En Abril de 2007 publicábamos que ya contaban con el permiso necesario para iniciar las obras de reconstrucción de este Palacio llastrín, pero no se han iniciado hasta pasados siete años
Ya han comenzado hace unos días las obras que reconstruirán este simbólico Palacio del siglo XVI y lo transformarán, i se respeta el proyecto original, en un confortable edificio de nueve viviendas distribuidas en tres plantas y bajo cubierta.
En la actualidad presenta planta rectangular, tres pisos, cubierta a cuatro aguas. Puerta de acceso principal en el centro de la fachada, que conduce a un portal, aquí se abren dos huecos que comunican con dependencias auxiliares. Tenía destinados a viviendas , originalmente, los pisos superiores.
En la planta principal dos ventanas cuadradas en el centro y dos balcones en los extremos. Sobre las ventanas cuadradas una repisa moldurada rectangular, resto del balcón que existió en el centro de la planta alta. En el muro oeste restos de un balcón y una ventana en la planta alta. La fachada trasera se ha derrumbado. La fábrica del muro es de mampostería. El sillar aparece en el antepecho, recercos, esquinas y línea de imposta.
A partir de ahora la nueva descripción del edificio, si se sigue con el proyecto de 2007, será la de un edificio de tres plantas y bajo cubierta distribuido en nueve viviendas con una superficie construida que varía entre 82,5 y 40,89 m/2 y unas medidas útiles que van de los 33,88 m/2 a los 59,51 m/2.
Dado que se trata de un Bien de Interés Cultural, la Permanente del Consejo de Patrimonio Cultural de Asturias en sesión de 25 de enero de 2007 autorizó la actuación, si bien condicionada a que en los huecos de nueva apertura deben eliminarse los recercados falsos y, deberá modificarse la incidencia que el forjado del techo de planta semisotano produce sobre la puerta principal.
Este Palacio, de estilo barroco, fechado a finales del siglo XVI, perteneció originalmente a los Lué, cuyos miembros más destacados nacieron o vivieron entre sus paredes, entre ellos el Capitán Don Diego de Lué, Regidor perpetuo de Colunga o su hermano Don Benito de Lué y Riega, último Obispo de Buenos Aires. También nació en este edificio, el famoso liberal Don Carlos Espinosa de los Monteros.
El edificio está, prácticamente, en ruinas desde el siglo XIX, aunque tuvo inquilinos hasta hace unos años, entre ellos Diego el gitano, Rosario y Serafo o el periodista lastrin, que fuera director de la revista Hola, José Antonio Olivar
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