FTL en Asturias a la respuesta del Ayuntamiento de Oviedo sobre la Plaza de Toros Buenavista

El Ayuntamiento de Oviedo invertirá sobre unos 28 millones de euros en este año 2022, una cantidad considerable en la que incorpora la reforma de la plaza de toros de Buenavista, sin embargo según la información proporcionada desde La Nueva España y recientemente la Voz de Asturias, el Alcalde de Oviedo Sr. Canteli no tiene intención “mientras sea alcalde de Oviedo”, de que los toros vuelvan a la ciudad, y añade de forma actualizada, que se va a reformar el coso de Buenavista exclusivamente para un centro cultural y deportivo, no obstante esta vez, no argumenta razones técnicas, sino razones económicas para la omisión de una reforma para usos taurinos, “por el coste elevado”, expone el mandatario ovetense.

Bastaría en este texto recordarle al Sr. Canteli que nuestro alto Tribunal Constitucional en sentencia 134/18 de fecha 13 de diciembre de 2018, fue tajante al afirmar que la Ley 18/2013, establece un mandato general a todos los poderes públicos y en todo el territorio nacional para garantizar la conservación y promover el enriquecimiento de la tauromaquia”. Y ello implica además la imposibilidad de los poderes públicos de “poner obstáculos insuperables” a la celebración de corridas de toros.-

Sería suficiente este recordatorio, sin embargo hay más; no solo es irrenunciable para el gestor público la conservación, difusión y promoción de los espectáculos públicos de carácter taurino, sino que como Bien de Interés Cultural que es la plaza de Buenavista existe una obligación legal de conservación de estos espacios de propiedad pública. Al contrario del mandato legal, la plaza de toros de Buenavista lleva catorce años cerrada, en verdadera ruina. No ha sido sino la propia desidia, inactividad e inoperancia de los poderes públicos, incluido el consistorio, los que han propiciado y perpetrado en clara negligencia el abandono de la Plaza, y por consiguiente también, la pérdida de la misma para los eventos taurinos. ¿Puede una flagrante irregular gestión, por omisión, cometida desde la propia administración pública, ser fundamento de otra ilegalidad como es la exclusión de su uso para corridas de toros? ¿Es lícito abandonar la plaza de toros sin inversión alguna en su conservación durante más de una década para después aducir la inviabilidad económica de su recuperación para uso taurino? ¿Es culpable el aficionado y los profesionales del mundo de toro de esta situación de precariedad administrativa? ¿Ha sido rentable económicamente esta gestión municipal?

La Plaza de Toros de Buenavista, inaugurada en 1889, y declarada Bien de Interés Cultural en el año 2006 en la categoría de Monumento, no sólo tuvo en cuenta en la catalogación su arquitectura, el carácter neomudéjar de su construcción, sino la Historia, su naturaleza, su uso, la cultura de un pueblo, que hizo singular la existencia de corridas de toros en el Norte de España. Tradición, historia y cultura sobre la que ya se manifestaron instituciones como la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y de la Real Academia de Historia en el expediente confeccionado al efecto para el otorgamiento de su categoría. ¿No está suficientemente justificada una reforma para el uso de Plaza de toros?

¿No supondría lo contrario efectuar una reforma excluyente y discriminatoria marcada por una irregularidad previa consentida por los poderes públicos?

Tras intentos anteriores, año 2014, ahora el consistorio busca mejores vientos y anuncia la exclusión en la reforma de la plaza los usos taurinos, no por razones técnicas, sino por no ser una inversión rentable el dar corridas de toros.- Dice Vd. Sr. alcalde al ciudadano que no existe rentabilidad pública para las corridas de toros, e imaginamos se refiere a la inversión-contraprestación de la reforma en relación al uso para espectáculos taurinos, pues de lo contrario estaría el consistorio valorando prematuramente el negocio o la gestión privada de las empresas taurinas, algo que es impensable para cualquier otro espectáculo cultural en el que además casi todos ellos resultan inviables económicamente si no es por el subvencionado apoyo del poder público, llámese cine, teatro, danza, música, museos, etc…. Hay que recordar asimismo que la gestión pública no tiene que ser rentable ni tener retorno en todos los casos, el servicio público, muy al contrario, debe ser viable pero no rentable, o ¿es rentable un parque, un tanatorio, un museo, un pabellón, o la televisión local o autonómica?.. No puede existir mayor contradicción cuando se alegan razones económicas después de haber abandonado, tanto el Principado como el consistorio, durante más de una década, la conservación del inmueble y su uso.

Aun así, ¿existe algún informe jurídico, económico, o histórico, que ampare una propuesta municipal de reforma excluyendo el uso de la plaza para eventos taurinos y que justifique la licitación de un proyecto excluyendo la naturaleza para la que fue creada? o ¿estamos ante una cuestión únicamente sectaria de un alcalde y su grupo municipal? ¿Es más relevante culturalmente un evento deportivo o musical que el taurino?

El Ayuntamiento de Oviedo tiene un absoluto oscurantismo en la gestión de la reforma de la plaza de toros de Oviedo. Hasta la fecha desconocemos la propuesta municipal y el informe del pleno del Consejo de Patrimonio aceptando la misma conforme a la protección del inmueble y su naturaleza. Se desconoce además qué soporte técnico y cultural tiene la propuesta enviada al Consejo, y sobre todo qué soporte técnico “económico”, estos datos deben publicarse y debe conocerlos el ciudadano.- Hasta la fecha lleva el consistorio tres años sin sacar a licitación pública la redacción del proyecto, es más, se desconocen las bases para esa licitación pública, pero mucho nos tememos que en su afán excluyente no se ha tenido en cuenta la responsabilidad legal para con una actividad cultural digna de promoción y protección, no se ha tenido en cuenta la discriminación a que aboca a un sector de la población y el derecho a su elección cultural (incluso si fuere minoría), se ha desechado la historia y la cultura de un pueblo sin más base técnica acabando con una parte importante del Patrimonio (el inmaterial), y no se ha ofrecido una solución coherente que aspire a un equilibrio entre conservación de ese patrimonio y la renovación del mismo (con sus antiguos y nuevos usos), plenamente compatibles.

Desde la Fundación del toro de Lidia creemos que aún hay tiempo para que la alcaldía recapacite y replantee las bases de la licitación y que incluya en el proyecto la reforma necesaria para dar espectáculos taurinos, sería un gran acierto el no contribuir como pretenden ahora mismo al empobrecimiento cultural de Oviedo con una gestión excluyente y por tanto discriminatoria.