Alsa es la única empresa que opta a gestionar el funicular de Bulnes. Esta semana concluyó el plazo de presentación de ofertas para este servicio hasta el 31 de diciembre

238.989 euros recibirá la empresa hasta diciembre, para realizar las tareas de atención al público y venta de billetes; conducción y mantenimiento del funicular;  limpieza de vagones y dependencias, así como la dirección técnica del equipamiento, tal y como se venía desarrollando hasta ahora. De momento, el horario y las tarifas se mantienen igual que antes, también gestionada por Alsa.

 

Estos próximos seis meses todo seguirá como estaba: Alsa ofereciendo directamente el servicio; el Principado como gestor económico;  el Ayuntamiento, con el agua al cuello y sin apenas recursos, y los vecinos de Bulnes, hartos.

Vecinos y empresarios de Bunes están en total deacuerdo con la política que el Principado ha llevado hasta ahora con el funicular.

En declaraciones a buscolu.com manifiestan que Areces, recien llegado al Principado, para agradar a os ecologistas, dijo que él "cerraría el juracu que hizo Cascos". Poco después dijo que la situación era irreversible, pero desde entonces ha restringido tanto este servicio que ha capado materialmente el crecimiento económico de los vecinos de Bulnes.

Los empresarios turísticos de Bulnes reclamaban una bajada del billete (20 € ida y vuelta, para 2,2 Km -uno de los transporte más caros del mundo-) a 6 €, y que quienes estuviesen alojados en Bulnes disfrutasen de las mismas ventajas que los residentes, pudiendo subir o bajar gratis con el billete adquirido inicialmente, mientras dure su estancia y así poder usar Bulnes como base.

Otra petición es la de que se levante el límite de usuarios diarios y se incremente la frecuencia de los funiculares y la duración de la jornada.

También reclaman la dependencia de Asturias en trámites sencillos que deben hacer en Madrid por el tema del Parque, que les está asfixiando.

Un vecino nos contaba que tenía una pequeña cuadra en ruinas, con chapas como paredes y en ella tenía gallinas asturianas. Sacó permiso para cerrarlo con piedra para gallinero y el guarda estimó que aquella pequeña superficie no iba a ser destinada a gallinero, imponiéndole una pequeña sanción de ¡¡¡5.000 €!!!.

Lo que sería un trámite en Oviedo para presentar recurso se transformó en odisea,teniendo que contratar abogado y desplazarse a Madrid junto a él, donde no les hicieron ni caso.

Esperemos que el nuevo gobierno se invista de cordura y se despoje de compromisos,intereses y complejos y ponga las cosas en su sitio por el bien de Asturias y de los asturianos, empezando por corregir el desaguisado de la subida a los Lagos de Covadonga que está arruinando el turismo en Cangas de Onís y siguiendo por el funicular de Bulnes, enseña del turismo astur, curiosamiente con la omniprsencia de ALSA en ambos casos.