Omar Pardo: Colungueses ilustres, tan ilustres como desconocidos
Y en su propio solar, sí. Siempre he afirmado con rotundidad que una de las mayores calamidades seculares de nuestro más que privilegiado solar natal en todos los aspectos ha sido negarse a reconocer tercamente y sin motivo aparente alguno los méritos y capacidades de sus más preclaros hijos (Muchos y muy variopintos), algo sin duda muy poco comprensible desde un punto de vista racional, ya que evidentemente siempre puede contribuir bastante más al progreso una mente clarividente que un zote, pero en fin, así son las cosas y para muestra este botón cuyo expediente a propuesta de un grupo amigos fue presentado tiempo ha a nuestra Administración Local a fin de que se la reconociera como hija predilecta y que acabó de inmediato en la papelera después de una muy, pero que muy somera ojeada superficial, sin explicación ni respuesta alguna...