Un año más por cortesía de José Antonio Olivar publicamos el pregón de los Fuegos del Azor

Ésta es la décima vez que les pongo verso y voz a los Fuegos del Azor, y alguien dirá “¡¡ya está bien!!”. Pues da la casualidad que eso mismo pienso yo: os lo digo de verdad.

Y me ha llegado el rumor de que yo ya estoy muy visto. Pues, por los clavos de Cristo, a esa misma conclusión hace tiempo llegué yo: Yo también  pienso lo mismo.

Pero aquí el presentador es lo que menos importa: nadie va a acabar a tortas porque sea otro o sea yo. Lo importante son los fuegos. Lo importante es la bohemia que se estudia en la academia del mágico Bar Azor con sus noches de trasiego donde, aunque termines ciego, entre botella y botella acabas viendo que el sol sale  por Ribadesella. 

Yo no digo que lo dejo ni tampoco que me voy, y perdonadme si hoy la duda no la despejo. Si lo dejo, otro vendrá y aquí no ha pasado nada. Creo que lo mejor será consultarlo con la almohada.

Una retirada a tiempo dicen que es una victoria, mas yo no me creo esa historia: es más bien un contratiempo. Y es que, hasta que el cuerpo aguante,habrá que tirar p’alante: no hay nada que más me preste que un momento como éste.

Y, si Dios me da salud, y no nos cortan la luz -sería el último  recorte, al que habría que responder todos juntos y a la vez con un soberano corte, un corte como Dios manda: o sea, un corte de manga- pienso que el año que viene, aunque llueva y aunque truene, otra vez aquí estaré. Os juro que volveré.

Además tengo un problema: no me gusta despedirme y entonces tendría que irme simplemente…a la francesa, muy fea costumbre ésa, porque es de maleducados el, después de divertirse, marcharse sin despedirse y yo, como tengo estudios, abiertamente repudio la falta de educación, cosa que también repudian lo mismo  los que no estudian que el que ha llegado a doctor.

O sea: que hasta otro año si Dios quiere  y, si no quiere pues ¡qué le vamos a hacer! Me entonáis un “miserere” y a correr. Mas, si tenemos salud y no nos ahoga Montoro, (prometió el oro y el moro Y, al final ¿qué  es lo que ahorró? El chocolate del loro) nos vemos en el Azor.

Dije y vuelvo a repetirlo: no he de hacer ninguna crítica a nuestra clase política. Pero no voy a cumplirlo. Y es que hay cada personaje que merece un abordaje con diez cañones por banda, y una buena zurribanda.

Somos un país de pillos y circula por la red y por algunos corrillos un romance algo soez que habla de Urdangarín, colmo de desfachatez y del trinque paladín, y dice  que su mujer ”casó con un deportista que ha jodido a la Corona, vascuence y separatista y, encima, del Barcelona”. “Compró en la Ciudad Condal una casa en seis millones. La gente, como es normal, hacía cavilaciones: “este ¿de dónde cojones saca tanto capital?”

Y, siguiendo de oca en oca, yo tiro porque me toca: de asuntos turbios y raros haré otros cuantos disparos.

En un país de chorizos, Bárcenas, el tesorero, rizó como nadie el rizo y se ha llevado el dinero. Dicen que lo tiene en Suiza, país donde dicen que atan - si , al final no te delatan- los perros con longaniza. Bárcenas se fue a chirona pero no ha devuelto nada. Si donde las dan las toman, donde las toman las dan: ¿y qué devolvió Roldán? La corrupción crece y crece y la pasta no aparece.

No puedo olvidarme hoy del ínclito de Rajoy: como buen gallego que es dice algo…y lo hace al revés.Rajoy yo sé lo que tiene: no sabes si va o si viene.   

Y ojito con Rubalcaba: si te vuelves te la clava. Mas Rubalcaba se va y, en vista de lo que vemos, pongámonos a rezar para no echarlo de menos. Y no me gusta ni un pelo lo que dice algún “coletas” que ofrece cual caramelos los duros a tres pesetas.

Aunque les importe un bledo voy a ser claro, señores: a mí me dan mucho miedo los telepredicadores. ¿Y qué decir de Pujol,Pujol, el muy Honorable, convertido en miserable por la pasta que heredó?

La esperanza del obrero era siempre el sindicato. Era…y lo ha de seguir siendo,no lo olviden: ¡ojo al dato! Pero algunos adoraron al santo por la peana y nos han salido rana porque al final se forraron.

De todos con el dinero hicieron mil mariscadas; tras ponerse todos ciegos,las facturas disfrazaban. Y hubo algunos tan listillos que inventaron inclusive cursillos en el Caribe: ¡nos tomaron por pardillos!

Pero un día surgió una juez que les empezó a dar tralla pues se decidió a coger por el mango la sartén. Hablo de la juez Alaya, una juez minifaldera. (Perdóneme, señoría, por señalar: es usía una mujer de bandera). 

Pero a unos descerebrados, para desacreditarla, fea les dio por llamarla: o están ciegos…o pirados. A mí que la llamen fea ciertamente me cabrea.

Que Alaya está de buen ver es altamente evidente. Repito y soy reincidente: Alaya está….como un tren. 

Y esto es España, señores:¡como para echarnos flores! Y España no hay más que una. Si tuviéramos la potra de que un día hubiera dos nos iríamos a la otra.

Nada más por hoy, amigos. Mañana será otro día. Os llevo a todos conmigo pero odio las despedidas.

Ahora le cedo la voz a los fuegos que esta noche, de pirotecnia en derroche, á este pregón  pondrán broche: a los fuegos del Azor. 

Lastres: 9 de agosto de 2014