Un lector, debidamente identificado, nos ha enviado el siguiente artículo de opinión sobre las obras en Colunga. Dado que está firmado procedemos a su publicación.

Lo que más debiera cuidarse de un pueblo es que lo siga siendo. Que mantenga su esencia, su presencia diferenciadora: su identidad. Y que lo siga siendo con todas las ventajas de los pueblos.

Sin embargo, nuestro alcalde parece empeñarse en hacer exactamente todo lo contrario: desposeyendo a Colunga de toda identidad diferenciadora, despojándola de su patrimonio sentimental y urbanístico y haciéndola un lugar incómodo y feo para vivir y disfrutar en paz. En conclusión: consiguiendo que Colunga tenga las incomodidades de la ciudad y ninguna de las ventajas de un pueblo.

Se me dirá: Colunga no lo es todo. Y tendré que contestar que es la capital del concejo al que da nombre y casi siempre el punto de partida de nuestros visitantes hacia los otros pueblos y lugares de nuestro entorno.

Colunga, ahora mismo, es un pueblo feo e incómodo y yo soportaría las obras y su incomodidad si tuviera fé en el resultado. Y no la tengo. No sólo no la tengo, sino que me la desplaza la indignación y la indefensión que siento como ciudadano al que le niegan el pan y la sal cuando protesta.

He tenido que oír al alcalde en el último Pleno que (sic) “no soy consciente de que se esté perjudicando a nadie con estas obras” “que protestan los mismos de siempre” y que “el problema del aparcamiento va a tener solución en breve”. O sea, mentira tras mentira.  Me consta que muchos de sus concejales y de sus votantes no están de acuerdo con Vd, y ojalá eso se refleje en las urnas, por el bien de este concejo al que Vd. está mal administrando desde que se sentó en la alcaldía.

A Vd., y a cualquiera que ocupe la alcaldía, le digo que eso no les da patente de corso para hacer su real gana, o la real gana de quienes les ordenan que “ahora toca”. Creo, como mucha gente sensata de su partido con la que se puede hablar,   que hay ciertas actuaciones lo suficientemente trascendentes como para someterlas a plebiscito. Y no me diga que había que aprovechar las subvenciones porque 1º) no han repercutido en las empresas colunguesas , 2º) hay cosas más importantes y necesarias en que aprovechar el dinero y  3º) las obras se hacen para mejorar, no para empeorar.

Vayamos por partes:

1º) las obras de La Griega. Ya que Colunga parece “condenado” al turismo, lo lógico sería facilitar lo prioritario. La gente que va a la playa, quiere playa, no cemento. Y, para disfrutar de la playa, quiere poder aparcar en algún sitio. Esa obra, que podría haberse realizado con mucha más cabeza y mucho menos dinero –que es de todos- sólo ha conseguido crispar a todos nuestros visitantes, que asisten desesperados e impotentes a este despropósito. Esos que protestan, señor alcalde, no son los mismos de siempre, pero si le puedo asegurar que no volverán. Con lo cual, ha conseguido usted cargarse de una tacada la playa y la buena opinión de comodidad y tranquilidad que sugería Colunga a sus visitantes. Decir que va a solucionar en breve el problema del aparcamiento es tomarnos por tontos, o hacernos pensar que lo es quien lo dice, por no pensar otra cosa. Imagino a más de uno frotándose las manos ante sus tardías soluciones. Eso es lo que se dice poner el carro delante de los bueyes.

2º) Las obras del Monumento. Casi prefiero ni opinar, fíjese Ud, porque es tal cúmulo de insensateces que no sería capaz de resumirlo. Solamente una pregunta: ¿era para eliminar barreras arquitectónicas?. Y otra: ¿Quién ha sido el autor del proyecto?. Lo pregunto porque debería saberse, igual que el tiempo de ejecución, el presupuesto, los plazos de ejecución y el coste final de la obra. Vamos, lo normal, señor alcalde. No pido milagros.

3º) Las obras de “remodelación” de la plaza de Vigón: cómo puede permitir tal despropósito, tal inseguridad en la obra (le advierto que el alcalde es el responsable de las obras municipales y que estas ya han ocasionado más de un accidente en esta zona) , tal descoordinación en la ejecución, tal caos circulatorio en pleno verano, tal perjuicio para los comerciantes de la zona que están esperando los meses de verano para aliviar las penurias del invierno? . Y, sobre todo, como puede decir que no es consciente de estar perjudicando a nadie? . Hombre, usted sabe, y bien que lo sabe, que está perjudicando y a quién está perjudicando. Otra cosa es que le importe y que desde su prepotencia se escude en un hipotético y dudoso bien general.

4º) Las obras del ayuntamiento: yo asistí al pleno donde se discutió y usted se quedó sin argumentos para defenderlas. No sería más lógico hacer uno nuevo y dejar esa estupenda casona para otros fines?. No, para Vd. no, porque la propuesta no es de su partido. Así nos luce el pelo.

Señor alcalde: soy colungués de nacimiento y de elección y le digo todo esto porque, aunque usted dice que no lee el Buscolu, se que no es verdad, y que le importa. Dese un paseo por sus comentarios y verá que están pintando bastos para su gestión. Vd. sabrá.

Cuando Vd. quiera dejarse de excusas y poner de una puñetera vez la placa de D. Hernán Pérez Cubillas en el parque, me lo dice. Cuando sea capaz de ser un alcalde e impedir aberraciones como la del Centro de Interpretación del Sueve en Gobiendes, también me lo dice. Cuando sea capaz de eliminar barreras arquitectónicas donde hay que hacerlo, dígamelo. Cuando sea capaz de solucionar el problema de la circulación con lógica y del aparcamiento, dígamelo. Y cuando sea capaz de darme una explicación convincente a todo esto que le planteo, pues dígamelo también.

Como verá, firmo este comentario y me hago responsable de él, no de otros que usted me recriminó y que nunca pude firmar.

CAYETANO PEREZ-CUBILLAS