Los Papas Juan XXIII ("el Papa Bueno") y Juan Pablo II, ahora beatos, serán canonizados el domingo 27/04/2014, festividad de la Divina Misericordia.

Confieso sentir un especial gozo porque son dos santos cercanos. Conocí a ambos. A JUAN XXIII, antes de ser Papa. De cardenal, patriarca de Venecia, Angelo Giuseppe Roncalli (Sotto il Monte, Bérgamo, 25/11/1981; Vaticano, 3/06/1963) viajó por España en 1954.

En julio se acercó a Covadonga (Asturias) en donde yo me encontraba de vacaciones con estudiantes de mi curso de Filosofía Escolástica. Estuvo con nosotros y aún me acuerdo de la sonrisa bonachona que nos dedicó al cruzarnos con él cuando, al atardecer, paseaba leyendo el breviario ante la Basílica. Le fascinó la Cueva de la Vírgen, de nuestra "Santina".

Después nos contaron que en Gijón había encargado una réplica de la Virgen de Covadonga que le fue entregada en Venecia. Al ser elegido Papa, la llevó consigo al Vaticano y cuentan que ante "La Santina" expiró. Se veía claro: Juan XXIII ya era santo de cardenal Roncalli. A JUAN PABLO II (Karol Jösef Wojtyla, Vadowice/Cracovia, 18/05/1920; Vaticano, 2/04/2005) le conocí ya de Papa cuando seguí, como periodista, su primer viaje a España en 1982 (del 31 de octubre al 9 de noviembre). Un orgullo la carta del Nuncio felicitando a la revista "Lecturas" por el trabajo bien hecho.

Volvió a España en cuatro ocasiones más. Inolvidable su adiós en Cuatro Vientos/Madrid (2003) ante un millón de jóvenes. Como jamás olvidaré una misa de Juan Pablo II en la Capilla Sixtina a la que asistí invitado por mi querida Paloma Gómez Borrero, emocionadísima porque el Papa, ya muy debilitado, le bautizaba a un nieto. ¡Santo de pies a cabeza! Lo dicho: Para mi, dos santos muy cercanos.