Otra de memoria histérica

Sobre los encantadores de serpientes...

Pues nada, como ahora con la televisión totalmente entregada a la masonería, pocos cambios de todas maneras, puesto que ya viene siendo así desde tiempo ha, aunque no con tal descaro, anda continuamente “mayando” , venga con el franquismo, venga con la memoria histérica esa distorsionada suya para ganar 80 años después una guerra que nunca ganaron sino en la propaganda, ahí tienen ustedes un buen ejemplo a nivel local de la otra memoria, o sea de la de verdad, de la HISTORICA, que no histérica y vean sino este cumplido ejemplo que ahí les muestro.

No hace falta decirles de qué edificio se trata, puesto que lo conocen todos de sobra, y no tienen más que ver el antes y el después.

¿Las causas?

Pues existen – como no – dos versiones:

1.- La de la memoria •HISTERICA” , que se empecina en afirmar a pesar de lo evidente, que fueron los bombardeos de la Aviación “facista” del 37 los responsables de tal desaguisado, culpando de ello para más INRI al militar colungés el entonces Coronel de Artillería D. Juan Vigón, uno de los responsable s máximos de la campaña del Norte.

2.- La de la memoria “HISTORICA” y verdadera, puesto que testigos vivos, aunque vieyos ya tienen por ahí aún a patadas que pueden corroborarlo, que no es otra que la responsabiliza a los Comités de Milicias Locales de haber “ardido” el edificio, pagando así las excelentes relaciones que la sección sindical de CNT mayoritaria en la Fábrica de sidra Champagne el Hórreo, tenía con la Empresa y que se plasmaba en uno de los mejores Convenios Laborales firmados en Asturias sino el mejor, que incluía mejoras sociales, tales como viviendas en el Barrio Obrero del Cuetín, donde se dio la contradictoria circunstancia de que fueron las primeras que disfrutaron de luz eléctrica y agua en sus domicilios en la localidad, mucho antes que las demás de clase media y acomodada, y pruebas hay de ello que se plasmaron en las correspondientes actas de los Convenios Colectivos para quienes quieran comprobarlo.

Así que ya ven, las cosas son como son, que no les embauquen los “encantadores de serpientes” que ya no cuela, no…