• Número de habitantes: 947
  • Parroquia: Lastres

Lugar y parroquia del Concejo de Colunga, que ocupa el sector norte con una extensión de 13,49 Km2. Su frente costero se extiende desde la desembocadura del arroyo de La Llastra, límite con Villaviciosa, hasta la del arroyo Frayón o Asturera, en la playa de Lastres.

Comprende las poblaciones de Lastres y Luces, con una suma total de 1159 de las que 947 se acomodan en la villa porteña de Lastres.

Lastres
 Lastres

Su caserío se escalona sobre el acantilado en la parte en que éste suaviza su verticalidad, oscilando su altitud entre los 30-110 metros.

La iglesia parroquial de Santa María de Sábada se localiza a 92 metros sobre el nivel del mar. Dista 4 Km de Colunga, enlazando a través de la AS-257.

La potencialidad económica de este lugar y parroquia se basa en tres puntales: agricultura, pesca y el turismo, que en los últimos años ha cobrado notable importancia.

Lastres
 Lastres

La historia de Lastres, sin embargo está directamente vinculada a la actividad pesquera, floreciente desde el S XIII, asentando en la villa familias importantes cuya nobleza se testimonia en escudos y piedras armeras. Sus pescadores destacaron en la caza de la ballena, cuya grasa era una sustancial fuente de ingresos.

En los siglos XVII y XVIII Lastres era de los más importantes puertos pesqueros asturianos, desarrollando una floreciente industria de escabeches que se exportaba a León y Castilla.

La vieja dársena se construyó entre 1773-1807, siendo reformada a finales del XIX y en este siglo. El actual puerto ofrece gran capacidad y buenas condiciones de seguridad y todos los servicios modernos de un puerto (rula,frigoríficos...) en el que hay alrededor de 37 embarcaciones matriculadas. La vieja dársena muy afecta por las obras de ampliación, es hoy un embarcadero deportivo.

Orientado al este, sus casas se asientan en pequeños rellanos aterrazados y dispuestos a lo largo e tortosas calles que le confieren un sigular carácter y una gran belleza, visto tanto desde tierra coma desde el mar. Antiguas capillas y ermitas, de las que varias se conservan, dan nombre a sus barrios: San Antonio, San José, El Buen Suceso, El Cristo, El Carmen, El Fontanín, El Piqueru...

Las fiestas del Carmen, en julio, con procesión marinera, y las de San Roque, en agosto, gozan de tradición y fama.

Hijos ilustres de esta villa son el Matemático Agustín Pedrayes y Foyo (1744-1815), que participó en la Comisión internacional que implantó el sistema métrico decimal; y Juan Antonio Suárez Victorero y Robledo (1774-1875), militar liberal, escritor y autor de obras de historia local sobre Lastres y Colunga

Todo el sector costero desde el cabo de Lastres hasta la playa de la Griega es de elevado interés geológico, tanto desde el punto de vista estratigráfico y sedimentológico como por la riqueza de restos orgánicos pertenecientes al periodo jurásico

Patrimonio Cultural

La villa de Lastres, ocupa el sector norte del concejo de Colunga. Su frente costero se extiende desde la desembocadura del arroyo de la Llastra, límite con Villaviciosa, hasta el arroyo Frayón o Astuera, en la playa de Lastres.

Su caserío se escalona sobre el acantilado, en el que se conservan gran número de edificaciones realizadas entre los siglos XVII, XVIII, XIX.

Iglesia parroquial Sta. Maria de Sábada

Iglesia parroquial Sta. Maria de Sábada
 Iglesia parroquial Sta. Maria de Sábada


Posee planta de cruz latina, una sola nave rectangular y dos capillas laterales, falso crucero con cuatro arcos fajones, y cabecera recta, posteriormente se le añaden tres pórticos laterales, dos hacía el mediodía y uno hacía el norte.

De finales del siglo XIX es la torre que se considera pórtico triunfal al templo. Tiene dos cuerpos cuadrados- con refuerzos esquineros terminados en pináculos esféricos- y un tambor octogonal rematado en cúpula que lo corona. Las ventanas de la torre están rodeadas de molduras y los balcones del tambor sostenidos por molduras, y curvas repisas abriéndose en tres arcos de medio punto. El primer cuerpo de la torre es de sección cuadrada que se corona con cuerpos bulbosos y bolas, un alto tambor de sección poligonal muy escasamente abierto y sobre él, la cúpula coronada con una bola que sostiene una veleta y una cruz.

Toda la sillería es de excelente calidad. La torre cumple la función de campanario, siendo esta una de las pocas iglesias que posee un código convencional de toques de campana.

En la base de la torre y aprovechando la exacta orientación este-oeste del templo, y en uno de los ángulos de la misma está un reloj de sol, señalizando las horas con muescas realizadas sobre las piedras. El templo posee dos puertas de acceso con molduras de oreja y mixtilíneas. La principal mira al este y lleva en el frontón semicircular la inscripción -año de 1757, iglesia de asilo-.

El pórtico da acceso a la nave de tres tramos con bóveda de cañón con lunetos, excepto en el crucero, donde cuatro pechinas sostienen la cúpula. En el segundo tramo encontramos dos capillas laterales cubiertas con bóveda de arista rebajada. La nave central se cierra con cabecera plana.

En su interior destaca la capilla del Cristo de la Agonía, del siglo XVII, imagen de fuerte anatomía y expresividad una de las principales obras del barroco asturiano. En la base de la capilla del Cristo cierra el frontispicio del altar una singular pieza de grueso cuero repujado del siglo XVII. En esta capilla del Cristo de la Agonía se coloca todos los años, el famoso nacimiento, que los hermanos Victorero donaron a la parroquia.

Capilla del Buen Suceso

Capilla del Buen Suceso
 Capilla del Buen Suceso


Su fábrica está ligada, a la cofradía de mareantes. Se encuentra encajada en el entramado urbano de la villa, con dos lados adosados a otras construcciones, y dos exentos.

La fachada norte da a la calle Real. Una vivienda adosada al sur se prolonga sobre el cuerpo y el pórtico de la ermita, y en su planta baja tiene columnas toscanas de fustes monolíticos de piedra formando un porche que sirve de prolongación de la ermita, todo este frente da a una estrecha callejuela que salva el desnivel con una pendiente escalera.

Tras el pórtico, arco de medio punto de piedra sobre imposta moldurada, dando paso al cuerpo de la capilla que se cubre con bóveda de cañón sobre línea de imposta.

Uno de los elementos de interés es el retablo barroco, de carácter popular con tres calles separadas por columnas toscanas y los pisos por motivos vegetales, fechado en 1667.

La fachada norte rematada en esquinas con un pequeño campanario triangular de un vano, coronado con bolas.

En el lado norte se abren tres vanos, todos con diferentes tratamientos, el superior da a la vivienda y los inferiores al pórtico y a la capilla, siendo este último rematado en arco, todos con recercos de sillar. Los cerramientos verticales son de mampostería enlucida, utilizándose el sillar en marcos de vanos, remate del muro norte y campanario.

Capilla de San José

apilla de San José
 Capilla de San José


Se inició su construcción en el año de 1794, según atestigua el documento encontrado en el archivo histórico.1.

Asentada en pendiente, en el barrio de San José. Con planta cuadrada, un amplio pórtico da paso a la entrada, realizado en mampostería, el sillar se reserva para el imafronte y los esquinales. En el lado norte se salva el desnivel con un alto zócalo.

El pórtico está delimitado por murete de piedra, sustentan el tejado a tres vertientes, dos columnas monolíticas, estriadas, sobre esbelto plinto cajeado.

El cuerpo de la capilla más alto, culmina en espadaña de un sólo arquillo, con cruz terminal de hierro sobre remate de frontón y pirámides con bolas en los ángulos. El imafronte, de sillar, se abre en un arco muy amplio, con impostas salientes y molduras, el vano se cierra con hermosa barrotera tallada y torneada. El cuerpo de la capilla se remata en cornisa de piedra, moldurada, y se cubre a cuatro vertientes.

En el interior el suelo esta formado por losas de piedra, sobreelevado en la zona del altar un peldaño. En el muro interior se abre una credencia y sobre ella ventana abocinada rematada en arco.

Cubierta bóveda de crucería de cuatro paños, con nervios moldurados que arrancan de imposta plana, con mensulillas angulares. Clave circular con roseta labrada.

Encontramos en su interior retablo, en la hornacina central la figura de San José con el Niño cogido de la mano. Les acompañan en las otras hornacinas: San Juan Bautista y San Francisco. Las cabezas de las figuras tienden a ser más anchas y también los rostros, en los que se adivina un deseo de embellecimiento idelista y una búsqueda expresiva de la sensibilidad interior de los personajes.

Capilla de S. Roque

Capilla de S. Roque
 Capilla de S. Roque


Capilla situada en el campo de San Roque, en el promontorio de la punta Misiera, en ella se encuentra la imagen del Santo, obra del siglo XVII.

Planta rectangular, a sus pies se abre un pórtico cuadrado sustentado por seis columnas sobre murete. La cubierta es de madera a tres aguas, se apoya sobre pilares y éstos sobre un muro corrido. El cuerpo principal se remata con una vistosa espadaña donde se acusan formas barroquizantes. Al exterior se abre una pequeña saetera de doble derrame; por la cual penetra la luz al interior.

Al interior accedemos a través de un vano rematado en arco de medio punto, la nave se cubre con una bóveda de crucería. El suelo cubierto de losas de piedra, la zona del altar se eleva un peldaño, también en piedra. En el altar mayor hay un retablo fechado en 1620 perteneciente al barroco, según se dice procedente de la antigua capilla de San Blas. Se concibe como una portada clásica. Parte de una base donde se localiza una inscripción, sobre ella cuatro columnas dóricas flanquean la imagen de San Roque a modo de hornacina y todo se remata con friso en el que alternan triglifos y metopas en forma de rosáceas y frontón triangular.

La imagen de San Roque es de pequeñas dimensiones fechada a mediados del siglo XVII, de facciones correctísimas, hábito largo, sombrero, bordón y calabaza. A su lado izquierdo el característico perro de San Roque. Un detalle extraño y originalísimo, al perro le falta el pan, no presentando señales de haber perdido esa parte de la escultura.

Torre del Reloj

Torre del Reloj
 Torre del Reloj


Tuvo su origen como torre vigía, destacando en altura sobre el resto del caserío se piensa que su origen se remonta al siglo XV, su factura actual corresponde al siglo XVIII, como indica la fecha inscrita en el reloj 1751.

La torre vigía ejercía la función de control del puerto, una prueba de ello son dos ventanales de arco conopial posibles restos de la primitiva torre del siglo XV. Localizadas en el segundo piso.

Posee planta cuadrada, con cuatro tramos separados por una línea de imposta que recorre todo su perímetro, predominando en ella la sencillez constructiva. Limitando los vanos al piso superior, el campanario. En la actualidad cumple la función de torre campanario.

En la base de la fachada sur de la Torre estaba la escuela donde estudiaron los niños de Lastres desde el siglo XVIII.

Palacio de los Vallados

Palacio de los Vallados
 Palacio de los Vallados


Situado en el barrio de la Fontana, en la calle Dr. Pedro Villarta, en esquina, fachada a dos calles, sobre una pendiente, con tres pisos en la parte delantera y dos en la trasera.

La fachada principal se desarrolla en horizontal, privilegiada la calle central, marcada por la alineación de la portada monumental, el escudo y el balcón volado. El recargamiento decorativo aumenta al ascender en altura, en el inferior ventanas enrejadas flanquean la puerta, con sencilla moldura plana, primer piso mismo número de ventanas, a eje con las ventanas inferiores pero algo mayores, con antepecho de sillar y recerco ornamental formado por un bocel quebrado en orejas en los ángulos. En el último piso cinco balcones, rasgados los de los extremos y con una repisa de piedra, corrida y moldurada, y antepecho de forja, los tres centrales, todos con una doble moldura quebrada más desarrollada. Esta moldura doble enmarca también la puerta principal, sobre ella se abre un óculo, en piedra y a su izquierda el escudo de armas de la familia Victorero, cuartelado en cruz primero y cuarto con un castillo de piedra, de tres torres, segundo y tercero dos líneas de cinco veros cada uno, coronado con un ampuloso lambrequín vegetal rizado en volutas.

Fachada enfoscada y pintada en blanco, línea de imposta de piedra separa el último piso de los inferiores. Se flanquea por cortafuegos de extremos moldurados y rematada por una cornisa de piedra y alero de madera muy volado.

Fachada lateral se adosa un cuerpo estrecho, de poca altura La fachada trasera con puerta central, estrecha y una ventana enrejada a cada lado. En el piso superior un balcón central volado con antepecho de hierro forjado, entre dos ventanas con alfeizar y dinteles en piedra, que se alargan hacia los lados.

Se cubre a dos aguas, y proyecta dos buhardillas de buen tamaño hacía ambos lados.