pérdida de la -/d/- intervocálica. En todas las terminaciones de los
participios, en su forma masculina, singular o plural, así como en las del femenino plural (5), se pierde sistemáticamente la -/d/- intervocálica. No se ha recogido ni un solo caso en que esa -/d/- aparezca (6). Los ejemplos pueden hallarse en cualquiera de las tres conjugaciones verbales:
/yo abh estáo kon un kapitán tóu el tiémpul
lamás beníen kon les piérnes moxáesl
Itáben aJí skondíos/
/!kh téc mefi·c
p@/
labíen benío de 1ú& .../
Con los participios, pierden la d - aquellos sustantivos o palabras
sustantivadas que tienen una terminación idéntica a la de esas formas verbales:
/esfa~ápase pa un Iáu/
/kién fue·l ke ga%? kayáu da# íi?)/
ltién aea·na, tiéne de tóu/
Por otra parte, la -/d/- intervocálica puede perderse también en interior de palabra, y aunque no tan sistemáticamente, sí es fácil encontrar:
lpeáac, toabía, praerhl, (éste sin duda favorecido por /práu/).
Frente a la -/d/-, las demás oclusivas sonoras intervocálicas se mantienen con regularidad. (7) B) Pérdida de la líquida /r/ seguida de líquida /1/. En efecto, la caída de la consonante /r/+/l/ es general. No sólo ocurre en el frecuentísimo caso de los irfifiithces ifixemefibdas p r üfi rekre~te prefieii-iiaa!, (dafid? se pierde !S /r/ sea cual sea el pronombre enclítico, de primera, de segunda, tercera persona o reflexivo):
/si fágo kásu dé1 va eche al eimenfériu/
/bói deeíte úna kósa.../
laóra ban kanbiálo tóo/
(5) Se ha recogido un único ejemplo en que la -/d/- intervocálica se pierde también en el femenino singuiar: /ni téngo gána metéles po·rke tá la tiéra ligál.

(6) El ejemplo documentado es un hablante del Grupo C, /éso é kómo kuándo bas a los supermerkádos/, es poco significativo por tratarse de un neologismo. O Aunque se encuentra algún caso aislado de pérdida, como /eiéu, fuéu/. Curiosamente, /fuéu/, que en el uso general es minoritario respecto a /fuégu/, es la única variante que aparece en las interjecciones, también cuando al infinitivo le sigue un artículo. Si se trata del masculino singular puede conservarse en ocasiones la /r/, pero en cambio en otras son tanto la consonante como la vocal del artículo las que desaparecen:

Si el articulo es femenino singular, o plural, no importa su género, la -/r/ suele perderse:
/abía k·aeé la Túta i abía kaeélnl
/&ti no bió bení les ardes/
No ocurre así cuando la consonante queda en posición final absoluta o la sigue vocal u otra consonante distinta de /1/, salvo en el caso ya reseñado de los referentes pronominales enclíticos.

lenfós vói frabayár por eínko dúros (¿?)/
/ná, pa ké trabayár/
/lo ke tiénes ke asér e Jamár a ánxel el del kántul
C) Grupos consonánticos cultos: La so!uci6n que ofrecen estos grupos vuelve a mostrar la influencia castellana observada en otros aspectos, pues se advierte una tendencia clara hacia su conservación y no hacia su reducción. Centrándonos en el grupo -/kt/-, que es el más ampliamente recogido en todos los informantes, el mantenimiento del grupo es general, si bien con una realización muy tenue:
/e un buen 7edagtáu/
/&egába el diregtor ... /
/e ko?égto, e koTégto/
/ésa, kol tragtór/
D) Resultados de las nasales: Para estas consonantes solamente se recogen dos resultados autóctonos: Para -/nn/-, un resultado sin palatalizar en /kabána/; y para /n/, un resultado palatal /$/ en /narieúdu/. Con por tanto casos muy aislados frente a los mucho más habituales:
Ipzríe, káp, kágu, pávu ,... / (8)
(8) "Pina", cuña de madera que se interpone entre la hoja de la guadaña y su asta para asegurar la sujeción de aquella, puede considerarse otro resultado no palatalizado de -/nn/- si se conviene que su étimo es le germanismo pinna. Sin embargo, para lo que nos atañe resulta indiferente al ser cl resultado castellano igualmente "pina··, fmto de una evolución excepcional en esta lengua
B. El vocalismo.
Si los rasgos consonánticos comentados hasta el momento apuntaban hacia una fuerte castellanización, sobre todo en determinados aspectos, en el vocalismo esta influencia parece ser menor. Veamos a continuación los rasgos más característicos.

l. Terminaciones en -/es/-: Tanto los plurales femeninos como todas aquellas terminaciones verbales correspondientes al castellano en -/as/, adoptan siempre la forma en -/es/:
/aóra méfesei en la kabéa ke la fobáren les ermánes/
/no se tokúfa ir al pedréru a andanles/
lteníes kir al ofiaiál de guárdia al entrárl
/lo ke kbábes ya lo bebíes pol kamínl
Igualmente, las terminaciones castellanas en -/an/, correspondientes a la tercera persona del plural de los tiempos verbales, aparecen en -/en/:
lamás beníen kon les piérnes moxáes i kon les bótes kol kúlo aZstru, no éren pandárl /&gámos a un puéblu, abíen matáo de sábado góc^u/
lestáben f res méses en kanpaménfu/ (9)
2. Cierre del timbre de las átonas: Salvo en la alternancia entre /deeír/ y /dieír/, frecuente entre los hablantes más puros, pero presente en todos, se encuentran muy pocos ejemplos de cierre de las vocales átonas. Con los siguientes:
/si fágo kásu dé1 bu ezme al a·menfériul
/ké sábe ésti komidiánfe (i?)/
/&o e porekí, al ménosl
Jpu& e$ zguai ia úbo tamiénj
Donde cabía esperar cierres vocálicos, tales como los que se producen
habitualmente para convertir un hiato en diptongo, se documentan escasamente. Así, frente a los solitarios ltrapiár, bolfiárl, encontramos:
lblokeár, planteár, peledr, estropeár, apaleárl
(9) Tanto en el caco de los plurales en -/es/ de las formas sustantivas, como para los realizados en -/en/ de las formas verbales, se hallan excepciones, aunque muy concretas y siempre dentro del Grupo
C. Así por ejemplo, se ha recogido por dos veces /asturias/ y frases del tipo: /les matánaes áaenlas e p /
donde sorprende sobremanera esa discordancia fonética.
3. Vocalicmo final: Generalmente, las vocales finales presentan un tratamiento habitual en asturiano. Y así:
A) La caída de la vocal final -/e/ tras consonante líquida, nasal o palatal es generalísima. Frente a /kiérI bal, sal, tién, bién, kree, pée, apetég·, sólo se recoge un caso con conservación de la vocal:
B) Ce observan vacilaciones en la vocal final de los adverbios, que puede variar su timbre entre -/o/ y -/u/ finales: /tanpóko-tanpóku, en báso-en básu, pókopóku
.../. Tal vez esta vacilación se deba al hecho de tratarse de una zona fronteriza, de transición entre el asturiano central, con adverbios en -/o/, y el oriental, con adverbios en -/u/.
C) En los adjetivos se mantiene la triple distinción genérica, por lo que no parece haber influjo castellano en este aspecto, (10):
/el k&?e kxíi aríba, ye buéstru (¿?)/
/abía kaaé. la Túta i abih ka&la /
lléba fánfa produeión íi?), ái ke @bálo/
D) Los sustantivos contables terminan por regla general en -/u/, salvo algunas excepciones muy concretas, bien por tratarse de castellanismos fonéticos íntegros,
/pe@o, estómago/, bien por ser neologismos, /feléfono/, aunque en contraposición se
encuentra ldepósitul.
E) Por el contrario, sí parece de influencia castellana la pérdida de la -/e/
final tras una /t/ etimoiogica: /sed/ y no /séde/, o /paré/ y no /paréde/. Lo mismo
puede decirse de la conservación en todos los casos de la vocal final -/a/ sin
cerrarse en una /e/, siempre en posición átona: /sidra, eérka ...l.
Es sin duda en la sintaxis donde menos se ha dejado notar la fuerte influencia
(10) Aparte de algunas excepciones a esta regla, se han recogido ejemplos en los que aparecen extrañas
concordanaas de género: /ésa se kóme kmdÚ/, /káda puébiu tién lo suyu/, /el íoméro erbíu kon
bíno/, o induso cuantificadores terminados en -/u/:/Kéi gbáren tántu, kéi kbáren kuantu, di
del castellano. Observaremos las características más peculiares y cómq &Phs SP
mantienen con un vigor perdido en otros aspectos de la lengua.
1. Posposición de los referentes pronominales: Aparecen mayoritariamente pospuestos
todos los referentes pronominales, sea cual sea su persona o número, así como su
función la de implemento o complemento:
/si kiés dia·selo al de &sur/
Iban dieíte: péro ándes tigndote ya íi?)/
lapetéeme díme pala káma/
lúnes béaec diaái ke sí, ótres béw dieiái ke no/
Frente a esto, escasísimas excepciones que se centran en el Grupo C:
lademás, úna kósa te bói a deeir .../
/me teníen metíu núna t?abóla/
2. Articulación de los adjetivos posesivos: Es habitual que la expresión de la
posesión se realice únicamente por medio del artículo:
/la muyér e la ke kóme, manín/
/adra méfesei en h kebéar ke la fobsíren lec mánes/
/legó el sobrín i túbe ke dir .../
de ahí que los ejemplos recogidos de las formas posesivas propiamente dichas no
sean cuantiosos, pero éstos aparecen mayontanamente articulados:
/el domíngo xugáste kol tu konpaqérul
/la tu muyér, ke te ded sin kuartosl
3. Supresión de la preposición en los complementos nominales y peri·frasis verbales:
Es muy frecuente que se produzca tal supresión, que suele afectar fundamentalmente
a la preposición /de/ y en menor medida a /a/. Las restantes, quizá por su escasa
aparición en estos contextos determinados, no han dejado una muestra significativa.
/la palábra berdá e &u/
/íben traéles en kó& péro luégo .../
/ésa e la mayúka berdál
Grupo A
/akí el día san xosé si akásul
lpasábes pola sála bandéres i.../
Iban dia·te: péro ándes tiendote ya (i?)/
Grupo B
Es únicamente en el Grupo C donde abunda la aparición de táles preposiciones
-en grupos nominales y perífrasis:
/bámos a ber si yfámos únes andarikúkes/
/i dexár í...) en un bar úna káxa de kokakóles/
/estábu el mápa de astutias aF.../
/i si no bói a buskálal
lúna kósa ke fe bói a deoír/
4. Supresión del artículo en la estructura "Preposición EN+ Complemento
n·rcunstamial de lugar: Esta supresión es general en los informantes de los Grupos
A y B, mientras que en el C se producen alternancias entre la presencia y ausencia
del articulo:
lluégo poníense tóes en suélul
/si no @es lísta pónente·n pártel
lestáben tres méses en kanpaméntu/
(Grupos A y B)
lpreparába úna nebéra en kó&e/
l..i .le s móaes en kamiónl
/no podíamos póner a nádie en el kamiónl
(Grupo C)
5. Contracciones: Con abundantísimas las contracciones que se producen a lo
largo del decurso, mediante apócopes o aféresis y en gran cantidad de elementos:
A) Preposición + Articulo:
lbeníen koles bótes kol kúlo a?&tru .../
ldinéru ke tenía polos kauónes/
/yo bíne pol kamín pakál
B) Preposición + Adverbio:
lkífamelu ptp· kei desfágo la kabéaz (!y

 

 

 

 

 

 

 

Em papizase
Enfdnar

Escayu
Esconyuela
Esfarrapar
Esmorgar
Esverenar
Facina
Fsrtlr
Fartucu
FocetQ
Furacu
Garrar
Guañu
Güeyu
Hachu
Iguar
L Lam bión
Magostar
Manín
m a r
Ma yuca
Molín
Muergu
Muria
Mu yer
Naguar
Narizudu
-Ñ m4 .v. -
Orbayar
Oriciu
Paec er
Papau
Parea
Pasera
Pata
Páxam
Payar
Peazu
Pelleyu
Pía
Deshacer (desfacer)
Hablar (falar)
Hacer (facer)
Harina (farina)
Hervir (ferver)
Homu (fornu)
Humo (ftimir!
Lavar (llavar)
Leche (llechi)
Lejía (llixía)
Lejos (lloñi)
Levantar (llevantar)
Ligar (]ligar)
Limpiar (llimpiar)
Lugar (llugar)
/a > /SI
Gusanar (guxanar)
Gusanu (guxanu)
Arzuelu (arzolín)
Avellana (ablana)
Ayuntamientu (auntamientu)
Bostezar (avociar)
Corteza (corteya)
Costilla (costiella)
Cuchara (cuyar)
Demoniu (demongu, demorriu,
demoñu, demontre)
Empujar (embutiar)
Estar (tar)
Estómago (estómadu)
Guadaña (gadaña)
Hoy (güei, güe)
Piriu
Portiella
Poza
Prau
Probe
Pulgar
Pumar
Rancoyu
Rapa=
(A)Regañar
Rescampiu (14)
Roxa
Sebia
Sobrín
Tamién
Tapín
Tar
Tenada
Tiñaces
Toma
Trabayur
Traenfa
Trapiar
Trapu
Voltiar
Xatu
XeIu
Injertar (prender)
Inviemu (iviernu)
Morir (morrer)
Nadie (naide)
Narices (ñarres)
Plantar (llantar)
Saúco (sabucu)
Supermercado (supermercáu)

Por lo que se refiere a la intención de observar si la cantidad de castellanismos
empleados varía según los grupos de hasanies esiabkidos de piiaíipia, S ha2
elegido para su análisis dos criterios: el empleo de la tercera persona del singular
del presente de indicativo del verbo "ser", (ya que ofrecía la posibilidad de
comprobar tres usos distintos de formas: la propia del castellano, "es"; la común
a todo asturiano, "yel> y finalmente, la propia de la zona en cuestión, "e"; y, en
segundo lugar, qué infinitivo conjugan para las formas del castellano "estar", si las
de este mismo infinitivo, si las del asturiano "tar". Para llevar a cabo el muestreo,
se ha tomado al hablante más representativo de cada grupo, elegido en virtud de
ser el que mejor refleja las características propias de cada nivel que más adelante
se verán.
(14) En el vocabulario de Braulio Vigón: ·fescampeu"
El resultado fue el siguiente:
FORMAS: E -% -YE % % TOTAL
Grupo A 16 100 O O 0 0 16
Grupo B 15 6 0 9 3 6 1 4 25
Grupo C 25 58 13 30 5 i2 43
-TAR % ESTAR % TOTAL
Grupo A 4 25 12 75 16
Grupo B 14 44 18 56 32
Grupo C 10 30 23 70 33
Si aceptamos esta estadística como la válida y el criterio adoptado para la
selección como fiable, podemos concluir Io siguiente:
1. La forma castellana de la tercera persona del singular del presente del verbo
"ser", "es", apenas tiene vitalidad en la zona.
2. La forma autóctona para ese tiempo y esa persona, "e", está muy por encima
del resto en cuanto a su frecuencia de uso: supera en todos los informantes el 50%,
y en el nivel que hemos considerado el más puro es la Única forma documentada.
3. La fem.z c m ñferesis del verbo "estar" es minoritaria en todos los
informantes.
4. Las cifras obtenidas en el muestreo respaldan la división de la que se partió
en un comienzo.
V. CONCLUSIONES GENERALES
La conclusión más relevante que puede obtenerse después de todo lo hasta
aquí expuesto es la evidente importancia que ha alcanzado la influencia del castellano
en la zona estudiada, (15). Bien es cierto que esa influencia no se refleja de igual
forma en todos los hablantes. Así, hemos distinguido tres niveles distintos de castellanización que, a la luz de los rasgos analizados responderian a las características reflejadas en el siguiente cuadro:
Rasaos analuados Gruvo A Grupo B G r u , C
-Pr&ncia del
fonema /f/-: Minoritaria Muy escasa Muy escasa
Presencia del
fonema /S/: Minoritaria Muy escasa Inapreciable
Palatalizac%n
de /1/-: Nula Nula Nula
Presencia del
fonema /y/ (/Y/): Frecuente en palabras concretas; en el resto esporádica.
Terminaciones
en -/es/: Generales Generales Preponderantes
Posposiciones de
los referentes: Gcfierril General Habitual
Supresión de
preposiciones: Muy habitual Muy habitual Preponderante
Prep. "en" + Comp.
Circ. sin artículo: Muy habitual Muy habitual Esporádica
Forma "e" de 39 pers.
P. Ind. verbo "ser": General Mayoritaria Minoritaria
Forma "es" de 3· pers.
P. Ind. verbo "ser": Nula Inapreciable Muy esporádica
(15) En prinapio no hay razones para pensar que la ca