Omar Pardo: Patrimonio arquitectónico del oriente de Asturias, D. Manuel del Busto, el Arquitecto de Los Pablos

Casa Comercio de Hijos de Pablo Pérez, Panteón de Los Pablos en Colunga, Centro Asturiano de La Habana, Teatro Palacio Valdés de Avilés, Edificio del Banco Herrero en Oviedo, Cine Robledo, interiorismo del Café Dindurra o Cine Roxi en Gijón, Mercado Abastos de La Felguera, Villa Excelsior en Luarca, Palacio de Sotiello en Sevares, Casa de la Javariega en Poo de Llanes y así pudiéramos seguir hasta un muy largo etcétera, todas ellas son construcciones singulares que tienen un vínculo común, el sello del profesional que pergeñó los proyectos de tan singulares obras.

¿Profesional, he dicho…? Pues, no sé, ya que profesional de la Arquitectura sí que era, pero pensándolo un poco mejor se me queda corto… Pienso que sería bastante más fidedigno decir “Artista”, con mayúscula, sin duda.

Pero… ¿En qué se diferencia, me dirán ustedes, un profesional de un Artista con mayúscula?

Pues, nada, bien sencillo me lo ponen:

En la Excelencia, ¿En qué va a ser?, ¿O es que me van a decir ustedes que éstas son construcciones al uso?

No se atreverán si las conocen, aunque sea un poco, pues salen de ojo enseguida, y todas tienen algo, algo; que no está al alcance cualquiera por mucho que me digan que contando con presupuestos a capricho, así cualquiera.

Nada de eso, no, no… Lo que ocurre es que en estos tiempos de falsa igualdad, el plebeyismo y su hermana gemela, la mediocridad imperante, ayudados grotescamente por los poderes públicos – las razones son obvias, evidentemente – acorralan de tal manera a la aristocracia bien entendida y a su también hermana gemela, la excelencia, que tal parece que ésta fuera la culpable precisamente de serlo, tal es así que todo intento por elogiar lo excelente y zafarse de la mediocridad reinante parece ahora mismo un pecado de los peores, no les quepa la menor duda.

No vamos a hablar aquí de épocas, estilos y demás clasificaciones técnicas al uso, además, doctores tiene la Iglesia para eso ya.
Lo nuestro no va básicamente por ahí, aunque lo uno es inseparable de lo otro, que hasta ahí llegamos.

Lo que nosotros – fieles a nuestro cometido – pretendemos resaltar aquí es otra cosa. Es ni más ni menos que la relación de Manuel del Busto con nuestro municipio, con Colunga, pues no debemos olvidar que durante toda su vida mantuvo una intensa relación tanto profesional como personal con nuestra localidad que aún perdura.

– Y ¿Cómo es eso…?

– Pues, ¿Cómo va a ser…? :

Los Pablos, como siempre, no podía ser de otra manera.

Nunca debemos olvidar que la etapa más floreciente de nuestro municipio vino sin duda de la mano de esta familia de emprendedores y empresarios con trascendencia Nacional e Internacional, y no se trata tan sólo de su buque insignia, la famosa Fábrica de Sidra Champagne el Hórreo de todos conocida que facturaba en los cinco continentes, no, tenían también negocios de Comercio al por mayor, diversas fábricas de productos alimentarios, negocios Bancarios, y desde luego contratas de obras de todo tipo que es donde debemos encajar la primaria relación con el profesional de la Arquitectura Manuel del Busto, al que ya le vislumbran un gran talento, asunto de familia era ese olfato para los mejores espadas a los que procuraban apoyar y poner al servicio de Hijos de Pablo Pérez, una simbiosis muy productiva sin duda para ambas partes, que se lo pregunten sino a otro de sus brillantes ingenios: El Gaiteru Libardón, por ejemplo.

De su relación con Hijos de Pablo Pérez surgió quizá una de sus principales y más desconocidas obras, que no es otra que el Panteón – historicista neogótico, dicen, aunque no unánimemente – de D. Pablo Pérez Ballina, el Patriarca de la familia en el cementerio parroquial de Colunga, una de las primeras de su carrera y que no sería la única para los mismos patrones, ya que poco después en la primera década del XX, proyectó la llamada Casa de los Pablos, que sería Casa-Comercio de la Sociedad formada por Hijos de Pablo Pérez – Prudencio, Cayetano y Bonifacio Pérez de Velasco – hasta su incendio durante la guerra civil.
Hoy la casa, aunque reconstruida, y aún hermosa, ha perdido muchas de sus partes, distintivas, aunque hay numerosas fotografías en donde puede apreciarse su esplendoroso aspecto original.

Lo más atractivo de este edificio como otras obras de este arquitecto en aquellos años, es su concepción clásica, su originalidad idiosincrática del conjunto difícil de encasillar en un estilo concreto.

Aunque del Busto no visita Viena hasta cercanos ya los años 30, en el edificio de Hijos de Pablo Pérez, utiliza ornamentación y formas pertenecientes al repertorio denominado Secesión Vienesa al igual que en otros suyos de la misma época, quizá el más significativo el Hotel de Duro, en La Felguera, así pues los primeros pasos de este singular Artista están muy vinculados a nuestra localidad a través de estos contratistas locales, para los que también trabajó en la misma época en el actual Palacio de la Junta General del Principado (Palacio de la Diputación provincial de Asturias) en la calle Fruela (Oviedo) inaugurado en el año 10, según proyecto de otro afamado colega: D. Nicolás García del Rivero.

No debe olvidarse que la construcción fue adjudicada a la empresa colunguesa de D. Cayetano Pérez de Velasco, no obstante, a causa de las múltiples reformas del proyecto primitivo, éste fue replanteado, y ahí entra de lleno Manuel del Busto, técnico de confianza de los adjudicatarios de la obra, que fue el encargado junto al primitivo autor del proyecto, el citado D. Nicolás García del Rivero, de llevarlas a cabo.

A partir de ahí fue ya D. Manuel Del Busto quien actuó como representante del contratista asumiendo ya la dirección y ejecución de la obra.

Paralelamente a estos proyectos y con posterioridad (hasta el año 19) colaboró del Busto en otro importantísimo proyecto que también fue adjudicado a los afamados contratistas colungueses.

No es otro que el Palacio de Telecomunicaciones de Madrid en Cibeles, ni más ni menos, proyectado por el también ilustre arquitecto D. Antonio Palacios. Asimismo tuvo ahí un importantísimo papel el arquitecto gijonés – o cubano- como prefieran, pues en esa faraónica obra igualmente asumió un importantísimo protagonismo técnico como representante de confianza de los adjudicatarios.

Así pues, cuando uno lee en múltiples folletos turísticos e informaciones que circulan por ahí irresponsablemente, decir que la Casa Comercio de los Pablos es una clara muestra de no sé qué Arquitectura Indiana, – cuando Los Pablos no vieron las Indias ni en fotografía, pues eran de la cercana parroquia de Sales sin ir más lejos – o que las torres del edificio en cuestión están influenciadas claramente por las del Centro asturiano de La Habana, cuando éste – aunque obra también obra de Manuel del Busto que ganó brillantemente por cierto el concurso convocado a tal fin en dura competencia con lo más granado de la profesión de la época entre ellos el propio Antonio Palacios autor del proyecto del Palacio de Telecomunicaciones de Madrid con el que ya había trabajado como hemos indicado – se terminó en el año 1.927, o lo que es lo mismo 16 años después que la Casa Comercio de Los Pablos de Colunga, uno no sabe muy bien qué decir, pues con la muy repetida información actual tanto gráfica como virtual, las meteduras de pata de irresponsables sin la suficiente solvencia, se convierten en verdades inapelables contra las que tienes todas las de perder, o sí, o también.

Así que más bien habría que decir- y esa es precisamente nuestra labor – al contrario, que fue en el primario edificio de Los Pablos de Colunga dónde se ensayaron soluciones técnicas que fueron luego utilizadas en edificaciones tan importantes como el Centro Asturiano de La Habana o el Palacio de Telecomunicaciones de Madrid y no al revés, ya ven…

Esta relación profesional, poco a poco fue derivando en personal, tanto es así que con el tiempo, el roce entre ambas familias propició que en un momento dado, Elisa hija del Arquitecto, se casara con D. Cayetano Pérez – Cubillas, hijo del promotor D. Cayetano Pérez de Velasco, cabeza visible en ese sector de actividad de la Sociedad Hijos de Pablo Pérez, con lo que al final, acabaron siendo consuegros.

A partir de ahí la relación de D. Manuel del Busto y sus descendientes con Colunga se convirtió ya en definitiva hasta la fecha, claro, tanto es así que desde entonces hasta la actualidad el Palacio de los Poladura-Pérez Ballina, o el Palacio de San Juan como es más conocido ahora, siempre fue residencia al menos veraniega de sus descendientes, los cuales siguiendo la tradición familiar siempre siguieron muy vinculados – como no – al mundo de la arquitectura y de la construcción.

Fue el caso de Juan Manuel del Busto González, hijo de del propio Manuel, primero, luego su nieto José Pablo Pérez del Busto q.e.p.d. y en la actualidad su bisnieto Pablo Pérez Otero.

Esta es a grandes rasgos la relación del afamado Arquitecto con nuestra localidad, más que intensa como ven, aunque a grandes rasgos, como digo pues habría bastante más que contar, de eso y de otras muchas cosas – Lo de la variedad de manzana Rosa Elisa – por ejemplo.

¿Han oído hablar de ella?

Bueno, si son oriundos de estos lares, sin duda, pero eso, pues eso es otra historia, así que en otra ocasión ya si se tercia eh…
¡Hombre…! No se lo voy a contar todo de una vez, algo les tendré que vender la moto
¿No…?

– Pues eso.

Omar Pardo Cortina

Historiador, especializado en Historia Militar, Heraldista (Universidad de Oviedo y San Pablo CEU, Madrid)
Oficial Reservista del Ejército de Tierra. Miembro de A.E.M.E. (Asociación Española de Militares Escritores nº 188)