El Faraón deslegitimado por Jorge Montoto Roza

Hace, aprox, un año. Desde este mismo medio, hice un breve análisis de la revisión del Plan General de Ordenación Urbana que estaba llevando a cabo el ayuntamiento de Colunga.

A la vista de las pretensiones que se querían llevar a cabo, y después de un breve repaso del mismo, llegué al firme convencimiento que nos encontrábamos ante una monstruosidad en materia urbanística. Vaticiné un probable rechazo del mismo, bien por el organismo competente en la materia o los tribunales de lo contencioso.

El presupuesto económico – financiero, era un sin sentido, ni el propio papel  lo sostenía, el construir una vivienda por habitante aprox, parecía, que quienes defendían tal posicionamiento quisieran pasar a la historia, tal como lo denominé, con el sobrenombre de, “ el faraón del ladrillo”.

Felizmente, se han cumplido los vaticinios, el monstruo, ha sido enterrado definitivamente.

Ahora bien, los que tenemos un pequeño conocimiento de la materia, sabemos de la gran trascendencia que tiene este documento de planificación general. Nos determina el modelo de ciudad que queremos, la calidad de vida de la que presumiblemente disfrutaremos y el crecimiento del concejo.

El organismo que ostenta la máxima competencia en dicha materia, le ha dicho al Sr Alcalde y sus concejales que no acepta nada de la propuesta que han presentado. En definitiva, haciendo un símil, ha perdido el combate por K.O. y en el primer asalto.

¿Se sentirá el regidor legitimado para hacer lo contrario de lo que tenía como modelo de desarrollo?, ¿ hará una cosa y la contraria?, o esperará a que el pueblo decida en la cada vez más próxima contienda electoral, para que  una nueva savia, al menos pueda ofrecer algo mas acorde a lo que sería deseable para ese entorno dotado de amplios valores medio ambientales, como asimismo, determinar  un desarrollo  encaminado a fijar población en un concejo ´con grandes tasas negativas de crecimiento vegetativo.

No debemos confundir, vivir entre otras actividades del ladrillo y el urbanísmo, con enladrillar el medio natural.