Con Carmen Arbesú al frente, el PSOE ha recuperado la alcaldía de Langreo después de cuatro años en la oposición. La nueva alcaldesa llega con la intención de acelerar los proyectos pendientes del soterramiento de las vías de la antigua Feve y del Centro de Referencia de Barros y con un programa basado en la reactivación económica, el empleo y la atención a jóvenes y mayores para fijar población en el concejo.

-¿Cuáles han sido las primeras medidas que ha adoptado como alcaldesa de Langreo?

-Hemos reorganizado las áreas del gobierno para adaptarlas a las nuevas prioridades políticas que traemos con nosotros. Nos hemos reunido con los ministerios de Sanidad y Fomento para intentar desatascar los proyectos del Centro de Referencia Estatal para Personas con Discapacidad Neurológica y del soterramiento de las vías de la antigua Feve. Son actuaciones de enorme importancia para el concejo que, por unos motivos o por otros, acumulan retrasos demasiado largos. El Centro de Barros, sin embargo, ya está en la recta final de los preparativos para su apertura. El Imserso ya ha empezado la selección del personal y en las próximas semanas los vecinos verán cómo empieza la actividad. Para el soterramiento contamos con el apoyo de la Consejería de Infraestructuras y tenemos pendiente una reunión con el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, que tendrá lugar a finales de agosto o principios de septiembre. Y también hemos hecho una modificación de crédito en el presupuesto municipal para garantizar el funcionamiento del Área de Cultura y sus programaciones hasta finales del año. Las cuentas que dejó el equipo de gobierno anterior estaban a cero a mediados del ejercicio.

-¿Cuáles son sus prioridades para este mandato?

-Revitalizar y rematar esos dos proyectos del Centro de Referencia y el soterramiento es esencial porque ya deberían estar acabados y en servicio. Pero hay más administraciones implicadas y, aunque el Ayuntamiento puede vigilar, presionar, negociar y exigir, no puede tomar en sus manos toda la tarea. En lo que sí depende plenamente de Langreo, las prioridades han de ser el empleo y el impulso económico. Tenemos que rebajar la tasa de paro y ofrecer proyectos laborales y vitales a todos nuestros vecinos y vecinas. Queremos que nuestro concejo recupere el papel de motor económico e industrial de Asturias y fomentaremos la instalación de nuevas empresas. Vamos a mejorar nuestros polígonos para hacerlos más modernos y atractivos y a crear nuevo suelo industrial si es necesario. Queremos recuperar los suelos de los Talleres del Conde y la antigua planta de Nitrastrur, que ahora están abandonados y en desuso. Eso enlaza con la transformaciones urbanísticas que ambicionamos para cambiar la cara del casco urbano. A los vecinos queremos ofrecerles calidad de vida, con medidas específicas para el transporte, el acceso a la vivienda de los jóvenes y los servicios sociales para los mayores. Y no nos olvidaremos de la zona rural. Un progreso que no llegue hasta el último de los núcleos de población no es un verdadero progreso. Con todo eso, esperamos fijar población y revertir la caída demográfica de las últimas décadas.

-¿En qué beneficia a su concejo la alineación de gobiernos en Asturias, España y Langreo?

-Fíjese, venimos hablando de proyectos complejos que Langreo tiene pendientes desde hace años, demasiados años, y que implican a las tres administraciones. Por lo tanto, la coincidencia de responsables políticos alineados en torno a la misma sensibilidad, el mismo proyecto de país, de comunidad y de municipio, y con las mismas ideas programáticas ya allana el terreno. Lo que antes costaba más ahora se resuelve mejor con unas relaciones mucho más fluidas. Hace poco más de un año, en España gobernaba el PP, en Asturias el PSOE y en Langreo la coalición de IU y Podemos. Había demasiadas líneas cruzadas, intereses políticos contrapuestos. Ahora, hemos ganado en armonía con el PSOE en el gobierno de las tres administraciones y los avances que esperamos ver pronto en Barros y en el soterramiento lo dejarán claro a ojos de toda la ciudadanía. Con Pedro Sánchez, con Adrián Barbón y con sus respectivos equipos hemos ganado en entendimiento.

-¿Qué cualidades no pueden faltar en un buen alcalde, en una buena alcaldesa?

-Yo quiero ser una alcaldesa dialogante, con el despacho y los oídos abiertos para lo que tengan que decir y aportar todos los vecinos y vecinas del concejo. Los oídos abiertos son importantes y son una condición previa para el diálogo. Una alcaldesa debe ser buena oyente, debe ser humilde y escuchar y aprender. Seré accesible y acudiré allí donde me inviten para estar cerca de la ciudadanía, porque ser cercana a todo el mundo y saber ser conciliadora en los asuntos controvertidos me parecen otras dos cualidades que siempre son necesarias y agradecibles en una alcaldesa o en un alcalde. Además, Langreo necesita verdaderamente consensos. Planes como la descontaminación y la recuperación de los terrenos de Nitrastur no se completarán en un solo mandato municipal porque son largos, caros y complejos. Debe haber un gran acuerdo político y social tras un proyecto de ese tipo. Yo lo propondré y espero conseguir que salga adelante.