Por Omar Pardo Cortina, A.E.M.E. (Asociación Española de Militares escritores nº188). Pues sí, sí, han leído bien “SAN JUAN DE LUZ” no se han equivocado, no; otra cosa es como se lo cuento:A ver…
¿Qué les parecería si les digo por ejemplo que Napoleón no era pequeño, que el Titanic nunca se hundió, o que ni la ensaladilla rusa es rusa, ni la tortilla francesa, francesa?
Pues qué les va a parecer; lo mismo que me pareció a mí también la primera vez que escuché tales asertos; pues que se trataba de elucubraciones de una mente enferma, naturalmente.
Pero el asunto es que en todos los casos mis interlocutores me ofrecían – por su trayectoria profesional y su altísimo nivel intelectual más que nada – muy alta fiabilidad, así que aun pareciéndome elucubraciones peregrinas no desdeñé al menos escuchar sus razonamientos para llegar a tan “supuestamente” descabelladas – al menos para mí en ese momento – conclusiones.
Pero… sorpresa, sorpresa; contrariamente a lo que me había imaginado, al escucharlas me quedé tan patidifuso como convencido, pues los argumentos expuestos fueron tan absolutamente demoledores como sencillos de comprender, lo suficiente como para validar en tiempo record sus “descabellados” asertos y mudar por tanto mis anteriores planteamientos universalmente aceptados como dogmas al instante, convirtiéndome así en “enemigo” irreconciliable de aquellas mentes que de ninguna manera hubieran aceptado ni siquiera prestar un segundo de atención a tan descabelladas elucubraciones.
¡Craso error sin duda!
Viene esto a cuento evidentemente porque de sobra sé que al hacer tales aseveraciones habrá una mayoría abrumadora en mi contra que tajantemente se negará a escuchar ni por asomo ninguno de los razonamientos que me asisten, pero aun así lo intentaré ya que avezados a estas batallas perdidas de antemano no se puede decir que no estemos.
LOS HECHOS:
De manera casual hace unos días mostrándole un mapa de Colunga y comarca a un amigo que pretende conocer la zona este verano, al ampliarlo en el móvil me dijo:
“Coñooo… también vosotros tenéis un San Juan de Luz”, a lo que yo respondí:
“No, es San Juan de Duz; no de Luz”, pero no sé por qué se me encendió la bombilla…
Al preguntarle por qué lo decía me contestó “Hombre, no sé, tienen muchos elementos comunes, un arenal, una desembocadura, a lo que parece una ría…”
¿Unos elementos comunes con quién le dije?
¡Coño… con la población francesa de San Juan de Luz, me replicó de inmediato!
Debo indicarles llegado este punto que mi interlocutor no es vascongado, pero residió cerca de 40 años en Fuenterrabía y es un gran conocedor de la lengua esukérica, y al preguntarle por el origen del nombre del San Juan de Luz francés me indicó que deriva del euskera, del término “Donibane Lohizune” , puesto que el término Donibane se identifica con San Juan y Lohizune es un derivado de de “Lokatz” (barro), (nada referido al término “luz” tal y como lo identificamos ahora), o sea en cristiano San Juan del barro, San Juan del lodazal, o mejor aún San Juan de la Marisma.
En ese momento empecé a atar cabos, pues las similitudes son evidentes y ojeando Google Maps me quedé sorprendido al ver las coincidencias, desembocadura con ría, terrenos húmedos pantanosos, o sea lodazal, zonas arenosas, etc… con lo cual me planteé que nuestro San Juan de Duz bien pudiera ser San Juan de Luz, más que nada porque a eso de “Duz” jamás fui capaz a encontrarle sentido alguno a pesar de haber estado indagando por ahí no poco; aunque me faltaban algunos cabos por atar.
[No debemos olvidar que toda esa zona desde el Befal hasta la desembocadura del río era un inmenso lodazal que progresivamente la mano del hombre fue reduciendo para su aprovechamiento agrícola o más modernamente para intereses turísticos, que por si no lo saben tanto los terrenos del Camping Costa Verde o los del actual aparcamiento del Arenal de San Juan son terrenos robados con mucho esfuerzo a la ría con toneladas y toneladas de relleno, lo que desnaturalizó completamente el cauce, el paisaje, la fauna, etc. (El ejemplo más notable es la completa desaparición de los cangrejos del estuario que hace nada eran abundantísimos, eso cualquier viejo y no tan viejo lo puede testimoniar fehacientemente) .
La denominación por tanto del lugar como San Juan del lodazal, o lo que es más o menos lo mismo, San Juan de la Marisma o del mar (Sancti Ioannes del Mar vemos siempre en la documentación más antigua) sería más que apropiada pues.]
El primero el lingüístico, pero ese no me dio demasiados problemas, ya que enseguida acudió a mi mente D. Braulio Vigón en mi auxilio, recordándome textualmente aquello de:
“A despecho de la influencia céltica, guardan nuestros lugares memoria de sus primeros habitantes que ni el paso de las legiones de Augusto ni las invasiones posteriores que registra la historia bastaron para borrar.
El estudio de estas memorias hecho con el auxilio de la lengua euskera, evidencia en nuestro concejo nombres de sitios y lugares con raíces de ese ancestral origen.
Aquí situado en la cima de un elevado monte, tenemos el pueblo de Carrandi, cuyo nombre, compuesto de la inicial euskara, “car”, que casi siempre denota “altura” y “andia” (grande), deja conocer la topografía del terreno en que se levanta.
Carrandena, nombre de un lugar próximo al anterior, proviene sin duda de las mismas raíces y su etimología, como la de aquel, está en perfecta consonancia con el terreno que ocupa.
Lo propio sucede con el nombre Garabandi que lleva un monte en términos de la parroquia de Pernús, con la circunstancia de ofrecernos este en toda su pureza la raíz vasca “gara”: (altura).
Luces, aldea situada en una extensa planicie si bien recuerda al latín “lucus”, puede derivarse de “lucea”: (ancho, vasto).
Astuera, nombre de un riachuelo que nace en la parroquia de Sales de “asta”: (roca) y “ura”: (agua; agua de roca).
La espaciosa llanura de Cordobana su etimología “llanura alta al pie de una montaña” conviene perfectamente con los accidentes de aquel terreno”
Dedúcese de ello que aquí había una población fuertemente asentada a la llegada de los indoeuropeos cuya influencia tendría mucho que decir con posterioridad.
No es por tanto nada extraño que este término euskérico evolucionado dé origen al nombre de una población ahí asentada desde tiempos inmemoriales ya.
Ahí hubo hace nada también un asentamiento Castreño (El Castro de la Villeda) y de sobra se sabe la política romana respecto al asentamiento de las poblaciones castreñas sometidas, y si a ello sumamos los múltiples restos arqueológicos aparecidos en esa zona bien podemos deducir que es precisamente el núcleo de una antiquísima población ahí asentada desde los tiempos de mariacastaña.
Me quedaba pues el fleco de la grafía, o sea, el cómo se pudo pasar de “Luz” a Duz, y eso consultado con un experto paleógrafo (una en concreto), pues mis conocimientos sobre esa materia son bastante deficientes me fue más sencillo de lo esperado ya que me desveló el misterio al instante sin hacer consulta alguna:
“Hombre, me contestó, ahí sí que me lo pones fácil; todos los muertos como este”, y me hizo en una servilleta de papel este sencillo dibujo:
¿Qué letra es esta…?
Me parece un “ele”, le respondo…
Razonamiento lógico, pero es una “de”; claro que muy bien pudiera ser una “ele”, en efecto, sí; ¿Qué te indica eso?
Pues que son muy fáciles de confundir al transcribir ambas grafías.
Eso, es; y de errores de esos en las transcripciones están los anuarios, registros, formularios, mapas, y documentos de todo tipo llenos, ya ves…
Y entonces recordé un caso muy similar y que curiosamente se da tan solo a unos cientos metros de nuestro objetivo en la ría de San Juan, y no es otro que la denominación del lugar mal llamado “Mefal”, en la Nacional 632, límite por cierto de las parroquias de Sales y Colunga, pues ese término con “M”, lo encontrarán en todas las grafías al menos a partir de primeros del XVII.
Pues bien, es un simple error de transcripción pues esta supuesta “M”
No es tal sino una “B” que dependiendo de una inclinación poco habitual alguien la transcribió como “M”, per saecula saeculorum, ya lo ven.
Con esta inclinación ¿Ven cómo cambia el cuento?
¿Que qué base tiene lo que digo…?
Pues que Befal, es un término que deriva de “Bifaria”, o sea; “Bifurcación”, ahí se junta algo, y en este caso blanco y en botella, pues esto es claramente un “Befal”, puesto que ahí confluyen precisamente los cauces del Rio Libardón y su afluente el Río Llobones o de Sales, así como lo oyen. Pueden comprobar bien fácil este aserto pues en Asturias mismo hay numerosas “Bifarias” y se encontrarán en todas con la misma realidad.
Por tanto para nada es descabellado que nuestra parroquia pudiera ahora denominarse erróneamente San Juan de Duz, puesto que el término “Duz”, no tiene sentido, similitud, ni paralelismo alguno al menos con nada que yo conozca, y creo que precisamente por ello, nadie nunca me supo contestar a la pregunta:
¿Pero eso de Duz, qué origen tiene?
¿Blanco y en botella?
¡Pues la verdad, no sé, perooo…!
En Loja (parroquia de San Juan de Luz – Colunga), a diez días del mes de mayo del año de dos mil y veinte del Nacimiento de Nuestro Señor.
¡Que ÉL nos ampare!
Omar Pardo Cortina
0 Comentarios
Esta noticia todavía no tiene comentarios
Comentar la noticia
El email no será publicado