Señorías, comparezco ante esta Junta General del Principado de Asturias para darles cuenta de nuestro programa de gobierno para esta legislatura que ahora comienza.

Antes de presentar y defender nuestro modelo y programa ante esta cámara, querría hacer una breve reflexión sobre estas primeras semanas de gobierno, en las que hemos desplegado una amplia agenda de contactos con las personas que viven y trabajan en el medio rural asturiano.

Estuvimos, por ejemplo, en los Picos de Europa, en las majadas de Gumartini y Belbín, conociendo las necesidades de los pastores y elaboradores de Gamonéu del puertu; o en Piedrafita, en Valdés, visitando las explotaciones de unos jovencísimos ganaderos de leche que han encontrado una forma de vida digna en la que aprendieron de sus padres y abuelos; o en el mercado de Llanera, con Santiago Pérez, el pionero de la agricultura ecológica en Asturias; o en la rula de Puerto Vega, con los marineros que lograron la MSC, una de las mejores certificaciones de calidad mundial para su pesquería de pulpo…

En todos esos encuentros recibí peticiones, razonables y atendibles. Aunque parezca extraño, impropio de estos tiempos tremendistas, además de demandas, también recibí un mensaje claro de optimismo y confianza en el futuro.

Mi compromiso con todos y todas fue tan claro como el suyo: queremos ser la consejería de la gente que vive y trabaja en el medio rural asturiano. Queremos ser la consejería de la gente de los pueblos. Queremos ser fieles a nuestro arraigo, a la fuerza de generaciones que a pesar de todo mantiene vivo nuestro medio rural

En su discurso de investidura, el presidente Adrián Barbón resumió sus prioridades de gobierno en cinco puntos. Uno de ellos es el reto demográfico, un desafío estructural al que todos los poderes públicos tenemos que hacer frente con firmeza, involucrando a todos los partidos políticos y el conjunto de la sociedad asturiana.

El medio rural debe ser un lugar atractivo para vivir y trabajar, mejorando la calidad y el acceso a los servicios, ofreciendo oportunidades para la ciudadanía a través de la protección y apoyo a su sector productivo. Nuestras explotaciones familiares agropecuarias generan una diversidad, económica, medioambiental y social que representa nuestra identidad, y puede ser motor y factor diferencial del desarrollo socioeconómico sostenible de nuestra región. El mantenimiento de un medio rural vivo debe convertirse en una cuestión fundamental para el conjunto de la sociedad asturiana, con un modelo de desarrollo orientado tanto a la cohesión social como a la territorial, rompiendo las barreras que limitan la igualdad de oportunidades entre el mundo rural y el mundo urbano.

La apuesta es clara y este gobierno ya ha tomado importantes decisiones políticas en este sentido. Ha creado la figura del comisionado para el reto demográfico y elegido para la responsabilidad a Jaime Izquierdo, una persona en la que se unen la pasión por el mundo rural, la experiencia y un profundo conocimiento científico. Esta consejería se ha puesto ya a su disposición para facilitar su tarea, como lo estará para la comisión sobre reto demográfico que se constituya en esta Junta General y la comisión presidencial de expertos que ha anunciado nuestro presidente.

La despoblación es un problema que interpela de lleno a esta consejería, a las políticas que seamos capaces de articular para el desarrollo económico del medio rural asturiano. Todas nuestras políticas tendrán como último objetivo la lucha contra la despoblación. Como dijo el presidente en ese discurso de investidura “el medio rural asturiano no es un yacimiento arqueológico ni un escenario adecentado y dispuesto para el visitante ocasional”. Nuestro modelo para el medio rural asturiano no es un parque temático sino un territorio capaz de movilizar todos sus recursos y posibilidades, capaz de rentabilizar su propio saber y hacer, contando con la participación activa de sus habitantes en las distintas políticas que les afectan.

Para lograr que nuestra política de desarrollo rural sea realmente transversal debemos gestionar con una visión global que priorice las medidas con mayor dinamismo y que aproveche e integre todos los recursos de cofinanciación europea disponible. Las políticas europeas de desarrollo rural serán cada vez más políticas medioambientales en las que por primera vez nuestro modelo de explotación familiar agraria debe ser el modelo para la gestión del territorio y la producción de alimentos de calidad, sanos y sostenibles.

Mantenemos nuestra apuesta por los instrumentos de desarrollo local participativo y coordinado entre las distintas administraciones y la población, como el programa LEADER. Es necesario reforzar el apoyo económico a las inversiones en proyectos de diversificación económica. Debemos darle más protagonismo a los Grupos de Acción Local como agentes de desarrollo y dinamización territorial, detectando el talento y las oportunidades de emprendimiento.

Para ello plantearemos modificaciones en las Bases de ayudas a los Grupos Leader que nos permitan incrementar un 40% el importe del Ticket Rural hasta los 35.000 euros; o que nos permita activar nuevas ayudas para la pequeña agroindustria, el ecoturismo, la economía circular, el tercer sector o iniciativas de base tecnológica mediante el impulso de la conectividad.

Construir futuro en el medio rural dependerá también en gran medida de nuestra capacidad para ajustar la oferta formativa al territorio, a las necesidades del sector primario, de las industria agroalimentaria o nuevas oportunidades, impulsando la transformación en centros integrados de los centros que actualmente ofertan formación específica y aumentando la oferta formativa con nuevas especialidades.

Será esencial la investigación aplicada al sector primario y ahí debemos orientar el esfuerzo investigador del SERIDA a las demandas del sector de forma que la tecnología y la innovación aplicada a los procesos productivos y de gestión redunden en una mayor estabilidad de la producción y rentabilidad del sector. Todo ello en el marco de liderazgo y coordinación que nos ofrece la nueva Consejería de Ciencia, Innovación y Universidad.

Nuestra premisa es que el desarrollo de nuestro medio rural pasa por la consolidación de un sector primario moderno y competitivo en Asturias. Por eso la agricultura, la ganadería, la silvicultura y la pesca marítima deben constituir el centro de nuestras políticas.

La ganadería mantiene un peso importante en el conjunto de la economía asturiana, genera empleo y riqueza en el medio rural y produce alimentos de alta calidad, además de jugar un papel insustituible en la conservación del paisaje y del medio ambiente.

Mantenerla es básico porque del total de nuestra Producción Final Agraria, el 87,5% lo aporta la ganadería. Debemos destacar el gran trabajo desarrollado por las marcas de calidad asociadas a nuestras razas autóctonas de carne y también el impulso de nuestra industria láctea que mantiene a nuestra comunidad en cabeza de los precios en origen.

A nadie se le escapa la importancia de las políticas europeas en nuestro sector primario. Ante la negociación de la próxima Política Agraria Común, participaremos de forma activa en la redacción del Plan Estratégico Nacional para que la próxima PAC en España tenga en cuenta la singularidad territorial de Asturias. Exigiremos una PAC con un presupuesto suficiente para el apoyo a la renta de agricultores y ganaderos, adaptada a las singularidades del territorio y las necesidades del día a día del campo asturiano; que supere los desequilibrios históricos entre territorios en nuestro país. Una PAC cuyos recursos lleguen a los y las profesionales del sector primario teniendo en cuenta la generación de empleo y actividad en el medio rural; con mejores incentivos para la incorporación de jóvenes asegurando el relevo generacional en el sector primario. Una PAC que potencie el papel de la mujer; que establezca una discriminación positiva para las zonas de montaña y las pequeñas explotaciones, que suprima el actual cobro por derechos históricos y que establezca un tope máximo de 60.000 euros por explotación.

Pero no vamos a esperar, ese marco de cambio nos invita a plantear relevantes modificaciones en nuestro Plan de Desarrollo Rural.

Una prioridad absoluta es el relevo generacional y para favorecerlo incentivaremos la incorporación de los jóvenes al campo con una ayuda que, desde los actuales 50.000 euros, se vaya incrementando progresivamente hasta el tope máximo de 75.000 euros en esta legislatura. Y acompañaremos estas ayudas de programas de capacitación y formación que faciliten el éxito de los proyectos.

Igualmente planteamos reforzar los pagos agroambientales y climáticos y su inclusión en la nueva estructura de la próxima PAC. Porque el pastoreo tradicional, además de formar parte de nuestra identidad cultural y económica, contribuye a conservar los hábitats y atenúa el cambio climático. Nuestras explotaciones familiares y su gestión silvopastoral, lejos de ser un problema, constituyen grandes sumideros efectivos de CO2.

Plantearemos que la nueva PAC disponga ayudas directas específicas para los ganaderos de zonas afectadas por ataques de grandes carnívoros, pero mientras eso se produce, vamos a proponer introducir en el PDR de Asturias esa compensación a través de los pagos agroambientales, vinculada directamente al mantenimiento de la actividad y no solo a los daños efectivos.

Dispondremos de un programa específico para el apoyo de la mujer en el medio rural, que incorpore acciones transversales en todas las líneas de actuación de nuestra consejería. A modo de ejemplo, potenciaremos las ayudas de sustitución, para facilitar la conciliación de la vida laboral y familiar en el medio rural. Seguiremos apostando por el asociacionismo femenino, y qué mejor garantía para ello que contar en la Dirección General de Desarrollo Rural con Magali López, y su compromiso con la Asociación de Mujeres Campesinas de Asturias.

Para visibilizar esta prioridad seguiremos apostando por eventos como el Premio Mujer Rural, recientemente otorgado a la ganadera Josefa Vega; el premio anual a la Abuela Campesina, la plataforma Ganaderas Asturianas o la próxima celebración del Congreso Mujeres en la Pesca.

Debemos seguir avanzando en la conservación, mejora y fomento de nuestras razas autóctonas. Para mantener el referente de calidad ganadera de Asturias, tenemos que seguir siéndolo en sanidad animal, con el objetivo para esta legislatura de que Asturias sea declarada oficialmente libre de tuberculosis bovina.

La agricultura, pese a tener en la actualidad un peso menor en el conjunto, es una gran oportunidad de desarrollo y crecimiento para el medio rural asturiano, en un contexto que demanda alimentos sostenibles y de cercanía. Los cultivos agrícolas y frutícolas han sido tradicionalmente un recurso complementario de la economía familiar de nuestro mundo rural. En la actualidad conforman un verdadero sector económico con grandes posibilidades de crecimiento en variedad y cantidad de productos, tanto en la producción de alimentos saludables y de calidad, como en la industria de transformación, en ambos casos generando actividad y empleo.

Potenciaremos la investigación, la recuperación y caracterización agroecológica de todos los cultivos y variedades agrícolas asturianas, junto a la introducción de nuevos frutos de alto valor en el mercado. Es necesario incentivar el incremento de la superficie y la producción agrícolas poniendo en valor los suelos de vega y zonas con alto valor agroecológico, impulsando a la agricultura ecológica y al desarrollo de todo el potencial productivo de nuestros suelos.

El sector de la manzana y la sidra tiene que continuar su proceso de crecimiento, estabilización y profesionalización. Debemos aprovechar las tendencias favorables de consumo para poner en valor Denominación de Origen Protegida Sidra de Asturias. Que todas las manzanas de nuestras pumaradas sirvan para producir sidra de DOP y continuar creciendo en cantidad, calidad y valor añadido para agricultores y lagareros. La cultura sidrera asturiana fue declarada por el gobierno asturiano bien de interés cultural de carácter inmaterial en 2014, y como saben, hemos patrocinado y presentado la candidatura para que la cultura sidrera sea incluida en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.

Nuestra industria agroalimentaria es un sector dinámico y con gran potencial de crecimiento, con la base de nuestra producción primaria. La integran, además de grandes industrias, pequeñas y medianas empresas que se asientan en el medio rural y se localizan territorialmente por toda la región, desempeñando un papel destacado a la hora de mantener actividad y empleo. Se trata de uno de los sectores económicos con mayor potencial de crecimiento en Asturias: lo forman más de setecientas empresas que, en conjunto, aportan cada año a la economía regional dos mil millones de euros y cuya contribución global al PIB regional puede superar el 20%. El reto ya no es solo la producción sino la capacidad de transformar e incorporar valor añadido a las producciones, priorizando las materias primas regionales, consolidando nuestras principales producciones y mejorando el posicionamiento de nuestros productos en el mercado.

Estamos convencidos de que el gran salto para nuestra industria agroalimentaria pasa por un fuerte impulso al marketing y la comercialización. Es necesario promover la presencia del sector agroalimentario en las principales ferias nacionales, organizar foros y campañas de promoción de los productos asturianos. En este sentido, es más que simbólico el reciente apoyo que el Gobierno del Principado a la celebración de un evento de la magnitud de los World Cheese Awards, que convertirán Asturias en la capital mundial del queso en 2020, será una gran oportunidad para posicionar nuestros quesos en el mercado internacional y un factor de aceleración y crecimiento para todo nuestro sector agroalimentario.

Decía John Farrand al anunciar la celebración de los World Cheese Awards 2020 en Asturias, que ante el paisaje asturiano uno tiene la sensación de que todo lo que se puede ver se puede comer. Y no le falta razón. Esa unión entre paisaje y alimentos es la idea fuerza que nos lleva a una de las grandes apuestas de legislatura: Unir las campañas promocionales turísticas de Asturias Paraíso Natural con las de Alimentos del Paraíso. Vincular la imagen y la promoción de nuestros productos con la consolidada imagen y promoción turística de nuestra tierra. Estas dos marcas han existido cada una por su lado y ha llegado el momento de ponerlas a trabajar juntas. Como dijo nuestro presidente en su discurso de investidura “Asturias es en sí misma un sello de calidad”. Y con ese mismo y único sello de calidad, Asturias, debemos crecer.

Pero no solo es una estrategia de promoción. Nuestra apuesta es reforzar la marca Alimentos del Paraíso, haciéndola atractiva para los consumidores, pero también para los productores. Que los productos hechos en Asturias sean identificados como tales y relacionados con los valores de calidad y sostenibilidad asociados a nuestra tierra. Nuestra apuesta por la marca Alimentos del Paraíso, es por supuesto complementaria a la de las denominaciones de origen y las indicaciones geográficas protegidas. En nuestro modelo es esencial potenciar el papel de los consejos reguladores de las denominaciones de origen y las indicaciones geográficas protegidas – los quesos Afuega'l pitu, Cabrales, Casín y Gamonéu, Beyos, la Faba Asturiana, la Sidra de Asturias, el Vino de Cangas, la Ternera Asturiana, el Chosco de Tineo y la producción ecológica- en el marco y las nuevas oportunidades que nos brinda de la Ley de Calidad Alimentaria, pero también ampliar y potenciar el resto de productos que tienen cabida bajo la marca Alimentos del Paraíso.

Además de ampliar la marca Alimentos del Paraíso, consideramos interesante ampliar el catálogo de alimentos con indicación geográfica protegida y denominación de origen, como por ejemplo la Indicación Geográfica Protegida Miel de Asturias, trabajando siempre de forma consensuada con el sector.

Otro sector con un gran potencial de crecimiento en nuestra comunidad es la Gestión de nuestros Montes. La voluntad de este gobierno es facilitar todos sus aprovechamientos, porque así fomentamos tanto la creación de riqueza y empleo como la protección contra los incendios forestales.

Para ello, actualizaremos el Plan Forestal del Principado de Asturias, revisando nuestro modelo forestal, ordenando todos los recursos forestales y los planes comarcales como instrumentos esenciales para la ejecución de la política forestal, avanzando hacia la armonización y homogenización de la normativa sectorial.

Consideramos esencial realizar un Plan de Choque para clarificar la propiedad forestal en Asturias, que priorice los procedimientos necesarios de clarificación, concentración y ordenación de la propiedad forestal de montes públicos y privados, con el objetivo último de aportar seguridad jurídica a los propietarios y gestores de dichos bienes, recuperando la productividad a través de instrumentos de gestión colectiva.

Impulsaremos una Estrategia de Acción y Aprovechamiento de la Biomasa, que promueva, estimule y desarrolle todo el potencial del sector forestal y de la madera asturiano como productor de recursos renovables y sostenibles de biomasa energética, utilizando recursos de gran importancia estratégica para el futuro de una economía circular basada en la sostenibilidad económica, social y medioambiental.

La mejor forma de prevenir incendios es una correcta gestión forestal. Por ello, impulsaremos la prevención por medio de infraestructuras y actuaciones que evitan la proliferación de incendios: cortafuegos, mangas, pasos canadienses, desbroces, balsas de agua o accesos adecuados a medios de extinción, a los que anualmente dotaremos presupuestariamente de los recursos necesarios.

Vamos a priorizar las subvenciones a las administraciones locales y propietarios de bosques, con convocatorias anuales para cubrir hasta el 100% de la inversión destinada a estos efectos.

Es esencial el papel de nuestra guardería, no sólo en la vigilancia sobre el terreno sino también en comunicación directa con los vecinos y usuarios. Reforzaremos su organización, estructura y medios disponibles.

Y, por último, es esencial potenciar la reforestación, a través de actuaciones públicas en los montes de utilidad pública, subvencionando las de titularidad privada, con especies resistentes, en su mayor parte autóctonas, para que el bosque quemado se regenere y recupere su vitalidad medioambiental y económica. Potenciaremos los proyectos silvopastorales como modelo de gestión.

La Red Regional de Espacios Protegidos de Asturias integra una amplia variedad de ecosistemas y constituye uno de los principales valores de presente y futuro para nuestra comunidad. En ellos, nuestro modelo es converger con los objetivos de la Unión Europea en materia de protección y la conservación del patrimonio natural, en convivencia armónica con el desarrollo del medio rural. La actividad en el medio rural y las prácticas de manejo que sus habitantes han desarrollado durante generaciones, son las que han permitido conservar y transmitir el valioso patrimonio natural que ha llegado hasta nosotros.

Por ello, entre los objetivos fundacionales de esta Red, se encuentra el de “favorecer el desarrollo socioeconómico de las áreas integradas en la Red, de forma compatible con los objetivos de conservación”. Un objetivo que cobra especial importancia en el contexto actual como herramienta para abordar el Reto Demográfico y el proceso de Transición Ecológica.

Han transcurrido 25 años desde que se aprobara el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de Asturias (PORNA) sobre la base de la Ley 4/89 (Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestre) de carácter estatal, nuestro marco de referencia. El desarrollo de la Red ha sido heterogéneo, por lo que será necesario abordar durante esta legislatura una revisión profunda para adaptarla a la situación actual y futura.

En este sentido, abordaremos la creación de la Red Natural de Asturias, como instrumento estratégico para la armonización de todas las figuras y niveles de protección que actualmente coexisten en Asturias (Parque Nacional, Parque Natural, Reservas Naturales, Paisajes Protegidos, Monumentos Naturales y las más recientes Reservas de la Biosfera). Este instrumento permitirá disponer de una visión conjunta de las oportunidades de desarrollo que ofrecen estas figuras en el actual contexto ambiental y demográfico, que requiere una revisión integral del modelo para garantizar la conservación de los recursos y su gestión sostenible.

Para complementar a nivel operativo la gestión de las actividades socioeconómicas en unos entornos de alto valor ambiental, se necesita una coordinación efectiva de las diferentes políticas y normativas que a tal efecto coexisten en el territorio. Estas normativas se sustancian en los denominados Instrumentos de Gestión Integrada (IGI) y Planes Rectores de Uso y Gestión (PRUG) que se encuentran en la actualidad en proceso de revisión y que aportarán un marco de actuación normalizado para más del 30% del territorio vinculado a la figura de Parque Natural en Asturias.

La aprobación de estos instrumentos es una de nuestras prioridades para este periodo. Como nuevo activo para el adecuado funcionamiento de estos instrumentos, se redactará el Plan Director de Gestión que adaptará el espíritu fundacional del PORNA a la futura gestión de la Red de Espacios Protegidos en el Principado de Asturias. Asimismo, reforzaremos la organización de nuestra Guardería, su estructura y medios disponibles.

De los planteamientos estratégicos y del funcionamiento ordinario de los instrumentos operativos, se obtienen resultados a medio y largo plazo que redundan en una mejora de los indicadores de conservación de especies y el desarrollo sostenible. Un ejemplo lo constituye el trabajo multidisciplinar para especies emblemáticas como el Oso Pardo Cantábrico, que se encontraba al borde de la extinción y que actualmente evidencia un claro proceso de recuperación, constituyendo una seña de identidad y un valor diferencial para el conjunto de Asturias. Con el Urogallo Cantábrico continuaremos los esfuerzos en la mejora de las condiciones de su hábitat de distribución para favorecer su recuperación y las acciones de cría en cautividad y conservación de su stock genético.

Por otra parte, se mantiene el modelo de los Planes de Gestión sobre especies que generan una gran sensibilidad en la opinión pública como el lobo ibérico, para el que se elaboran programas periódicos de control de la población, como el que acabamos de presentar esta semana pasada. Nuestro planteamiento será actuar siguiendo criterios científicos, legales y técnicos para la coexistencia de la especie con la actividad humana y económica del medio rural.

Es en este punto donde surgen cuestiones derivadas del actual contexto de despoblamiento de las zonas rurales y la paulatina pérdida de actividad humana en las zonas de montaña que provoca la proliferación de especies silvestres en entornos periurbanos como el caso del jabalí. Una gestión adecuada y una coordinación entre todos los agentes implicados es fundamental para garantizar las condiciones de seguridad y salud pública.

Merece especial atención, por la alarma social que genera y su impacto sobre la biodiversidad, la situación la avispa asiática, una especie invasora en proceso de expansión por toda la cornisa cantábrica. Asturias forma parte activa de la Estrategia de Gestión, Control y posible Erradicación del avispón asiático en España, cuya finalidad es la de controlar la expansión de la especie, así como los impactos en zonas donde se haya establecido. En este sentido, esta consejería lidera y coordina el Plan de actuación para la detección y control de la avispa asiática (Vespa velutina) en el Principado de Asturias, elaborado con criterios de base científica con la colaboración del Comité Asesor, formado por representantes de la Administración y de los sectores implicados. Recientemente, hemos incrementado los recursos económicos destinados a este Plan, duplicando los fondos disponibles y centrando los esfuerzos en la retirada nidos. Se espera duplicar las cifras de trampeo y nidos retirados en la campaña 2018 y será un esfuerzo que tendremos que mantener e incrementar esta legislatura.

Respecto de la pesca fluvial planteamos un modelo de gestión que compatibilice la protección del recurso con la tradición ribereña, en términos de sostenibilidad. ?Nuestra planificación debe basarse de manera rigurosa en los criterios y datos técnicos y en el marco normativo actual.

En relación con la actividad cinegética en Asturias, los cambios en las poblaciones cinegéticas de caza mayor y los cambios sociales son las claves principales para comprender y gestionar la caza en Asturias. Participaremos en la revisión del mapa cinegético nacional y estableceremos mecanismos para garantizar la sostenibilidad medioambiental y económica de los cotos de caza, siempre con la base de censos rigurosos y permanente actualizados.

En la defensa de la biodiversidad nuestro modelo pasa por integrar la actividad humana y su forma de vida en relación con la naturaleza. Nuestra línea de actuación será siempre compaginar la conservación de los recursos naturales con el desarrollo socioeconómico del territorio y sus personas. Una normativa de protección así concebida, no debe ser vista como un freno para el desarrollo económico del territorio sino como una oportunidad para diferenciar positivamente sus productos por su sostenibilidad y alto valor, para asegurar el futuro a través del desarrollo rural sostenible.

La pesca marítima es otra pieza básica de nuestra consejería. Asturias abarca todas las modalidades pesqueras del Cantábrico y Noroeste, nuestra flota se define como una flota de pesca artesanal, de pequeñas dimensiones, selectiva y respetuosa con el medio ambiente.

Nuestro censo pesquero actual es de 261 buques. La mayoría opera en nuestros propios caladeros, y son unos pocos los que acceden a las aguas de los caladeros comunitarios. Toda esta acción pesquera extractiva se ve incrementada con otras actividades directamente relacionadas con la pesca, configurando un importante entramado social, cultural y económico.

Nuestras principales líneas de actuación durante esta legislatura se dirigirán a lograr unas posibilidades de pesca acordes con nuestra capacidad pesquera, aplicando las medidas correctoras que sean necesarias, defendiendo los intereses y permaneciendo vigilantes ante cualquier cambio normativo que pueda afectar a nuestra flota. Esta consejería comparte las legítimas aspiraciones del sector pesquero asturiano de mejorar la injusta distribución de la cuota de la xarda que se aprobó 2014 en contra de los intereses de Asturias. A todos nos consta que el pasado mes de marzo, la Secretaria de Estado de Pesca se posicionó en favor de un reparto más justo para la flota asturiana, y solo la situación de interinidad política del gobierno de España ha impedido que se avanzase en la solución. Desde el gobierno asturiano no nos hemos quedado parados y hemos impulsado un grupo de trabajo propio para encarar con argumentos y garantías esa negociación de futuro. Nuestro objetivo final es que se introduzcan criterios socioeconómicos y de sostenibilidad en los repartos de cuotas pesqueras que mejoren la posición de Asturias.

Como decía, nuestra flota es en un 80% una flota de artes menores, flota de pequeñas dimensiones, capaz de alternar diferentes métodos de pesca. Ante el marco europeo de cuotas pesqueras, un instrumento de gestión sostenible eficaz es el de los planes de explotación sobre diversas especies de gran interés comercial: percebe, pulpo, angula y ocle. Actualmente tenemos 8 planes de percebes, el último el de Avilés y la Arena, y la intención es abrir nuevos planes para el oriente, encontrándonos ya en fase de consultas y estudio. Avanzaremos en ese camino durante toda la legislatura. Porque estas alternativas pesqueras se vuelven trascendentales para un sector como el nuestro, buscando una alternancia de la actividad, conjugada con la rentabilidad y sostenibilidad del recurso.

Otra de las claves de nuestra política pesquera será la lucha contra el furtivismo. Para ellos nos comprometemos a modernizar y dotar a nuestro servicio de vigilancia pesquera de los medios necesarios. A finales de este año incorporaremos 8 nuevos vehículos para la vigilancia pesquera y nos encontramos en proceso de incorporar drones para reforzar ese servicio de vigilancia. También, señorías, dirigiremos el esfuerzo hacia la concienciación de los pescadores en la necesidad de llevar un sistema de cogestión de los recursos acudiendo a una ordenación normativa consensuada por todos los actores implicados.

Poner en valor los recursos pesqueros resulta también una labor fundamental de la administración, apoyando, promoviendo y creando marcas de calidad vinculadas a nuestra pesca artesanal y que incorporen un valor añadido a las especies comerciales de mayor interés pesquero.

Otra de nuestras prioridades serán las infraestructuras portuarias pesqueras, modernizándolas y dotándolas de los servicios necesarios. En esta legislatura planteamos finalizar los equipamientos fundamentales para el desarrollo de la actividad pesquera en cada uno de nuestros puertos, así como en reducir los gastos de funcionamiento mediante el empleo de energías renovables.

Para el logro de todos estos objetivos en materia pesquera está, sin duda, el trabajo del Centro de Experimentación Pesquera, vital en repoblaciones de especies como el oricio y la almeja. O el vínculo entre sector pesquero y ciencia que supone REDEPESCA. O el desarrollo ordenado de la acuicultura en la costa asturiana, entendida como una alternativa más, vinculada a nuestro sector pesquero.

Por último, señorías, hablaré del relevo generacional, un asunto que, como hemos ido viendo, es transversal a todas las áreas de nuestra consejería, y que en el ámbito pesquero también afecta a todas las flotas de nuestro país. En ese sentido, estamos desarrollando el primer proceso de acreditación de competencias a través de la experiencia profesional, y seguiremos avanzando en estos procesos, siempre con el horizonte de facilitar el acceso de nuestros jóvenes a una formación que les permita una vida digna vinculada a la pesca y al mar.

Permítanme, señorías, terminar con palabras mejores que las mías, con la mirada larga y profunda de John Berger, advirtiendo con él que “despachar la experiencia campesina como algo que pertenece al pasado y es irrelevante para la vida moderna; imaginar que los miles de años de cultura campesina no dejan una herencia para el futuro, sencillamente porque ésta casi nunca ha tomado la forma de objetos perdurables; seguir manteniendo, como se ha mantenido durante siglos, que es algo marginal a la civilización; todo ello es negar el valor de demasiada historia y de demasiadas vidas. No se puede tachar una parte de la historia como el que traza una raya sobre una cuenta saldada”.

Para este gobierno, esta consejería y este consejero, la tradición de generaciones de ganaderos, agricultores y marineros asturianos es el mejor cimiento para construir el futuro de nuestro medio rural. Sin melancolía, pero reclamando absoluto respeto; actualizando y modernizando nuestros procesos agroecológicos tradicionales, que mantienen la biodiversidad y modelan nuestro paisaje mientras producen alimentos sanos y saludables de manera sostenible. En ese empeño estamos seguros de poder contar con el apoyo de esta cámara, porque sólo desde ese consenso seremos capaces de avanzar hacia el futuro.

 

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