
La Coordinadora Ecoloxista d’Asturies denuncia los vertidos de sustancias peligrosas en la Mina Emilio de Colunga y exige la instalación de una depuradora. El río Espasa está en riesgo de contaminación.
La Coordinadora Ecoloxista d’Asturies ha presentado alegaciones ante la propuesta de resolución del expediente de vertido al dominio público hidráulico de la Mina Emilio, ubicada en Valdemolina, concejo de Colunga. La explotación de espato-flúor es operada por Minerales y Productos Derivados, S.A. (MINERSA), y se ha convertido en motivo de preocupación debido a la presencia de sustancias peligrosas en los vertidos de la mina.
Recientes análisis realizados por la Confederación Hidrográfica han detectado la presencia de elementos peligrosos no incluidos en la autorización original, tales como cobre, níquel, zinc y selenio. Estas sustancias, reguladas por los Anexos IV y V del Real Decreto 817/2015, son consideradas peligrosas y su vertido se ha estado produciendo sin que se haya realizado un estudio de impacto ambiental en la cuenca del río Espasa, que desemboca en la playa de la Espasa.
La Mina Emilio, operativa desde 1985, es una de las principales productoras de espato-flúor en España. Sin embargo, en los arroyos afectados por sus vertidos se observa una alarmante sedimentación de sólidos en suspensión, y ahora se ha comprobado que también contienen elementos altamente contaminantes.
A pesar de las reiteradas denuncias de la Coordinadora Ecoloxista, ni la empresa ni la Confederación Hidrográfica han adoptado medidas eficaces para evitar estos vertidos durante las décadas que lleva en funcionamiento la mina. La propuesta actual de MINERSA es almacenar las escorrentías contaminadas en una caldera situada en una zona previamente explotada dentro de la propia mina, pero no se especifica el tipo de aislamiento ni si esta instalación resistiría un eventual accidente sísmico.
La Coordinadora Ecoloxista ha manifestado su preocupación ante la falta de garantías sobre la seguridad a largo plazo de esta solución, así como la estanqueidad de la caldera propuesta. De producirse un fallo geológico, estas sustancias peligrosas podrían contaminar el subsuelo, generando un impacto aún mayor en el medio ambiente.
Ante esta situación, la Coordinadora Ecoloxista insiste en que la única solución viable es la instalación de una depuradora que trate las aguas contaminadas antes de ser vertidas al río Espasa. La protección de este ecosistema y la seguridad de la población deben ser una prioridad en la gestión de estos vertidos.
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