Cualquiera que transite por la carretera autonómica AS-257, que va desde Colunga hasta el entronque de la autopista en la Venta del Pobre, se encontrará con La empresa SEAS que está cambiando todas las señales de esta carretera, ¡que están nuevas!

Hoy, los cabreados contribuyentes del concejo, de esos que pagan mucho y reciben poco, de los que la nómina les mengua a final de mes porque hay que sufragar multitud de historias que se inventan los políticos que juegan a la solidaridad a costa de la jodida clase media venida a clase de cuarto de kilo,  mientras  las hipotecas y las viviendas siguen subiendo; pues esta especie de ciudadano que no puede pedir subvenciones para completar su nómina cuando mengua y no tiene derecho ni a decidir el modelo de nación en el que vive,  se han encontrado hoy con un hecho que por escandaloso resulta hasta raro.

                          

                      ¿Dónde está la diferencia?...Por detrás...

Cualquiera que haya transitado,  o transite en los próximos días, por la carretera autonómica AS-257, que va desde Colunga hasta el entronque de la autopista en la Venta del Pobre, tras pasar por Lastres, se encontrará con algo insólito: La empresa SEAS (Señalizaciones Asturias, suponemos) ha desplazado a la zona a una numerosa brigada que está cambiando todas las señales de esta carretera.

Lo raro es que las señales que quitan están completamente nuevas y estimamos como “paganinis” que tenemos derecho a saber a qué obedece este derroche.

¿Quizás a una directiva europea?. En ese caso ¿no sería más urgente la adecuación de las directivas europeas de impacto medioambiental que ya están vigentes en casi todas las autonomías españolas salvo Asturias y poco más, y que pondrían freno al saqueo de la costa oriental que se  nos viene encima ya que prohibiría con evalaciones “críticas” tanto el campo de golf de La Rasa como la megaurbanización en altura de la Isla?

Esto huele a chamusquina. Como afirmaba un empleado de la empresa instaladora “Hay que mover dinero y dar trabajo” y nosotros añadimos que cada vez que el maíz iba al molín, parte de él se quedaba en la “maquila”.

              

                                     ¿Saben contar?

Hay más curiosidades. Por ejemplo en una señal que se quita hay un pequeño cartel que establece la longitud de curvas peligrosas en 500 mts., mientras que la nueva pone 800 mts, sin que haya variado el trazado de la carretera. Y nosotros nos preguntamos: ¿Qué es que la primera vez midieron la distancia a “pasos” y como el que media era un “paisanón con les pates muy llargues, en 500 zancaes plantose en la recta y ahora fue un homín con la patina corta que tuvo que dar 800 pasinos”?

Da la risa. La chapuza es de las que hacen época, pero que no piensen que en este concejo todos pasamos de todo. Por suerte todavía hay gente que piensa y no se limita a sorprenderse o a hacer especulaciones en los chigres que van desde un cambio de imagen hasta un atraco a mano armada. Nosotros, como ciudadanos con derechos, ante este hecho tan sorprendente exigimos de la administración una respuesta clara, de lo contrario nos harían pensar cosas malas y dudar de la honorabilidad de algunas personas.

               

                              Parte trasera señales antiguas

Hasta este momento, la única pista que tenemos, además de lo sorprendente del hecho, es que las primeras señales fueron fabricadas por SEPRINSA, Señalizaciones del Principado S.A. con domicilio en Polígono Industrial Silvota, Peña Salón, Parc. 56-A
33192 Llanera – ASTURIAS, y las nuevas las fabrica e instala SEAS (Señalizaciones Asturias S.L. suponemos) con domicilio en Polígono Industrial Asipo, C/A, Parc. 13-B 33428 Cayés - Llanera – ASTURIAS, Tfno: 985 263029 - 985 267163.

              

                             Parte trasera señales nuevas

¿Tendrá razón el empleado sobre que hay que mover el dinero?. Todas estas señales cuestan un pastón, a lo que hay que sumar portes y mano de obra. Nosotros, de momento, paramos aquí. No aventuramos nada. Simplemente esperamos que álguien nos dé una explicación, o que álguien, con capacidad para hacerlo, las exija en donde proceda y a quién proceda. Ya está bien de patentes de corso.