A pesar del veto a la publicidad, la industria del juego se mantiene activa en España

Entre las medidas impuestas por el gobierno durante el confinamiento se contó la prohibición de realizar publicidades de casinos online y casas de apuestas. Esta decisión, que tiende a cuidar a los sectores más vulnerables durante un período de encierro atípico, está enmarcada en un historial de tensiones entre la actual dirigencia del estado y la industria del juego. Es que, desde su asunción, la coalición formada por el PSOE y Unidas Podemos ha mantenido una política de salud contraria a los intereses de las corporaciones más salientes del sector.

Contexto de la prohibición

El plan del gobierno incluyó desde su primer programa una actualización de la banca, en función de modernizar la industria y volverla más humana y menos invasiva. Los principales ejes han sido evitar el juego infantil y prevenir las conductas lúdicas desordenadas que pueden desencadenar en problemas relativos a la ludopatía. Las medidas que se venían proponiendo se radicalizaron durante la etapa de confinamiento más estricto, con el cierre de los casinos físicos y el veto a la publicidad del juego online, lo cual produjo más tensiones entre el oficialismo y la industria de las apuestas. A pesar de las restricciones, siguieron funcionando los casinos en vivo, como se puede consultar en esta página. Esto presentó cierto aliciente a las circunstancias, tanto para los operadores de juego como para los propios jugadores, quienes se vieron repentinamente despojados de su entretenimiento usual.

Consecuencias de la medida

; El Ministerio de Consumo propuso el veto con el fin de evitar que el sector de la banca online hiciera negocios con la ansiedad y el estrés de la gente; en otras palabras, se intentó evitar que se mercantilizara la angustia de la población encerrada. Como señaló Pablo Iglesias, Vicepresidente de Derechos Sociales y Agenda 2030, en comunicación telemática luego de la reunión con el Consejo de Ministros, la medida de la prohibición es el resultado del contexto y no de una decisión unilateral del gobierno. Como parte del decreto (que ya fue derogado), se estableció que la publicidad de las casas de apuestas, tanto en radio y televisión como en plataformas digitales, pudiera realizarse solo entre la 1 y las 5 de la mañana, horario de menor flujo de audiencia. Los anuncios en este rango horario, además, debían presentar ciertos parámetros, entre los cuales se contaba no hacer uso de la situación de confinamiento para atraer jugadores. También se prohibió el uso de bonos de bienvenida y otros tipos de promociones.

En este marco, el Ministro de Consumo, Alberto Garzón, declaró que los juegos de póquer y los casinos online habían atraído a un gran público durante el confinamiento, lo cual podía tener resultados poco saludables en la población. En contraposición, Mikel López de la Torre, el Presidente de Jdigital, entidad que representa al sector de la banca online, expuso que la situación no era así, sino que la medida favorecía al juego clandestino. De la Torre añadió, en la Cumbre Digital SBC, que si bien hubo un incremento de usuarios durante los primeros días de la pandemia, esos números no se sostuvieron, y luego de las medias del gobierno, se vieron caídas de entre el 50 y el 80% en el sector. Además, sobre el posible traspaso de los jugadores presenciales al juego online, estimó que entre el 40 y 50% de los usuarios utilizan ambas modalidades. En otras palabras, no ha habido una migración de jugadores significativa al sector online. Lo cierto es que la Dirección General de Juego aún no ha publicado las cifras oficiales del primer trimestre, sobre la base de las cuales se podrían sacar conclusiones más limpias.

Ante las vacilaciones de la economía española en general, el director general de Kirolbet, Eñaut Ruiz,  y el consejero delegado de Retabet, Xabier Rodríguez, declararon durante el encuentro de Jdigital que se debe hacer un llamamiento al gobierno para que el juego sea considerado un sector productivo más dentro del país, y que se tengan en cuenta los esfuerzos de los operadores por brindar un servicio legal y ético. Algunas empresas, como la gigante Codere, están atravesando una situación crítica debido al cierre de sus salas y las sucesivas restricciones oficiales.

De todas maneras, las medidas el gobierno han apuntalado los ejes del plan de salud del país, que contempla la ludopatía como problema psicológico; tal vez los sectores vulnerables han salido favorecidos por estas normas durante el confinamiento. Lo cierto es que no solo se deben revisar las restricciones impuestas a la industria, sino el alcance y la naturaleza de las apuestas en general.