Omar Pardo: Anécdotas populares de Colunga,  Sobre el misterio de la encarnación del hijo de Díos y todo eso…

Sí, sí, ni más ni menos no se me espanten, no. Uno de los debates más peliagudos del mundo, ya ven, y además con protagonistas de nuestra localidad, que por eso aludo aquí a ello, claro…

Pues bueno, ahí en esa semeya tienen a uno de ellos, sacerdote él, muy peculiar por cierto, que con la misma fe oficiaba en la Iglesia como en el Rotellu, eso sí, sin apear la sotana jamás, no como estos curitas progre modernos de ahora; pues claro que no.

Actuaba como parte contraria un buen amigo suyo cristiano de Pernús, aunque un tanto díscolo en dogmas de fe, así que cuando les botelles de sidra iban in crescendo prendían como la yesca en la barra del Rotellu interesantes debates teológicos entre ambos, y el más interesante de ellos versaba – como no – sobre el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios, afirmando el laico con rotundidad incontestable , que San José era un cornudo, a lo que respondía el eclesiástico con grandes aspavientos que eso era una terrible barbaridad que bien pudiera traer consigo la condenación eterna…

Sobre estos fundamentales conceptos bien pudiera durar la discusión hasta altas horas de la madrugada si no hubiera mediado en ello más de una vez la arrojada actuación de Puchades, que viéndolas venir enseñaba la guiyada que tenía detrás de la barra, lo que era indicativo de que ya estaba bien de tocar los cojones y que había que ir yendo pa casa.

Ya en la calle al ir uno pa cada lao, la despedida más de una vez era la siguiente estrofa que ladinamente el laico espetaba al eclesiástico cada vez que tenía ocasión:

“Nunca digas de este agua no beberé ni este cura no es mi padre…”

La cuestión que se plantea aquí es que ustedes me identifiquen a esos dos personajes, desparecidos ya, aunque no hace tanto.

Uno de ellos (el eclesiástico), ahí lo tienen en esa fotografía, aunque demasiado joven para que algunos puedan reconocerlo, claro que identificado a ese, el otro blanco y en botella, claro…

Pues venga ¡Al lío…!

En Loja, término Municipal de Colunga en el Principado de las Asturias de Oviedo a once días del año de dos mil y veintitrés del nacimiento de Nuestro Señor; que EL nos ampare.