Lastres despide a Concha y a Alfonsín

La pasada semana Llastres perdió a dos de sus personajes más ilustres: Concha La de Barru y Alfonsín. Personas alegres donde las hubiese ambos dejan al pueblo un poco huérfano, pero pasarán a formar parte de nuestra historia y del anecdotario llastrín que año tras año se va enriqueciendo.

Si hubiese que describir a Concha, diríamos que fue una persona folixera, feliz y guasona. Siempre al pié del cañón para colaborar con todo lo que estaba en su mano, no había fiesta a la que faltase o sarao al que no se apuntase. 

Concha, en uno de los últimos Antroxos celebrados en Llastres

Concha siempre gozó de un estado de ánimo y un humor envidiable. En sus últimos años de vida, formó parte del grupo de teatro "Las tres luces" hasta que su salud ya no le permitió seguir "actuando" y cambió de escenario para hacerle la vida más alegre a sus compañeros de la residencia de Lastres. Con su partida, Lastres pierde una de sus personas más optimistas y alegres, pero también pierde un ejemplo de lo que significa la lucha, el trabajo y el sacrificio, valores muy escasos en la sociedad actual.

Alfonsín era uno de los vecinos más ilustres, entrañables y queridos de Lastres, una de esas personas que vienen al mundo para tratar de hacerle la vida más feliz a los demás. Hace años fue nombrado hijo predilecto de la Parroquia de Santa María de Sábada. 

Alfonso durante el homenaje en el que se le nombró Hijo Predilecto de la Parroquia Santa María de Sábada

Siempre dispuesto a ayudar en las labores de la parroquia, recorría el pueblo varias veces al día informando a los vecinos y vecinas de los últimos acontecimientos de importancia: nacimientos, misas, fiestas, fallecimientos,... no se le escapaba nada. Pero si a Alfonso había algo que le emocionaba más que cualquier otra cosa, era convidarse recordando los acontecimientos más relevantes de las familias y cómo no, acercarse a la confitería Cristina a merendar un pastelín con café.

Hace unos años, Gabriel García Tuya (campeón de Tonada) el dedicó esta tonada con motivo del homenaje que le hizo la Parroquia de Lastres.

Concha, Alfonso: como se suele decir en Lastres, ¡buena proa!