Hace poco, personal municipal se encontró con una víbora en la entrada del almacén de aperos del parque de la Iglesia, entre los enseres que guardan las personas que organizan la decoración navideña. Al verse acorralada se posicionó en estado de ataque, ante lo que el empleado reaccionó cerrando la puerta y seccionándole la cabeza. No se dio más importancia al incidente aunque si generó preocupación y se peinó todo el parque en busca de otros ejemplares, pero nada se encontró.
Hace unos días, vecinos de Colunga avisaron de que en las proximidades de la Iglesia y la marquesina del bus, se habían visto víboras, incluso que ya habían matado tres.
Ahondando en el tema, personas próximas a la zona lo corroboran y dicen que estas últimas salían por unos agujeros y rotura de una de las losetas de piedra que rematan la bancada perimetral del parque.
El viernes por a mañana, personal municipal procedió a reparar dicha losas, que habitualmente rompen con los monopatines, y a sellar todos los agujeros.
Durante la operación aparecieron otras dos más, una se aprecia en la foto sobre la loseta.
El problema de la fauna no deseable se está extendiendo por varios núcleos del concejo. Sin ir más lejos, en Lastres se ven ratas con frecuencia, incluso víboras, y jinetas con cría, fueron vistas en Las Malvinas, dada la proximidad a un bosque cuyos propietarios no limpian lo debido a pesar de estar en medio de nucleo urbano.
Este tipo de animales y otros acuden a comer a lugares donde hay gente que ceba gatos. El Ayuntamiento ha advertido con carteles, de que no se hagan esas prácticas en zonas públicas ya que atraen a otras especies.
En Lastres hay edificios que deben de limpiar los tejados con frecuencia, con el coste correspondiente, debido a la palomina de las palomas que se acumula en ellos.
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