AUTOMOVILES CINCO VILLAS

Sobre el caballo de hierro y todo eso...

AUTOMOVILES CINCO VILLAS.

Sin duda habrán ustedes oído hablar de la mancomunidad de las Siete Villas e incluso algunos recuerden los carteles y folletos propagandísticos que circulaban por ahí alusivos a aquel asunto, puesto que estamos hablando de hace cuatro días.

Pero el germen de aquella mancomunidad fue una especie de virus asociativo que en su momento se denominó “Cinco Villas de la Costa Verde” a las que luego se añadirían para completar las siete en su momento – posterior, claro - Luanco y Candás.

El asunto arrancaba de Ribadesella, pasando por Caravia, Colunga, Villaviciosa y terminaba en Gijón y el fundamento básico del proyecto era poner en marcha una infraestructura ferroviaria que permitiera unir Ribadesella con Gijón por la costa, sacando así de su aislamiento secular a Caravia, Colunga y Villaviciosa.

No debemos olvidar que en esa época (principios del XX); la población de la zona duplicaba a la actual y la actividad económica era muy otra, puesto que estamos hablando aparte de una importantísima producción agrícola y de superior calidad de un potente sector industrial que se plasmaba en la fabricación de 190.000 toneladas de acero anuales, un fuerte sector manufacturero (lozas, harinas, vidrios, fábricas de cerveza, lagares de sidra, abonos, curtidos, etc.), y unos potentes y muy consolidados mercados ganaderos semanales, eso sin contar con el meollo principal del asunto que no era otro que el sector minero (En el que Colunga tenía mucho que decir) apoyado básicamente en una producción estimada en nueve millones de toneladas de antracita, en definitiva, que la línea férrea aspiraba a sacar a los cinco municipios del secular aislamiento comercial e industrial que encaminara de manera eficaz sus producciones a un puerto de mar o a un núcleo de líneas mayores que permitieran la expansión a toda la península sin cortapisas.

Nada de eso se logró llevar a cabo por múltiples y complejas causas a las que no nos vamos a referir aquí, pero bueno, no crean que por ello – al menos en lo que al transporte de pasajeros se refiere – la tracción animal, plasmada en la tradicional línea regular de diligencias Ribadesella – Gijón no evolucionó a tenor de los tiempos, no, no, nada de eso, no tienen más que verlo, pues enseguida surgieron empresas empecinadas en atajar tal problema, y ahí tienen la primera de ellas, ni más ni menos que la “COOPERATIVA DE AUTOMOVILES CINCO VILLAS” que aunque con retrasos y algún percance a veces debido el mal estado de los viales y ciertos problemas mecánicos en algunas ocasiones también - no andaba la técnica automotor demasiado desarrollada entonces - cubría el trayecto Ribadesella Gijón y viceversa sin dejar Lastres de lado, evidentemente, con una eficacia infinitamente mayor que la tradicional diligencia de postas.

Así que nada, ya lo ven, lo de a grandes males, grandes remedios, ahí tienen unes “semeyes” que hacen referencia al asunto.

¿Qué cosas les cuento, eh…?