Eutimio Busta: De la tierra de Luces al Olimpo de la Hostelería.

Nuestro personaje de esta semana nació en Luces, parroquia de Lastres, concejo de Colunga, el 28 de Junio de 1.936. Tiene, por lo tanto, 69 años. Deberíamos estar hablando con un jubilado, pero nada más alejado de la realidad. Trabajador infatigable considera el trabajo como uno de los mayores tesoros que posee el hombre y como fuente de dignidad y de vida... “todos los trabajos son dignos, la dignidad está en el trabajo mismo” asevera.

Crece Eutimio en el seno de una familia de agricultores, humilde y numerosa. Eran tiempos de post-guerra y estrecheces, y ahí se curtió el niño que trabajaba con dureza la tierra y atendía el ganado.

Llegó el Servicio Militar: Cádiz, Ferrol y Lastres. Al licenciarse había que dejar a un lado los sueños y ayudar en casa. Durante dos años más, siguió ejerciendo de labrador. Viendo que aquello no era vida para un emprendedor se fue a la aventura a Gijón. Ingresó en la Escuela Profesional de la Fundación Revillagigedo donde cursó estudios de Moldeador de Fundición, siendo el nº 1 de la promoción y saliendo de la escuela con trabajo en la Fundición de Metales y Aluminio Luis Palacio. A pesar de encantarle su trabajo, enfermó por la toxicidad del zinc y tuvo que dejar su empleo

Durante este tiempo “cortejaba” con Aida, una chica de Breceña (Villaviciosa). A la edad de 28 años, tras dejar la fundición, se casa con Aida Rosales Cambiella y ambos emprenden la aventura de su vida. Cogen en renta el Bar de Comidas “Miramar”, en Lastres y se ponen a hacer lo que ya habían “mamado” desde pequeños: trabajar y trabajar. Aida compagina la maternidad de sus siete hijos con los fogones del negocio. Eutimio atiende la plancha y despacha, va a la mar en su barca llamada “La Traviesa” y aún saca tiempo para vigilar la educación de los hijos. El éxito les va llegando poco a poco. En 1.978 adquieren una casona y construyen el actual Restaurante Eutimio. Dos millones del edificio más nueve millones de obras, de los de entonces, son muchos millones para levantar. Eutimio atiende, planchea, va a la mar, va a la angula, va al ocle. Hay quien le llamaba “garanxón” por abarcar tanto trabajo, pero las letras llegaban y había que hacerles frente. Luego, además, comenzó a formarse en el arte de la cocina, junto a su esposa, hasta la actualidad . Hoy El Hotel Restaurante Eutimio es un referente de la gastronomía y la hostelería asturiana. Premio Principado de Asturias al trabajador en la persona de Aida Rosales Cambiella, Urogallo a la gastronomía, del Centro Asturiano, Premio Principado de Asturias a la Excelencia Gastronómica, “Q” de calidad turística, Certificado sanitario a la calidad, Miembro de las marcas de calidad Mesas de Asturias y Casonas Asturianas, presidente de Entrefogones, ex-presidente de Acotur y Casonas Asturianas, miembro directivo de la Asociación de Hostelería.......Podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, y sin que nos ciegue la pasión, que es el Restaurante más laureado de Asturias, y que sus premios son fruto del trabajo y la calidad, concedidos por instituciones públicas y no por una marca de guías y neumáticos que suenan a mucho, pero que tras sus estrellas solo hay intereses económicos y publicitarios. ¿Quién no ha oído hablar del besugo a la Espalda de Eutimio? ¡todo un 5 estrellas! ¿o vas a decirme que no?..

Eutimio
 Eutimio Busta en su restaurante

-Eutimio, en todos estos años ¿te has arrepentido en algún momento de haberte dedicado a la hostelería? No, cada día que pasa me gusta más; prueba de ello es que aún no me he jubilado, a pesar de los achaques.

-Si tus platos se venden solos ¿ Por qué esa obsesión por la calidad? Porque la calidad gastronómica de mi establecimiento me produce mayor satisfacción que el deseo de ganar más dinero. Prefiero un cliente satisfecho que un cajón lleno, pues ese cliente me traerá otro, y si se va descontento no volverá y me quitará otro cliente, por lo menos. Si ni tuviese que acabar de sacar a mis hijos adelante, sería capaz de trabajar gratis solo por el estimulo de la labor bien hecha

-¿Por qué esa constante presencia en instituciones y asociaciones de hostelería y turismo, fundando, dirigiendo, colaborando, perteneciendo..? Hubo un momento en que la Hostelería eran el futuro, y la mejor manera de ir hacia él era unido a otras personas con los mismos objetivos. No había subvenciones, ni CEE, ni apoyos oficiales, solo nuestro mutuo apoyo, nuestra colaboración y nuestro dinero. Y salimos adelante. Ahora han nacido muchísimas asociaciones a la sombra del paraguas de las subvenciones, pero estos últimos años se dan ya con cuentagotas y cuando dejemos de recibir fondos europeos solo quedará el trabajo y el esfuerzo propio, con lo cual no les auguro mucho futuro.

-¿En qué ha cambiado la hostelería desde tus inicios hasta la actualidad? Ha cambiado el 100 %, en servicio, en equipamientos, en calidad de productos y establecimientos, en las presentaciones, en la gastronomía..Antes los manteles eran de hule o de papel. Ahora un Restaurante medio debe de tener una buena vajilla, una excelente cubertería y una cuidada mantelería. Todo vende. Es tan importante el lazo y el envoltorio de la caja, como los bombones que contiene. La palabra mágica es “Calidad”.

-¿Qué añoras de la gastronomía de antes? La escasez de productos autóctonos en proximidad y cantidad. Hace algunos años el besugo abundaba en estas costas. De la mar iba a la sartén. Ahora se consigue con dificultad y muy caro.

-¿Qué opinas de la llamada “Nueva Cocina”? Siempre que se trabaje con profesionalidad y buenos productos, “con fundamento” como dice Arguiñano, merecerá todo mi respeto y apoyo, pero hay una cosa clara, tanto en la cocina “de autor” como en la tradicional, la hay buena y mala. La pena es pagar un dineral y volver para casa con “fame”. La tendencia en la cocina en general es innovar y la cocina tradicional, sin abandonar sus origenes, evoluciona y se adapta a los nuevos tiempos. Nuestro restaurante sigue siendo un clásico, por eso apoyamos la filosofía de la Asociación Entrefogones.

-Con el éxito del Restaurante Eutimio, y con mucho espacio disponible ¿Por qué no lo ampliasteis, y sin embargo construisteis un hotel, apartamentos turísticos y, últimamente, una fábrica de conservas artesanales? La razón principal ha sido el facilitar la continuidad de los hijos, y no a todos les gustaba la gastronomía, por eso he diversificado. Les he dado estudios a todos, alguna aún sigue estudiando. Espero que si su profesión no les ofrece oportunidad de trabajar, que tengan donde ganarse la vida dignamente en le empresa que levantaron sus padres con mucho trabajo y sacrificio. Estoy seguro de que van a hacerlo mejor que yo.

-Tu penúltima aventura y capricho ha sido la fábrica de conservas ¿Le ves futuro? Por lo pronto ya da puestos de trabajo. De momento tenemos demanda pero nos está costando la comercialización pues estamos en un mercado saturado de producto de bajo precio y baja calidad, y nosotros ofrecemos calidad, y la calidad debe pagarse. Estoy convencido de que a medio plazo conseguiremos comercializar en tiendas especializadas. Quien prueba un paté o unos calamares en tinta “Eutimio” preparados con receta tradicional, no vuelve a adquirir otra marca, aunque sea más barata. Nuestra manía es la Calidad.

Últimamente “la mar anda revuelta”. ¿Cómo ves el tema de la pesca? Soy pesimista. Mientras la Administración no se implique de verdad, sin propaganda, aportando trabajo y técnicos responsables y del nivel del cargo que representan, esto no funcionará. Si hay que vedar, se veda. Si hay que quitar aparejos, se quitan. Ha de hacerse ya, a tiempo, antes de que todo se acabe. Hay que diferenciar nuestro pescado del procedente del Mediterráneo o de importación, en base a su calidad y frescura, que la tiene. Es una vergüenza dejar caer los precios en lonja de la Xarda, la Sardina, etc ,teniendo que tirarla a la mar, para ver como se satura el mercado a precios altos con producto de afuera, en peores condiciones y con una calidad muy inferior a nuestro producto. Repito, es una vergüenza. Hace falta la entrada con urgencia de la marca de calidad que diferencie el pescado fresco del Cantábrico.

-¿Cómo ves el futuro de la hostelería con la autopista y el MUJA? Lastres en los últimos 30 años ha venido a menos, mientras que Ribadesella, LLanes, Villaviciosa han crecido espectacularmente, hasta la misma Colunga está creciendo. La culpa es de todos, Ayuntamiento-me incluyo pues fui concejal en tres legislaturas-. Principado y, sobretodo, la especulación. Hay parcelas en Lastres con todos los permisos tramitados para comenzar a construir y permanecen paradas a la espera de subir precios o a la llegada del PGOU. El MUJA a los hosteleros, no está bien que lo diga yo, pero no nos beneficia en casi nada. Otra cosa es la autopista. Hay grupos que en un “santiamén” se plantan aquí a comer o cenar desde Oviedo, Mieres, etc. y con la misma se van. Hace unos años esto era impensable, ahora forma parte del plan de negocio. Excelente mi opinión. Yo confío en trabajar, por lo menos tres años más, hasta que mi hijo y mis hijas, se hagan con el control definitivo de los negocios

Estamos acabando y aún no hemos hablado de Aida. El próximo año le vamos a realizar una entrevista solo para ella, porque tiene entidad propia y suficiente para ello y más. El papel de Aida en mi vida, aparte del de esposa y madre ejemplar de nuestros hijos ha sido fundamental. Ha sido el valuarte de esta empresa, la artífice de la mayoría de nuestros negocios, principalmente el Retaurante y, ahora, el Hotel, sin dejar de ejercer su amplio saber ante los fogones, ejerciendo de maestra y guisandera dándole carácter a los guisos que elabora el personal. Siempre está ahí, dispuesta a ofrecer su colaboración en las tareas de cualquiera de los negocios, sin olvidarse de llamar por teléfono para saber de los nietinos que tienen catarro o recordándome a mí la medicación que debo tomar y que si no ,se me hubiese olvidado. El Restaurante Eutimio también podría llamarse Restaurante Aida Rosales.

Eutimio, ha sido un placer entrevistarte