El primer balón de fútbol

El balón de fútbol ha evolucionado a la par que él mismo juego, ha ido ganando mayor aerodinámica y esfericidad para adaptarse al juego y a los tiempos. Está claro que el primer balón no podía ser igual.

Ya hace siglos los mayas utilizaban una especie de balón para uno de sus juegos tradicionales y a lo largo de la historia se ha sabido de diferentes culturas que utilizaban algo similar a un balón en sus diferentes prácticas deportivas o juegos.

Pero hablando del fútbol en exclusiva fue la federación inglesa cuando nació la primera que estableció una serie de parámetros para el balón, este debía tener una circunferencia de 70 centímetros y pesar entre 350 y 400 gramos.

En esta época los balones que se utilizaban eran de cuero animal y conocidos como balones de tiento debido al cordón que cerraba las costuras. En el interior se introducía una vejiga de cerdo que se rellenaba de heno entre otros materiales. Evidentemente se trataba de balones que no botaban uniformemente y las costuras que lo cerraban eran incómodas para golpear el balón incluso pudiendo provocar lesiones a los jugadores por no hablar si se disputaba un partido con lluvia, entonces el balón se volvía pesado y era casi imposible de controlar.

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En la primera final de la historia de los mundiales en 1930 todavía no existía el famoso balón oficial que es el que marca un poco todas las novedades que se van introduciendo en los balones año tras año. Se rumorea que Argentina y Uruguay no se pusieron de acuerdo en que balón utilizar ya que cada selección llevaba el suyo propio así que la decisión fue salomónica, una parte con cada balón, algo impensable hoy en día ya que se trataban de modelos distintos. Mientras los argentinos apostaban por el balón de tiento, los uruguayos llevaban el conocido como balón T, hecho de piel y con un cosido precisamente en forma de T.

Fue en el Mundial de 1938 cuando la vejiga del interior de los balones se sustituyó por una válvula inflable para así no tener que descoser todo el balón para hincharlo, fue uno de los primeros avances significativos en la composición del balón y también aumentan los paneles con los que se fabrican y en Suiza 54 ya se emplea el modelo de 18. Pero a pesar de los avances todavía no se conseguía un balón que rodase con regularidad, seguían siendo inestables. Fue en Chile 62 cuando cambiaron la forma de los paneles para tener 12 hexagonales y 6 rectangulares, además de introducir por primera vez la válvula de látex lo que ayudaba a retener mucho mejor el aire en la pelota. Pero la auténtica revolución llegó en México 70 y su modelo Telstar. Adidas presentó un balón con 32 gajos poligonales y además introdujo el blanco y negro para que los espectadores pudiesen ver mejor la pelota.

Así siguieron evolucionando hasta lo que conocemos hoy en día, Se empezó a sustituir el cuero o a combinarlo con materiales como el poliuretano hasta hacerlos totalmente sintéticos.