Si en Ribadesella alguien pregunta por Javier Hoyos, le contestarán: “Ah, si, el aparejador”. Otros lo identificarán como aquel personaje que comenzó a organizar las carreras de caballos en la Playa de Santa Marina hace ya 22 años.
No faltará quien le recuerde en medio de aquel grupo humano que organizó, durante toda una década, Cabalgatas, Carnavales e inventó la Fiesta de San Juan tal y como hoy se la conoce. Javier Hoyos significa compromiso con Ribadesella.
Con los años que lleva formando parte del paisanaje local riosellano (Más o menos cuarenta años) a nadie se le ocurre pensar que Javier Hoyos Lizárraga haya podido nacer en otro lugar, por ejemplo en el Pais Vasco.
Javier Hoyos va cubriendo etapas creativas una detrás de otra. Lo suyo es imaginar y, como buen técnico, llevarlo a la práctica.
Desde hace unos años se hizo amigo inseparable de la madera. Le cogió cariño, la trata con ternura, y de ese enamoramiento nace esta exposición de esculturas y tallas de madera. No se tienen celos las maderas de castaño y nogal, también el pino norte, ya que Javier las mima por igual.
No es la de Javier Hoyos una exposición de Artesanía, que algo hay, es la suya una amplia muestra de obras de arte en las que la imaginación desbordante del artista sorprende por su variedad y talento.
En la Sala de Exposiciones de la Casa de Cultura del Ayuntamiento de Ribadesella, desde el 11 al 30 de Abril se podrá contemplar el “Pedigüeño” al lado de “Tango” y el “Franciscano” o el “Saxofonista” compartiendo espacio con objetos y tallas sorprendentemente singulares.
No será ésta la última faceta artística en la que se embarque Javier Hoyos pero, de momento, disfrutaremos de sus obras en madera.
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