Todo sobre Colunga (I)

En el año 2001, dentro de un ambicioso proyecto de la Dirección General de Empleo del Principado de Asturias se realizó un profundo estudio y catalogación de los recursos históricos  y turísticos de los concejos de  Colunga y Caravia, siendo la autora la historiadora de Luces (Colunga) Choni Busta, y el coordinador del proyecto JF Cima. Puntualmente se irán publicando los diversos contenidos de este proyecto, numerados correlativamente para facilitar su consulta.

INDICE

GEOGRAFÍA E HISTORÍA 1

1  GEOGRAFÍA E HISTORIA

Situación

El concejo está situado en la zona centro oriental de Asturias, con una extensión de 97,57 kilómetros cuadrados. Limita al Norte con el Mar Cantábrico, al Sur con los concejos de Parres y  Piloña, al Este con Caravia y al Oeste con Villaviciosa.

El 61% de la superficie se halla a menos de 200 metros sobre el nivel del mar y tan sólo un 4% supera los 800 metros.

Las cumbres del Sueve, que se remontan hasta los 1159 metros de altitud a una distancia del mar que se aproxima  a cinco kilómetros, en las inmediaciones de la playa de la Espasa.

Comunicaciones

La Nacional-632, que atraviesa el concejo y su capital de Este a Oeste, desde Gijón lleva a Ribadesella y hasta hace  poco, principal vía de comunicación ; AS-257 desde la Venta del Pobre cruza la Rasa hasta Lastres y llega a Colunga; la AS-258, que va de Colunga por Libardón y L’Altu la Llama hacía el concejo de Piloña; la AS-330 que alcanza Villaviciosa por Pivierda; y la AS-260, que sale de la N-632 y se dirige a Caravia por Gobiendes y Loroñe. 

Una serie de carreteras locales recorren todo su territorio: CL1, comunica Colunga con Villaescusa pasando por Pernús. CL2, desde Coceña, pasa por Carrandi hasta el entronque con la AS-258 a su paso por Libardón. Y la CL3, que desde  Libardón nos lleva hasta los núcleos de Fanu y el Juesu. 

Actualmente la Autovía del Cantábrico a su paso por Colunga discurre paralela a la costa.Uniendo a los concejos costeros del oriente asturiano, desde Villaviciosa a Ribadedsella y  desde Villaviciosa la Autovía nos comunica con  Gijón y con Oviedo.

Geología y Relieve

El territorio municipal forma parte de la unidad costera que se extiende por la vertiente norte de las estribaciones del Sueve, entre Villaviciosa y Caravia.

El suelo municipal está formado por el substrato calizo, que produce unas peculiares formas de erosión.

El lado Norte está formado por la línea de costa, entre el arroyo de la Llastra y el río Espasa. Como accidentes más importantes las ensenadas donde desaguan los ríos Llovones y Libardón.

Siendo el saliente más importante hacía el Norte el cabo de Lastres, mientras que la punta Misiera divisa una gran parte de la costa oriental.

Fuera de la franja costera, nos encontramos con otras dos unidades; los valles interiores y la montaña. El valle principal está formado por los ríos Llovones y Libardón, en cuya meseta se localiza la villa de Colunga.   El río Libardón, baja desde el alto de la Llama, con dirección Sur-Norte, y recibe las aguas del Pivierda en Agüera, a la altura de su curso medio. Dicho río divide el territorio costero en dos partes y desemboca al mar, en la playa de la Griega.

La montaña ocupa la parte Sur-Oeste del municipio. En esta zona destaca el macizo del Sueve y las estribaciones menores de la Viesca con 206 metros de altura y los Acebos con 380 metros.

La Sierra litoral del Sueve, está formada por el zócalo paleozoico, es un subsistema de la Cordillera Cantábrica de pendientes muy acusadas, en las que el material predominante es la caliza carbonífera. Ocupa los bordes Sur y Oeste del término municipal. Se extiende en dirección Suroeste-Nordeste, a lo largo de unos 12 kilómetros. La Sierra tiene su origen en las enormes presiones que plegaron el relieve asturiano durante el carbonífero inferior, durante el movimiento herciniano, que aconteció durante fases finales del paleozoico.

Los materiales geológicos son fruto de espesos mantos de sedimentos que provocó la lenta destrucción de los pliegues hercinianos originarios. Predomina la caliza calcárea, pizarras y limolitas

El Picu Pienzu con 1159 metros es la cota máxima del Sueve. Atalaya sobre el Cantábrico oriental asturiano, sobre dicha cumbre se levantó una cruz de hierro de 16 metros de altura el año 1955.

El modelado kárstico, dolinas, simas y grutas ha sido retocado por el periglaciarismo. 

Sierra del Sueve

Clima

Clima oceánico, no muy diferente del resto de Asturias, en cuanto a sus características oceánicas. Temperaturas suaves en verano que no superan los 20º y no descienden de los 9º en invierno, más que en contadas ocasiones ó en las zonas más elevadas. Las lluvias se reparten regularmente a lo largo del año, estando la media en 1163 milímetros. Estas se acentúan en la zona de la Sierra del Sueve, ascendiendo en las cumbres hasta valores de 2000 milímetros de media anual. 

El descenso de la temperatura en la estación invernal no es acusado, por lo que las frecuentes nevadas tienen corta permanencia.

La  Sierra del Sueve disfruta de unas características climáticas a caballo entre las propias del litoral y las de las zonas medias. Su condición montañosa es otro factor a tener en cuenta. La presencia de la Sierra provoca un aumento de las precipitaciones, establecidas entorno a los 1200 l/m2 de media anual, con una regular distribución a lo largo del año.

Las temperaturas son moderadas, gracias a los efectos beneficiosos de la proximidad al mar, con medias no inferiores a 4º centígrados en los meses más fríos y no superiores a los 24º en los meses más cálidos. En la mayor parte de los inviernos se desarrollan precipitaciones en forma de nieve, si bien nunca son demasiado importantes ni duran muchos días.

Uno de los fenómenos atmosféricos más relevantes y frecuentes es el de la niebla, que durante muchos días al año envuelve la parte alta de la Sierra, especialmente en primavera y verano. 

Poblamiento

Los asentamientos de población, se distribuyen espacialmente de acuerdo con la orografía 

del territorio. De manera que buscan aquellos lugares de más amable topografía, aprovechando las zonas deprimidas y las vegas de los valles, siempre dejando libres de edificación, los espacios destinados al cultivo.

En los núcleos hay una clara dispersión de la edificación, ya sea a nivel de viviendas aisladas ó de agrupaciones de casas generalmente entendidas como barrios. Dicha dispersión se relaciona con la organización tradicional del espacio rural, muy ligada a la producción agrícola y ganadera.

El término municipal de Colunga está formado por más de 40 núcleos de población agrupados en 13 parroquías: Carrandi, Colunga, Gobiendes, Lastres, Libardón, La Llera, Lué, Pernús, Pivierda, La Riera, Sales, San Juan de Duz y la Isla. 

En general los núcleos son de pequeño tamaño con escasa población, que a su vez conservan buena parte de la edificación tradicional. Muchos de estos asentamientos no llegan a 100 habitantes o incluso quedan por debajo de los 50. Son caserías aisladas y  aldeas , con funciones únicamente residenciales o relacionadas con el campo.

Colunga capital del concejo, sufre al igual que toda la región un crecimiento espacial continuo, y  a pesar de no haber aumento de la población la construcción de nuevas edificaciones es una constante. La capital municipal tiende a ir recogiendo la población del entorno rural más próximo, al tiempo que va perdiendo la suya propia a favor del área central regional. 

Se está produciendo un paulatino descenio de sus efectivos poblacionales, caracterizado por un alto grado de envejecimiento, causado por una tasa de mortalidad más alta que la de natalidad; siendo más acusado el envejecimiento en las zonas del interior que en la rasa costera. Colunga se encuentra inmerso en un alarmante proceso de envejecimiento, al igual que el resto de la comunidad asturiana.

** En el año 2001 la población del concejo era de 4283 habitates. En el año 2013, y bajando, la población era de 3607 habitantes.

Economía

La economía está definida sobre todo por un importante sector primario, especialmente ganadero, pero siendo significativa la producción de manzana y la explotación de recursos forestales. En el sector pesquero cuenta Colunga con uno de los importantes puertos pesqueros del oriente asturiano;  Lastres donde hay una importante cofradía de pescadores; ocupando la pesca un lugar relevante dentro de la economía municipal.

Puerto de Lastres

El sector industrial ligado a la rama extractiva con 45 puestos de trabajo, se dedica a la extracción de espato-fluor. También podemos mencionar la rama de industrias manufactureras y el coyuntural peso del subsector de la construcción.

Mientras que el sector primario pierde puestos de trabajo a favor del terciario, este crece significativamente ligado directamente al desarrollo turístico  siguiendo la tónica comarcal y regional. El mayor número de empleos es acaparado por  el comercio y empresas de reparación. Uno de los graves problemas con que se encuentra el sector servicios es la marcada estacionalidad de los puestos de trabajo, tan sólo asegurados durante los meses estivales. 

Historía

LOS PRIMEROS POBLADORES

En el concejo de Colunga muchas son las cuevas descubiertas, pero escasas las que presentan huellas de haber sido ocupadas por el hombre. Tan sólo tres, una de ellas, Cuevas de Obaya, citadas por Aurelio de Llano. Las Cuevas del Taruxu en las proximidades de la Riera, incluidas por J. M. Quintanal en un inventario de lugares con restos prehistóricos, y  la Cueva del Molino, en la localidad de Libardón.

La escasez de materiales, asociados a las mismas, hace casi imposible fechar con exactitud los yacimientos. Tan sólo podemos adscribirlos genéricamente al paleolítico.

Cuevas del Taruxu

Tras un largo vacío en el registro arqueológico, y la neolitización de la región, la presencia humana en la zona se atestigua mediante las estructuras tumulares, que Madoz menciona en su diccionario Geográfico-Histórico, impreso en 1845-1850: “unas lomitas o montecillos, en forma de media naranja”. Dichos enterramientos tumulares se alzan en las proximidades de Covian. Una centuria más tarde J.M. González descubre los túmulos de la Rasa de Luces.

Posteriormente G. Adán, añade más estructuras funerarias a las ya señaladas.Los túmulos son monumentos funerarios, consistían  en un conjunto de placas de piedra que rodeaban un agujero a ras de suelo y formando las paredes, en las que se introducía la cista y se cubría con tierra y piedras, produciendo al exterior una elevación del terreno.

Eran enterramientos individuales, que se  agrupaban, formando necrópolis. En el año 1870 Braulio Vigón  encontró en Luces un hacha pulimentada de sección oval; Posiblemente vinculada a uno de los túmulos de la Rasa de Luces.

EL BRONCE FINAL

Asturias era rica en estaño y cobre. Las primeras minas se explotaron con métodos muy rudimentarios, posteriormente los minerales eran manipulados mediante el fuego para fabricar los instrumentos necesarios para su supervivencia. No sólo fabricaron herramientas de trabajo sino también armas. 

La continúa experimentación en la industria metalúrgica, hizo que pronto se llevasen a cabo aleaciones de metales que producían aumento de la resistencia y eficacia de los utensilios fabricados con dichas aleaciones. 

El bronce final ha proporcionado tres hachas de talón de sección rectangular, dos de una anilla y una de dos anillas, de aire más estilizado y ligero con finas nervaduras. Dos encontradas en la Rasa de Luces y la otra en la parroquia de Lastres.

Hachas de bronce

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CULTURA CASTREÑA

Aurelio de Llano (Bellezas de Asturias,1928) escribió, tras realizar excavaciones arqueológicas y encontrar objetos similares a los de Caravia, que algunos cerros de Colunga-Obaya, la Isla, Castiello de Lué, la Riera y la Villeda- estuvieron habitados por poblaciones prerromanas: la planta de los castros es circular o elíptica, y la fortificación, simple, doble ó triple, según, si tienen una, dos ó tres terrazas 

escalonadas que se comunican entre sí por medio de rampas, como en el caso de la Riera. 

La de la Villleda es mixta: al este, un foso y el resto pared; la terraza tiene un perímetro de 300 metros. En el cerro de la Riera estuvo una de las ciudadelas citada por Plinio cuando habla de la organización de los Astures; es la única que hasta ahora se ha descubierto en Asturias,  debió tener mucha importancia a juzgar por su gran superficie y por el número de rampas que conducen a las terrazas donde estuvieron las viviendas. El recinto era inexpugnable; al Suroeste, el terreno está naturalmente tajado sobre un barranco y el resto del perímetro se conoce que estuvo fuertemente amurallado. La ciudadela se alza en medio de un espléndido valle fertilizado por el río de Colunga.  Posteriormente a Aurelio de Llano, J. M. González tan sólo catalogó dos castros en el concejo de Colunga: El Castiello en la Riera, y el Castro de la Villeda.

Castro de la Villeda

Estudios llevados a cabo posteriormente, admiten como seguros cuatro de los castros inventariados por Aurelio de Llano. Poniendo en duda el de Obaya, que podría ser de la misma época o ser una ocupación alto medieval. 

Recientemente la carta arqueológica añade nuevos asentamientos castreños en el concejo de Colunga.

PERIODO ROMANO

En el solar de la iglesia y casa rectoral de la Isla se conocía la existencia de vestigios antiguos desde la decimoctava centuria. Excavaciones realizadas en el siglo XIX por j. Argüelles y a comienzos del XX por E. Guilhou, sacaron a la luz columnas de un hipocausto, mosaicos, ladrillos, monedas y otros materiales que parecen corresponder a una villa romana. También aparecieron enterramientos y según J. A. Suárez Victorero, de la Isla se perdieron muchas lápidas con inscripciones que “fueron destinadas por algunos vecinos a varias obras comunes y particulares”. De allí procede la famosa lápida dedicada a Mitra invicto Deo Austo, única representante en Asturias del culto a una divinidad oriental. Propagado por los ejércitos romanos. Se fecha en el siglo III, el texto alude a cargos sacerdotales. Y se piensa en la posibilidad de que existiese un templo.

Además de la villa romana de la Isla, se han identificado en Libardón, en la localidad de Fano, en latín pequeño templo. Aquí recoge Braulio Vigón la noticia de dos ánforas y una inscripción romana. Otra villa se localizó en Colunga en las proximidades de la playa de Colunga, se encontraron restos de cañería, un sepulcro construido en tegulae, además de hornos. En Luces  en las inmediaciones de Fana, fueron descubiertos dos hornos abovedados, y restos de muros que se podían asociar a la existencia de una villa.

ALTA EDAD MEDIA 

El documento original más antiguo entre los conservados en el archivo catedralicio de Oviedo corresponde a una donación efectuada en el 803 a favor del monasterio de Santa María de Libardón, consistente en bienes procedentes de diferentes lugares.

Por estas fechas el topónimo de Colunga, se aplicaba a una villa y no a una demarcación supracomarcal. Habrá que esperar al año 921, en el que una escritura de donación habla ya del territorio de Colunga, como entidad aglutinadora de diferentes núcleos. Según F.J. Fernández Conde dicha escritura podría ser falsa.

En el año 1090, Fortes Sanxiz entregó a la iglesia de Oviedo la villa de Pernús con  sus edificios y seis moros que allí había.

En el año 1115 los representantes de Colunga acuden al concilio convocado y presidido en Oviedo por el obispo don Pelayo.

Desconocemos cual ha sido el centro administrativo altomedieval, pero sabemos que  a mitad del siglo XIII, la puebla de Colunga  ya aparece documentada, en una carta del monarca Alfonso X en la que resuelve unos problemas sobre los terrenos de asentamiento de la Puebla de Maliayo. La puebla de Colunga como la mayoría de los villazgos asturianos, sería fundada por el rey Alfonso X.

El nuevo villazgo, la puebla de Colunga, surgía con la intención de convertirse en el vértice económico y administrativo de su alfoz.

Pronto en el territorio de Colunga se dejó sentir la influencia de los diferentes dominios eclesiásticos. La primera interesada fue la iglesia de Oviedo, posteriormente los monasterios de San Pelayo, y  San Vicente de Oviedo y el de  San Salvador  de Celorio.

Con el ascenso social de la aristocracia laica poco tardó el concejo de Colunga en caer en sus manos. Pasó a  formar parte de vastos dominios de alguno de estos magnates, siendo uno de los pocos concejos que obtiene por compra, Rodrigo Álvarez de Asturias.                            

Torre de Gobiendes

Finalmente Colunga cae en manos de Alfonso Enríquez, fiero protagonista de continuas rebeliones contra la autoridad real. Se produce la derrota final de esto y significó la reversión de la mayor parte de las tierras del señorío de Alfonso Enríquez a la Corona, incluida Colunga.Este ambiente de inestabilidad se mantiene durante todo el siglo XV, a este periodo corresponde la edificación de varias torres, en la Poledura, una cita de Madoz (siglo XIX) referente a la torre de Covián y sobre todo, a  la torre de Gobiendes.

COLUNGA EN LA MODERNIDAD

En 1517 Carlos I, cuatro días después de su desembarco en Tazones, permaneció un día en Colunga. Procedente de Villaviciosa, tras un forzoso desembarco en Tazones. Según nos relata Lorenzo vital, el cronista real, Los pobladores de las villas y aldeas cercanas, 

“varias compañías y numerosas gentes de a pie, todos armados con palos”, se acercaron a las márgenes del camino para ver el paso del soberano y su espectacular comitiva. Se alojó en la localidad colunguesa a pesar de que el cronista oficial, dice en general del país que “está como desierto y es inhabitable, muy penoso de pasar y peligroso”.

El puerto de Lastres experimenta un notable crecimiento, a mediados de siglo se construyó el primer muelle. Que soportó la actividad mercantil, combinando el comercio marítimo y el arrierismo hacía el interior, y sobre todo una intensa actividad pesquera, que generaba otras actividades como los salazones y los escabeches. Entre las labores de pesca preferidas, la pesca de la ballena.

Se llegó a decir que Lastres fue uno de los puertos balleneros más importantes de Asturias. Al comenzar la edad moderna Colunga mantenía la jurisdicción sobre los antiguos términos del territorio altomedieval, excepto sobre el coto de Carrandi, surgido del señorío jurisdiccional de la Mitra. Durante el reinado de Felipe II, se lleva a cabo la desamortización de bienes eclesiásticos. Entonces el enclave de Carrandi es comprado por Gonzalo Ruiz de Junco.

Varios fueron los episodios bélicos durante la época moderna, tendrían especial repercusión en las localidades costeras, sobre todo en el puerto de Lastres. Incluso cuando la guerra de Sucesión el puerto de Lastres llegó a ser cañoneado. Y en el año 1740 una fuerte tempestad arruinó  y destruyó las instalaciones portuarias, iniciándose aquí el declive de todas las actividades comerciales y pesqueras.

Cañón del fuerte de Lastres

Colunga, situada en el itinerario costero oriental del Camino de Santiago, que conduce a San Salvador de Oviedo, presenta el típico trazado urbano de las villas del camino, articuladas en torno a una vía central de tránsito.

En esta época contaba el concejo con dos hospitales para peregrinos, uno en Lastres yotro en Colunga.

SIGLOS XIX Y XX

A principios del siglo XIX, el año de 1809 sufrió Colunga la entrada de las tropas napoleónicas, saquearon la villa, quemaron el archivo municipal y se fortificaron en la iglesia.

Al año siguiente atacan el puerto de Lastres intentando de este modo evitar la llegada de suministros ingleses al ejército español  y asegurar su propio abastecimiento desde este punto estratégico.

Con la legislación liberal el antiguo Coto de Carrandi, se incorporó a la jurisdicción ordinaria del concejo.

Durante la segunda mitad del XIX el clima de inseguridad reinante, provocó que el municipio se mantuviese un poco al margen de las transformaciones económico-sociales.

Las explotaciones mineras, aunque tempranas, tuvieron un  carácter meramente marginal. La actividad industrial de transformación de productos alimenticios alcanzó un desarrollo similar al experimentado en el vecino municipio de Villaviciosa. La finalización del puerto  de Lastres  en la segunda mitad del XIX, no provocó un aumento en el tráfico mercantil, viéndose  reducida su actividad a las labores relacionadas con la pesca.

Un capítulo importante de la historia de Colunga es la figura del indiano, producto de la emigración ultramarina que no cesará hasta la crisis de 1929. Estos emigrantes enriquecidos, invertirían su riqueza en las típicas construcciones  de arquitectura indiana y en la constitución de fundaciones encaminadas al bien público. Como la casa y consulta del médico de Libardón, las escuelas de Colunga, Carrandi, Libardón  y la Riera.

La sociedad de Colunga es eminentemente conservadora, plasmándose esto en las elecciones habidas en 1936, dominadas por la derecha. Durante la guerra civil, se habilitó una improvisada pista para la aviación. Colunga quedó enmarcada en la zona republicana, tomada por los nacionales el 18 de octubre de 1937.

El concejo sigue manteniendo el aspecto rural, con predominio de la ganadería, a la que se une la tradicional  actividad pesquera en el puerto de Lastres y los nuevos y pujantes servicios relacionados con el florecimiento de las actividades turísticas.