Si bien los juegos para algunos campeonatos de clubes europeos y sobre todo para la Champions League todavía no está definido, está claro que el olor del mundial de Rusia empieza ya a ser preponderante.

El máximo acontecimiento futbolístico de siempre, que este año tendrá su edición número 21, acapara ya las expectativas y las miradas de todos los aficionados de fútbol del mundo. No es casualidad si, de hecho, se llama mundial, y es el premio más deseado por cualquier futbolista. A tan solo dos meses del comienzo de dicha manifestación, algunas selecciones están más preparadas que otras, y sobre todo las que son favoritas a la victoria final. Entre ellas está España, que desde que llegó Julen Lopetegui al mando de las operaciones parece haber encontrado nueva linfa y más motivaciones.

Gracias a un trabajo intenso como hombre de la Federación, el ex entrenador del Oporto ha conseguido hacerse con el banquillo de la selección mayor. Su éxito como seleccionador sub 21 lo respaldaba y desde Madrid han querido confiar en él. Y hasta ahora las cosas parecen andar muy bien. Después de la exhibición contra Argentina en el 6 a 1 del Wanda Metropolitano, la Roja ha confirmado no solamente su estatus de favorita de cara al mundial de Rusia, sino que también ha desplegado un fútbol armónico, bonito y eficaz.

Menos aburrida que antes, ahora España predica no solamente un juego de toque sino que también concibe atacar los espacios de manera rápida y vertical, como en el caso del quinto gol contra Argentina, cuando un lanzamiento desde su portería de David De Gea puso a Iago Aspas delante de la portería en pocos segundos. Con un once titular ya bastante definido, Lopetegui tiene muy pocas dudas y una gran certeza: el juego de su equipo. La medular compuesta por Busquets, Thiago e Iniesta, además de los media punta Silva e Isco, permite a España hacer circular el balón fácil y rápidamente. De esa manera las transiciones ofensivas son más frecuentes y la eclosión de Rodrigo como delantero centro ha dado al técnico vasco una opción importante en el ataque, junto a Aspas y a Diego Costa.

Con la defensa como garantía de seguridad gracias a la presencia de dos veteranos de calidad como Ramos y Piqué y un portero sólido y experto como De Gea, España se prepara para vengarse de aquel mundial de Brasil en el que no pudo defender como debía el estatus de campeona del mundo. La nueva generación de fenómenos, entre los cuales Marco Asensio sea tal vez el estandarte principal, bien integrados con los hombres expertos y ganadores como el capitán Ramos, hace que la Roja sea nuevamente una de las mejores selecciones del mundo. Pero a la base de todo está el juego: nadie en el planeta tiene la soltura que tienen los futbolistas de España una vez tomado el balón. Y a partir de ello, la Roja intentará volver al techo del mundo.