Y como es habitual por estos lares, olvidado, como este que les muestro ahí y del que no siendo cuatro de su parroquia ni siquiera han oído hablar, aunque debieran, sin duda y máxime ahora que por fin llegan a Asturias esos trenes de alta velocidad, ya que este hombre tuvo que ver y mucho con eso de las velocidades ultrarrápidas, que lo sepan.
Su currículum profesional es impresionante, y por poner solo un ejemplo trabajó codo con codo durante bastante tiempo en Chicago con el propio Enrico Fermi en su Instituto y con el premio Nobel de física Chandrasekhara Raman, y posteriormente dirigió el Maryland Institute of Advanced Study, en Washington D.C.
Trabajó asimismo en el Instituto de Tecnología de Massachusetts y en las Universidad de Harvard y de Columbia, y tiempo después consiguió un contrato en la Oficina Nacional de Normas Estándares y Tecnología
Regresó a Pamplona a mediados de los años ochenta, donde permaneció hasta su fallecimiento en 1993 pasando los veranos en su localidad natal de Colunga, a cuyo Ayuntamiento ofreció altruistamente parte de su importante archivo.
Ni siquiera tuvo contestación pues la respuesta que dio el entonces alcalde –intelectual de tronío elegido por mayoría aplastante de su pueblo, eso sí - a su propuesta expuesta por un mediador fue ni más ni menos que esta:
¿Esi quién é y qué anda enredando per ahí?
Si quier algo que trabaye…
Y así fue el asunto, y aunque de nada sirva es conveniente que lo sepan, porque eso ¿No lo sabían verdad…?
¡Pues eso…!
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