A raíz de la publicación del artículo sobre los pantalanes y la expulsión camuflada de los pescadores profesionales del puerto de Lastres se ha originado un debate en el que nos llegan muchos comentarios airados o con fuertes acusaciones contra cargos públicos y privados concretos y a los que no daremos paso sin una identificación previa. Como siempre la mayor parte de la gente se va a los extremos. Aprovechamos esta ocasión para dar nuestra opinión ya que se trata de un tema para debate. Lo hacemos en formato noticia por la extensión y forma de este trabajo.

Somos conscientes de que la pesca como industria lastrina se acaba, aunque la han matado unos y otros. Como del muerto no es de educación hablar, hablemos de futuro.  Éste, siempre según nuestra opinión, pasa por un Desarrollo sostenible a nivel agroacuícola con cultivos marinos, piscifactorías marinas y similares y, sobretodo  el desarrollo del Turismo Sostenible , que responden a las necesidades de los turistas y de los pueblos que los reciben, a la vez que protegen y mejoran las oportunidades del futuro.

El Desarrollo Sostenible está enfocado hacia la gestión de todos los recursos con los que podamos contar, de manera que satisfagan todas las necesidades económicas, sociales y estéticas, y a la vez que respeten la integridad cultural, los procesos ecológicos esenciales, la diversidad biológica y los sistemas de soporte de la vida de esta villa marinera, todo ello muy alejado del modelo caduco y hedonista que pretenden implantarnos con derroche de inversiones en pantalanes para disfrute de personas que nada van a aportar al desarrollo lastrín.

Los principios que definen el turismo sostenible son:

- Los Recursos naturales y culturales se conservan para su uso continuado en el futuro, al tiempo que reportan beneficios.

− El desarrollo turístico se planifica y gestiona de forma que no cause serios problemas ambientales o socioculturales.

− La calidad ambiental se mantiene y mejora.

− Se procura mantener un elevado nivel de satisfacción de los visitantes y el destino retiene su prestigio y potencial comercial

− Los beneficios del turismo se reparten ampliamente entre toda la sociedad.


Estas características hacen al turismo sostenible una herramienta estrategia de desarrollo económico local. Por un lado, el turismo supone una gran oportunidad en donde no existen otras alternativas de actividad económica como ya claramente ocurre en Lastres. A su vez, como parte del sector servicios, ofrece más oportunidades para el surgimiento de empresas locales (hay que tener en cuenta que incluso en los países más desarrollados, este sector está compuesto principalmente por PYME).

A pesar de ser un sector que requiere de fuertes inversiones en infraestructura y equipamientos, también utiliza mano de obra de forma intensiva por lo que ofrece numerosas oportunidades de trabajo y negocio para las mujeres y los jóvenes.

No es desarrollo turístico sostenible de Lastres el que se le den un montón de milones de subvención a unas personas ajenas al pueblo para que derriben un edificio singular, expolien los sillares de piedra labrada y la sustituyan por piedra de cantera corriente y moliente para montar un negocio de alojamientos y a los pocos años, una vez pase el periodo de mantenimiento de la actividad subvencionada cuelguen el cartel (mejor dicho, las sábanas)de se venden pisos y apartamentos y aquí paz y después gloria. Será legal, no lo dudamos por un momento, pero es todo lo contrario al modelo de desarrollo turístico sostenible que queremos para Lastres

Este mismo modelo es el que se ha llevado con Casas de Aldea e incluso con grandes hoteles de lujo que han acaparado grandes masas de dinero en subvenciones procedentes de los fondos mineros y no aportan prácticamente nada a la economía social del concejo,

Si en vez de sumar se resta nos da la cuenta que le sale ahora al sector turístico asturiano: Fiasco total, de mal en peor, hay que pesllar, el peor año turístico de la historia asturiana en términos proporcionales, que no totales, que siempre les salvan los discursos. ¡taría bueno!.

Mientras tanto a emprendedores como nosotros  que tanto con buscolu como con Webcams de Asturias hemos puesto al concejo en la red de redes, muy por encima de la mayoría de los concejos asturianos, nos ponen mil trabas, nos niegan la información, consienten que tiburones de afuera vengan a pescar a estas aguas con malas mañas y engaños haciéndose pasar por gentes del Ayuntamiento para así conseguir que la gente trague el señuelo y les de el número de cuenta, sin que nadie en esa institución haya puesto un pero a tal desatimo.

Dicen que vale más una imagen que mil palabras, por ello os vamos a mostrar un ejemplo de desarrollo turístico sostenible que nos afecta de lleno, y así, cada uno, en la intimidad pueda reflexionar y darse cuenta del tiempo que estamos perdiendo todos con las posturas anodinas y reaccionarias ante quien dice la verdad.

El Brisas de traslado forzoso

Estando Daniel Gancedo al mando del Ayuntamiento, y siendo concejal de asuntos varios, entre ellos cultura, el llastrín Orlando, éste tuvo la idea de adquirir el casco del decano de los barcos lastrinos, El Brisas, salvandole del desguace, para fines turísticos. Le dieron catorce mil vueltas pero cuando no era uno era otro y aquello se desmoronaba sobre la explanada del muelle. La embarcación pasó por todos los puntos del muelle lastrín, que si quita vista, que si no deja ver, al final acabó donde está, cayéndose a cachos.

En esto llegó Rogelio Pando, con ganas, algo que nunca y repetimos en mayúsculas NUNCA se lo vamos a negar y dejar de agradecer y trató de sacarle el máximo jugo, pero volvieron los costes, los problemas, las vueltas, que si museo, que si aula didáctica, que si oficina de Turismo. Al final, tarde mal y nunca, gracias a una aportación del Principado de 41.904,74 euros (I.V.A. incluido), el arrimo de la Comarca de la Sidra y de El Corte Inglés, un poco de chapa y pintura y a vegetar, hasta hoy que ya empiezan a saltar los tornillos, a retorcese y abrir los banzos y las cuadernas, a despegarse la pintura....amenaza ruina próxima, y lo más duro es que le estorba a mucha gente.

El Brisas de Lastres, a campo raso, humillado

Hace unas semanas nos desplazamos a Lekeitio y tuvimos ocasión de ver con nuestros propios ojos, los cestos que allí hicieron con los mismos mimbres. Se nota el amor a la tierra, a las tradiciones, a lo suyo -aunque haya temas en los que se pasen cien pueblos y de los que no estamos hablando-. Sentimos envidia de ese amor a lo propio y nos preguntamos qué es lo que nos diferencia de ellos.

Esto es lo que vimos, el Brisas de allí, llamado Playa de Ondarzabal y en lo que le han convertido, ejemplo de Desarrollo turístico sostenible.

El Playa de Ondarzabal, a flote, con orgullo

A Proa como si acabasen  de amarrar pa la venta

Visita Guiada. Orgullosos muestran su historia

Hasta el último detalle.

La Popa impecable, como si fuesen para Bonitos

Entre paños y pertrechos, más información

Hasta el último rincón

Mamando historia y tradición

El Puente de mando, siempre omnipresente

¿Os ha gustado la lección sobre desarrollo turístico sostenible?, pues como veréis no hace falta mandar a los fíos a llevar golpes de mar. Todo se soluciona con educación, formación y respeto por lo propio. Ahora si creéis que cuidar las canoas de cuatro privilegiados es el desarrollo, todo para vosotros.

Otro día seguiremos enseñando nuestra forma de ver las cosas, no imponiendo nada. Ahora ya tenéis un elemento más de comparación.

JFCM